—¡Feliz cumpleaños, Hermione! —Dijo Ginny con una enorme sonrisa en el rostro cuando Hermione abrió los ojos al despertar.
—Muchas gracias —Le agradeció dándole un fuerte abrazo.
—Espera que ya vuelvo —Le informó a su amiga.
Mientras que Ginny se dirigía a su baúl a buscar algo, Hermione se desperezó. Volvió a aparecerse, se sentó en la cama y le dio una enorme caja envuelta en un papel de regalo colorido.
—Es para ti —Le dijo Ginny entregándole la caja.
—¡Muchas gracias! —Le agradeció Hermione tomándola con una enorme sonrisa en el rostro. Comenzó a abrir el paquete y se encontró con un gato de peluche, muy parecido a Crookshanks.
—Es hermoso Ginny —Le dio un sonoro beso en la mejilla y un fuerte abrazo. —Le pedí a Harry para que buscara por cielo y tierra. Lo encontró en una tienda de Londres.
Agradeciéndole nuevamente a su amiga, Hermione observó la hora de su reloj de la veladora, daban las nueve de la mañana. Mientras que Ginny había ido a vestirse al baño, ella se paró de su cama y la tendió con un fugaz movimiento de su varita. Luego, colocó el peluche que su amiga le había regalado sobre esta. Observó hacia la ventana que tenía las cortinas abiertas de par en par. Hacía un esplendido día. Por suerte era sábado y podrían ir a Hogsmeade a celebrar su cumpleaños. Ya habían reservado una mesa en lo de Rosmerta y Ginny le había encargado una fabulosa torta. Dio un gran suspiro pensando en que volvería a ver a Ron... Se había quedado mirando un punto fijo pensándole. Ginny apareció ya vestida, sacando a su amiga de sus pensamientos, se sentó en la cama para esperar a que ella también se vistiera. Mientras se levantaba, las compañeras de su habitación también se despertaron, deseándole un muy feliz cumpleaños.
Luego bajaron a desayunar, no sabía cómo, pero todo el colegio se había enterado que hoy era su cumpleaños. Así que recibió varias felicitaciones, como también algunos presentes.
Cuando el reloj dio las cuatro de la tarde, Hermione y Ginny ya estaban prontas para irse. Se dirigieron hacia Hogsmeade, con el permiso de la directora. A la fiesta solo irían Luna, Neville, Ginny, Harry, Ron y ella. Llegaron hasta las "Tres Escobas" y las recibió Madame Rosmerta a las tres, deseándole un feliz cumpleaños a Hermione e invitándolas a pasar. Los chicos todavía no habían llegado. Se sentaron en la mesa que Ginny había reservado, decorada de una forma muy llamativa con serpentinas de todos colores en todos lados. Cuando se sentaron, apareció Madame Rosmerta con la torta de cumpleaños, era de frutillas y crema. Hermione quedó fascinada.
—Muchas gracias Ginny.
—Te lo mereces, Luna decoró la mesa.
—¡Feliz cumpleaños, Hermione! —Les desearon los tres mientras se paraba a saludar y agradecerles. En primer lugar a su novio, otorgándole un fuerte abrazo y un largo beso y luego a sus amigos. Los chicos le otorgaron varios regalos. En su mayoría libros que ella quería y alguna que otra golosina de Honeydukes. Rosmerta trajo una comida típica de muggles, pizza con muzzarella, que Hermione le enseño la receta. Luna y Neville nunca habían comido y les encantó. Se entretuvieron conversando por un largo rato hasta que cortaron la torta, no sin antes cantarle feliz cumpleaños a su amiga. Luna demostró su don de cantarlo en sirenio con unos ruidos guturales que eran un poco extraños. Lo pasaron muy bien. Luego, salieron de Las "Tres Escobas" y se quedaron conversando fuera.
ESTÁS LEYENDO
Volver a empezar...
Fanfiction¿Qué fue lo que ocurrió después de aquel tenebroso setiembre de 1998? ¿Cómo pudieron superar las pérdidas y la destrucción del mundo mágico? ¿Qué consecuencias tuvo aquel beso fugaz que Ron le dio a Hermione en plena batalla? Estas y muchas...