Pase a la cocina abandonando el cuarto, dejando solo a Richard que parecía tener una importante llamada puesto que me pidió que me adelantara y fuera a desayunar. En ella aún se encontraba Linda, quien parecía estar terminando de acomodar el delicioso y variado desayuno que reposaba en la barra.
- Gracias, se ve todo muy tentador- le agradecí una vez en mi banqueta, pasando la lengua por mi labio superior mientras admiraba la sabrosa comida que estaba delante de mis ojos. Toda la actividad del dia me habia abierto el apetito, pero eso era algo que guardaba para mi.
-De nada señorita, ¿que desea tomar?- pregunto mientras me observaba detenidamente como si me analizará, cosa que me incomodo un poco pero preferí omitir.
-¿Té verde tendrás? Y por favor dime Amber Linda, el "señorita" me hace sentir con más edad de la que poseo- exprese brindándole una cálida sonrisa.
-Claro Amber- acepto deslizándose con soltura en la cocina, como si pudiera andar por aquí hasta con los ojos cerrados- Me alegra ver al señorito Richard contento- me confesó mientras me tendía la taza de agua caliente con el saquito de té a un lado.
Un trozo de media luna que había llevado a la boca cayó sobre la barra, sin nada de delicadeza, debido al impacto de las palabras de Linda. La recogí y me disculpe mientras se extendía un leve rubor por mis mejillas.
-¿Desde cuando trabajas para Richie, Linda?- le cuestione curiosa, ignorando sus anteriores que me habían cohibido, mientras me disponía a terminar de preparar mi te.
-Desde que era muy pequeño, lo acompañaba siempre, su tío no podía solo con un niño tan pequeño. Y le puedo decir que en todos los años que llevo junto a él nunca lo había visto como hoy, tampoco que trajera una muchacha. Siempre es tan serio con todo el mundo...- dijo descendiendo su tono a medida que hablaba, como si lo último que había dicho fuera el mayor de los secretos, mostrando de nuevo esa sonrisa cálida. Sus palabras hicieron que mi corazón se hinchara de ternura, se notaba que le tenía mucho aprecio.
-Oh- solo pude pronunciar, un poco pasmada por la nueva información que sobre Richard que había adquirido, y antes que alcanzara a decir algo un brazo fuerte me rodeo depositando un beso suave en mi cabeza. Levante la mirada, para tenderle una sonrisa de completa satisfacción a ese hombre que había llegado a mi vida sin que lo pidiera, pero encubierto agradecia.
-¿Disfrutando el desayuno señorita Agatello? Linda me preparas un café, por favor- amable solicito mientras tomaba asiento a mi lado, respirando un aire tranquilo y alegre. Me resultaba gratificante que la llamada no lo dejará con mal humor, como siempre que nos interrumpia alguna.
Por otro lado, nunca lo había escuchado decirle "por favor" a ninguno de sus empleados, sin dudas el también sentía cierto afecto por Linda y podía decir que a mi con lo poco que la conocía me caía bien. Sonreí inconscientemente con mi mirada perdida en el te.
-Si, la verdad es que Linda tiene una gran mano en la cocina- me volví a Linda para sonreírle. Me convertía en la chica todo sonrisas cuando estaba junto a Richard... Quizás, solo tal vez ¿ eran efectos del amor o no? Me estaba volviendo loca supongo.
-Aquí tiene joven Richard, espero que lo disfruten. Si no me necesitan para nada mas, me voy a retirar ahora.- inclinándose para dejarle el café a Richie y luego desapareció dejándonos solos, creo que sintió que necesitábamos privacidad.
-Me agrada- le comente, enfocandome completamente en el, entre sorbo y sorbo de mi te.
-Sabía que se llevarian bien- me aseguro con un dulce sonrisa, una que nunca había visto en su rostro, parecía que el haber acertado le generaba satisfacción.
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Reviviendo sentimientos
RomancePRÓLOGO: ¿Pensaste que ya no sentías nada? ¿Pensaste que ya habías superado todo? ¿Pensaste que nunca volverías a revivir esos sentimientos que te hicieron sufrir? El destino se encargará de que eso no se de por hecho, volviéndote la vida tranquila...