Deje caer todo el peso de mi cuerpo sobre la silla, intentando relajarme un poco. Mi cabeza era un torbellino de pensamientos y todos turbulentos, que me atormentaban amenazando mi poca cordura.
Mi mundo mental estaba dividido en dos: primero estaba Jetrho, con el cual sabía que sólo había una inevitable tensión sexual, y después Richard, de quien comprendo su actitud puesto que hubiera actuado de igual forma al presenciar las palabras de Jet. Malditas palabras que ahora se repiten como las palabras de Richard, estos dos hombres me van a matar, mi vida era tan tranquila antes que aparecieran. Y vacía contraataco mi mente.Solo había una cosa que tenía clara, era que tenía todo el derecho de estar enfadada por la aparición repentina de Richard, como si no se hubiera ausentado tres días sin dar la menor señal.
Sus palabras no cambiarían mi postura. Ya no era la pequeña que con unas palabras, que lo hacían sonar como si él estuviera justificado en su actitud y que volviera a ser la culpable, caía rendida a sus brazos. Unas palabras no iban a cambiar lo que la realidad era, nosotros no podíamos estar juntos. No funcionamos, lo intente tanto en el ayer que así termine de dolida e incapaz de querer volver a intentarlo. No me iba a culpar como tanto lo hacía antes, ni a él, pero sí puedo decir que él se encargó de alejarme, de cerrarme a los sentimientos.
Todo esto me lleva de vuelta a lo ocurrido minutos antes con Richard, ¿como podía desconfiar de que siguiera atada a mi ex? Sobre todo después de que ha roto tantas barreras con él, que yo misma me había encargado de crear en mi propia protección. Porque eso no lo sabe, tú nunca se lo dijiste y siempre evitas el tema me contesta ceñuda mi conciencia, ¿algun dia me apoyaras maldita sea? Pero tienes razon como siempre, admito enojada para mis adentros.
Apoyo mi frente sobre el frío cristal de mi escritorio, justo cuando me veo sobresaltada por la puerta ¿hoy nadie tocaba la puerta? ¿Y Lydia? ¿Por qué no me avisaba? Cuando estaba a punto de mandar a la mierda al que había entrado, vi a mi hermana resplandecer en la puerta.
- Hola cariño, ¿llegue en un mal momento? ¿Por qué esa carita?- dijo mientras se adentraba con glamour, como si estuviera arriba de una pasarela cuando en realidad solo estaba ingresando al desastre en el que estaba convertida yo.
-Últimamente todos son malos momentos- observe exagerando mi situación, bajando la cabeza para volverla a apoyar sobre la mesa, con mis brazos colgados a los costados.
Tenía que enviar las gráficas pero la verdad no encontraba mis ganas para nada luego de las dos extenuantes discusiones que había tenido.
-Exagerada, el lunes cuando hablamos brillabas de felicidad por el celular, ¿ahora que pasó?- manifestó mientras me levantaba para hacer que mi cuerpo vuelva a estar sobre la silla quedando de frente a ella, para ella apoyarse donde estaba mi cabeza.
-Si solo estoy aumentando el problema, pero es que antes era todo tan tranquilo y ahora es un caos-hable exasperada levantándome, abandonando mi estado vegetal.- Odio esto, ya se porque lo había apartado de mi vida, me frustraba tanto y lo está haciendo justo en este momento.-termine hablando demasiado alto.
-¡Por dios Ammy! ¿Todo esto es por tus sentimientos? Mujer que eres grande ya, necesitas sentir, necesitas amar. El idiota ese de Jetrho te dejo mal realmente- ¿les dije que todas mis amigas y hermana lo odiaban? Bueno, esto es solo un recordatorio.- Solo recuerda que nunca te das por vencida así fue como te volviste tan exitosa. No bajes los brazos solo porque se complica.- me sermoneo, tomándome por los hombros para sacudirme y ver si volvía a la normalidad.
-Ahora, ¿vamos por algo de comer? Quiero aprovechar que estoy en la ciudad para que hagamos algo juntas antes de que me tenga que ir- inquirió dando un giro a nuestra conversación.
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Reviviendo sentimientos
RomancePRÓLOGO: ¿Pensaste que ya no sentías nada? ¿Pensaste que ya habías superado todo? ¿Pensaste que nunca volverías a revivir esos sentimientos que te hicieron sufrir? El destino se encargará de que eso no se de por hecho, volviéndote la vida tranquila...