Capítulo 12

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"Cuando amas a alguien buscas entenderlo, protegerlo y darle todo sin importar que..."

Ya ha pasado una semana, una larga semana, son las 8 am y un despertador suena, pero como siempre aparentemente nadie tiene intenciones de levantarse, aunque eso es diferente para alguien en particular que un nuevo día tiene un solo significado... jugar y divertirse.

Un lejano despertador se escucha y un par de orejitas puntiagudas se asoman de entre las sabanas buscando el origen de ese ruido lejano, se acomoda entre los calientitos y protectores brazos de su dueño y bosteza, quizás no sabe porque pero en ese lugar se siente muy tranquilo, tanto como hasta ahora en su corta vida no lo había sentido; se acurruca cerca del pecho de su humano escuchando los latidos de su corazón, no recuerda mucho de su vida allá a fuera en las calles más que una caja de cartón y varios rostros parecidos al suyo que probablemente eran sus hermanos y su madre, pero poco a poco esos rostros que estaban ahí desde la primer vez que abrió los ojos al mundo fueron desapareciendo hasta que una noche siguiendo su curiosidad se alejó demasiado encontrándose con un mar de personas que apresuradas iban de un lado a otro sin siquiera mirarlo, algunos golpeándole accidentalmente, otros intencionalmente gritándole cosas que no logra entender, pero está consciente de que eran palabras de desprecio, solo pensaba en volver a esa caja que era su casa, desafortunadamente mira a su alrededor y solo ve edificios, luces, personas, autos, ruido y sabe que se ha perdido.

Los días pasaban y solo observaba la ciudad oculto entre los arbustos frente a una estación de autobús, es el lugar más seguro que ha encontrado, pero hace cada vez más frio, y cuando llueve es aún más difícil porque su pequeño escondite se convierte en un gran charco y no puede dormir, su pequeña pancita tiene hambre pero el único lugar donde puede conseguir algo es acercándose a los humanos que lo alejan a patadas, hasta que lo vio a él tendiéndole la mano, ningún humano lo había hecho antes, pero él lo hizo, era curioso que de entre todas las personas que hasta ahora había visto pasar apresuradas él fuera el único que se tomara el tiempo para verlo, bueno él y el otro humano que lo acompañaba, pero el que lo había visto primero era muy amable, sus manos eran suaves cálidas y cuando le hablaba había cariño en sus palabras...

Nunca creyó volver a encontrarlo hasta esa noche en que se atoro accidentalmente y fueron sus mismas manos las que lo ayudaron y lo abrazaron, por eso no se alejó de él... no sabía porque debía ser así y depender de él, pero lo quería...

Varios minutos después otra alarma se vuelve a escuchar y su curiosidad es demasiada, así que saliendo de entre los brazos de TaeHyung, el pequeño gatito salta de la cama buscando de donde vine ese ruido, sabe que es de afuera, del otro lado de la puerta y para su suerte está entre abierta y con solo asomarse al pasillo siente que es como adentrarse a una aventura. Primero se dirige a la izquierda que es de donde viene ese ruido, pero apenas llega a la puerta y la alarma se apaga de pronto y en su lugar escucha voces.

Dentro de la habitación...

Un camino de ropa tirada por la alfombra, unos pantalones a medio caer de una silla, una falda rosa a la orilla de la cama y varias prendas mas alrededor que resbalan al piso en cuanto los dos ocupantes de la cama comienzan a moverse.

—Ah se me cayó el despertador... —Dice Jimin asomando la cabeza totalmente despeinada de entre las sabanas, hasta que un par de piernas, una de ellas aun con una liga puesta, lo abrazan por la cintura junto con unos brazos rodeándole el cuello.

—Mh no importa... —Un JungKook igualmente despeinado, suspira feliz bajo Jimin—. No lo necesitamos tanto para despertar.

—Es verdad prefiero que tú me despiertes ángel... —Y dejándose caer a un lado suyo, Jimin atrae a Kook para un dulce beso; llevaban ya una semana juntos, compartiendo cada día y cada noche, con una mirada, una sonrisa, un fugaz e inocente beso a escondidas, hasta caricias atrevidas y apasionadas, cada instante era precioso e inolvidable.

Let Me NowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora