Se alejó y me miró fijo por unos segundos, para después empezar con lo que iba a ser una tortura. Deslizo su dedo empezando por uno de mis hombros para luego llegar al otro, mi centro se comenzó a despertar. Sólo podía contener la respiración. Quería que siguiera, y nunca se detuviera. No me importaba estar en el medio de la calle.
-Me gusta este vestido, las partes de tu piel que expone... Son toda una tentación.- murmuró con su voz deliciosa, concentrado mientras daba la vuelta por mi cuello para seguir su recorrido por la espalda. Situándose detrás mío, para decirme al oído: - Aunque creo que lo que me gustaría mas, que este vestido, es verla a usted sin el.
No pude responder, más que un ahogado gemido, mi cerebro quedó en un coma por sus sutiles caricias y palabras alterantes de mis hormonas.
Lo que hizo a continuación me descoloco, su gesto cambió por uno frió y me dijo que era mejor que nos fuéramos porque llegaríamos tarde. El breve recorrido al evento fue callado, serio. Por mi parte aproveché que iba tan sumido en sus pensamientos para observarlo.
Era de complexiones anchas y fuertes. Se notaba que trabaja bien su cuerpo por encima del traje, este se ceñía en las partes correctas. Su rostro era hermoso, iluminado por sus ojos (ahora sombríos por la escasez de luz) grises, del cual se destacaba una quijada fuerte a la cual podría llenar de besos... Y me quedo corto el tiempo, porque ya habíamos llegado, tuve que dejar mi exploración para mas tarde si no quería quedar totalmente expuesta. Pero había llegado una conclusión: Este hombre podía llegar a ser la perdición, de todo lo que había logrado resguardar estos años, y también era uno de esos enigma que tanto me fascinaba desnudar. Si, desnudar mentes perversas, en todo sentido.
Mi puerta se abrió y entre los flashes pude distinguir una mano que prometía ayudarme a salir. Voltee, una mínima de segundo, para ver asegurarme que el dueño de la mano era mi acompañante. Efectivamente, ya no se encontraba a mi lado. Se había escabullido con gracia, como un felino. Tome su mano fuertemente, sin dudarlo mas.
Como todos los años, la entrada de la gala estaba cubierta por todos los reporteros de las revistas con las que cooperaba la empresa. Me sentí incómoda por un momento, como nunca, todos los flashes estaban dirigidos directamente a nosotros. No es que no estuviera familiarizada con esto, pero tenia alguien a mi lado hoy, siempre venía sola. Esto era una novedad. Una jugosa novedad para todos los depredadores de noticias que nos rodeaban.
Sin hacer alusión al el hecho de que Richard, según las revistas, no era el ser mas sociable. Jodido era eso de que solo tuviera una pequeña percepción de como era el hombre a mi lado, y solo por una revista... Quise desaparecer de la tierra cuando uno de los fotógrafos nos impidió el paso, solo por una foto. El sentimiento incomodo duro hasta que sentí el brazo de Richard por mi cintura acercándome a él. Disimuladamente lo observe, para advertir cual era la expresión que iba plasmada en su cara, pero solo pude verlo tan serio como en el auto.
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Reviviendo sentimientos
RomancePRÓLOGO: ¿Pensaste que ya no sentías nada? ¿Pensaste que ya habías superado todo? ¿Pensaste que nunca volverías a revivir esos sentimientos que te hicieron sufrir? El destino se encargará de que eso no se de por hecho, volviéndote la vida tranquila...