¿TUTOR?

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Sakura:
¡Ah!, es raro que no haya dicho nunca que tenía una pupila. ¡Qué reservado! Por momentos se hace más interesante. Sin embargo, no creo que la noticia me regocije demasiado. (Poniéndose en pie y acercándose más a ella.) Mi querida Ino: me es usted extraordinariamente simpática; me lo fue usted desde el primer momento; pero debo confesar que ahora que sé que es usted pupila de míster Akasuna, no me desagradaría que fuese usted un poco menos joven... y de apariencia menos atractiva. Realmente, si puedo expresarme con franqueza...

Ino:
¡No faltaba más! Siempre que se tiene algo desagradable que decir, debe uno hablar con franqueza.

Sakura:
Bueno; pues para hablar con toda franqueza, Ino, no me desagradaría que tuviese usted cuarenta y dos cumplidos, y fuera más fea de lo que se suele ser a esa edad. Sasori tiene un espíritu muy recto. Es la verdad y el honor personificados. La infidelidad le sería tan imposible como la desilusión. Pero hasta los caracteres más nobles y honrados son sensibles a los encantos físicos. La historia moderna, lo mismo que la antigua, nos ofrece una porción de lamentables ejemplos de lo que digo. Como que si no fuera así, la Historia resultaría completamente ilegible.

Ino:
Usted perdone, Sakura. ¿Dijo usted Sasori?

Sakura:
Sí.

Ino:
¡Ah!; pero mi tutor no es míster Sasori Akasuna , sino su hermano..., su hermano mayor.

Sakura: (Sentándose de nuevo.) ¡Sasori nunca me ha dicho que tuviera hermano!

Ino:
Siento decir que durante mucho tiempo no han estado en buenas relaciones.

Sakura:
¡Ah, eso lo explica todo! Me ha quitado usted un peso de encima, Ino. Estaba ya preocupada. Hubiera sido terrible que una amistad como la nuestra se empañase, ¿verdad?... Entonces.... ¿está usted segura, completamente segura, de que su tutor no es míster Sasori Akasuna?

Ino:
¡Segurísima! (Una pausa.) Como que más bien me parece que voy a ser yo su tutora.

Sakura:
¿Cómo ha dicho usted?

Ino: (Un tanto tímida y confidencialmente)
Mi querida Sakura: yo no quiero tener secretos para usted. Seguramente el periódico de la localidad dé la noticia uno de estos días. Míster Sasori Akasuna y yo somos novios y nos casaremos muy en breve.

Sakura: (Muy cortésmente, levantándose.)
Querida Ino: aquí debe de haber algún pequeño error. Míster Sasori ha pedido mi mano. La noticia aparecerá en el Morning Post del sábado, a más tardar.

Ino: (Levantándose también, y también con gran cortesía.) Temo que esté usted equivocada, Sakura. Sasori se me ha declarado hace diez minutos justos. (Enseña el diario.)

Sakura: (Examina con atención el diario a través de sus impertinentes.) No cabe duda que es curioso. Ayer tarde, a las cinco y media en punto, me preguntó a mí si quería ser su mujer. Si quiere usted asegurarse del hecho, puede examinar mi diario (Sacándolo de su bolso de mano.) Siempre viajo con él. Para leer en el tren hacen falta cosas muy emocionantes. Lo siento mucho, querida Ino, si es que supone para usted algún disgusto; pero como usted ve, mi derecho es anterior.

Ino:
También a mí me apenaría infinito querida Sakura, causarle algún trastorno físico o moral; pero me veo obligada a observar que desde que Sasori se declaró a usted, pudo muy bien haber cambiado de idea.

Sakura: (Con aire reflexivo.)
Si el pobre se a dejado coger en la trampa de una promesa, hecha inconsideradamente, mi deber es sacarle de ella con mano firme.

"LA IMPORTANCIA DE LLAMARSE SASORI..." - SASOSAKU INODEI 《TERMINADO》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora