Siguió caminando sintiendo el rocío en su piel y escuchando su respiración entrecortada hasta llegar a un tronco caído, que daba hacia un pequeño estanque.
La Luna llena se reflejaba en las tranquilas aguas de aquel lugar. Ron se sentó en el tronco mirando hacia la oscuridad que lo cubría, a no ser por la Luna y detrás de él las luces de la Madriguera. En su mente se estaba librando algo que lo confundía:
¿Y si iba ahora mismo a buscarla?
Pero era una locura, porque ese país era enorme.
¿Y si iba, la encontraba y no lo quería ver?
¿Y si ella no regresaba de aquel lugar?
Lo que quería hacer era ir hasta allí mismo, estuviera en el lugar que estuviera para que volviera. Tal vez, con ayuda del ministro de magia de Australia podía encontrarla. Se reprochó a sí mismo, porque su mente comenzó a jugarle con cosas que no sabía el por qué las pensaba. Quizás por miedo a no verla más y por eso se le cruzaba la vaga idea de que ella no iba a volver. Pero eso era imposible, Hermione no lo dejaría todo ¿o sí?
Una mano que se le posó en el hombro y lo asusto. Se levantó de golpe, al fijarse en quien era dijo:
—¿Qué ocurre Ginny?
—Nada —le contestó ella, —como no entrabas pensé que... te habías ido.
—No, estoy aquí —se limitó a decir su hermano.
—Perdóname Ron —le dijo ella mirando a su hermano seria. —En serio, no quise hacerte enfadar.
Ron se volvió a sentar mirando un punto fijo en el lago mientras que Ginny hacia la misma acción que su hermano.
—¿Qué has hecho qué? —le indagó Ron ceñudo.—No entiendo.
—Lo primero desafiarte y lo segundo mentirte...
—¿Mentirme? —preguntó él, confundido. —¿Acaso me has mentido?
—Te mentí sobre donde se encontraba ella, Hermione...
Ginny bajo la mirada.
—¿No se fue? —le preguntó Ron enojado y a la vez impaciente porque quería saber dónde se encontraba ella. —Dime dónde está.
Ahora era él quien desafiaba a su hermana.
—Es que no se qué estaba pasando entre ustedes —murmuró Ginny. —Le pregunté a Harry y no me quiso decir. Ahora pienso que tendré que soportar sus cosas secretas porque si les preguntó por algo seré una entrometida.
Ron trató de calmarse, lo que había dicho su hermana era verdad. Ellos nunca le contaban nada a nadie, ellos siempre fueron los tres y nadie más. Pero lo que no sabía era que Ginny se sentía así. Decidió poner una postura más relajada, aunque no le contestó lo que su hermana quería saber, que estaba pasando entre ellos dos:
—Bueno, ¿qué era lo que me tenías que decir?
—Ella me mandó una carta —le contó Ginny, —en la que me decía que había ido de compras, como también al Ministerio y que se iba a quedar a dormir en el Caldero Chorreante porque...
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Volver a empezar...
Fanfiction¿Qué fue lo que ocurrió después de aquel tenebroso setiembre de 1998? ¿Cómo pudieron superar las pérdidas y la destrucción del mundo mágico? ¿Qué consecuencias tuvo aquel beso fugaz que Ron le dio a Hermione en plena batalla? Estas y muchas...