- Amber- sentí como un aliento cálido me hacía cosquillas en mi oreja, pero el sueño me ganó y decidí ignorarlo alejándome- Dale gatita despierta, se nos va a hacer tarde- volvió a hablar con voz pausada Richie.
Abrí un ojo para ver la hora, 4:30 A.M., ¡quiero seguir durmiendo Jesús! ¿Este hombre no sabía lo que era dormir hasta horarios coherentes? Richie me despisto de mis quejas pasando su cálida mano sobre mi cintura y me jalo hasta dejarme debajo de él. Ahora si me había despertado completamente.
-Vamos dormilona- dijo dándome un beso que tome gustosa como un muy buen buenos días.
-¿Por qué vita mía? Es tan temprano- me queje agarrándome a la almohada con todas mis fuerzas, como si eso fuera a hacer que impidiera que este hombre me sacara de la cama.
Ignore el hecho que había hablado italiano pero el no... Richie al escucharme hablar italiano se quedó totalmente entre anonadado y asombrado, lo tenia encima mio, mirándome fijo y puede notar como sus ojos se eclipsaron por el deseo.
-Dios, eso sonó tan sexy de tu boca ¿hablas italiano y lo habías mantenido escondido? Dime algo mas- pidió mientras dejaba caer su peso sobre mi cuerpo para besarme el cuello, luego la mejilla y así hacer tiempo hasta llegar a mis labios.
-Algo- bromee cuando por fin liberó mi boca de sus exigentes labios- Sono pazzo di te*- le susurre mientras me perdía en sus ojos grises, confesandole sin que supiera que estaba loca por el. Pero eso era algo que él nunca sabría, o al menos por ahora.
- Es algo tan exquisito escucharte cuando pronuncias, no puedo creer que hayas sido tan egoísta de mantenerlo oculto. Ahora dime, ¿qué significa eso?- culminó frunciendo el ceño o eso parecía lo que intentaba hacer, la verdad era un gesto gracioso.
-Nunca lo sabrás- me burle sacándole la lengua para luego empujarlo y poder salir de la cama al baño para alistarme.
Aunque ¿alistarme para que? Insistí hasta que después de unas torturas sexuales sucumbiera a decirme adonde íbamos. Volveríamos a ir a ver el amanecer, era tan atento cuando quería... No se si recuerdan como una vez le pedí a Richie que volviéramos a ir a ver el amanecer con la hermosa vista de Nueva York de fondo... Bueno, si lo hacen, ¡hoy es ese día! Creo que este hombre apareció para volverme loca pero también muy feliz.
Cuando abandone el baño para pasar a mi vestidor, recorrí mi habitación hasta que pude ver a en el medio de las penumbras de la habitación a Richie. El mismo ya se había cambiado a unos pants cortos sueltos con una playera blanca, hacía ver sugestivo algo tan simple como siempre. No pude evitar acercarme como una depredadora hipnotizada por su presa.
-Me encanta como te queda esto, todo te queda bien- le ronronee para depositarle un beso en la cara de su oreja.
-Si empiezas así no llegaremos a ver el amanecer porque te tendré que tirar en esa cama- sensual me advirtió atrayéndome por la cintura hasta chocar con su erección mañanera ¿o debería decir trasnoche? Todavía no había amanecido y esta criatura singular ya quería sexo. No podía quejar en realidad, estaba totalmente complacida.
-Pervertido- sonreí traviesa para separarme e irme en dirección a mi hermoso armario, ningún hombre hará que te deje de amar lo sabes precioso ¿no? le dije mentalmente mientras lo miraba embobada. Pero algo impidió que llegara hasta el, Richie, me retuvo del brazo. Lo mire inquisidora, quería saber porque había cortado mi momento romántico con mi ropa.
-Tu también me tienes loco gatita- dio un guiño juguetón, que transmitía un te atrape camuflado, al verme pasmada por sus palabras y ruborizada porque había sido descubierta.
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Reviviendo sentimientos
RomancePRÓLOGO: ¿Pensaste que ya no sentías nada? ¿Pensaste que ya habías superado todo? ¿Pensaste que nunca volverías a revivir esos sentimientos que te hicieron sufrir? El destino se encargará de que eso no se de por hecho, volviéndote la vida tranquila...