Narra Lauren
La noche fue intensa para mí. Camila hizo que me excitara de una manera que jamás había probado con ninguna otra mujer. Nunca antes me había lanzado a besar a nadie como lo hice con ella. No podía controlar más el impulso que me causan sus ojos y sus labios...su voz. Por supuesto, en ese momento estaba furiosa porque la vi llevarse a Shawn a la habitación. Así que les dije a todos que se fueran; no tenía ganas de hacer ninguna fiesta y mucho menos de aparentar que me divertía. En cuanto me despedí de Normani y las chicas, vi a Shawn salir apurado y algo molesto. Se despidió de mí y se fue. Entonces, vi a Camila. Tenía el cabello levemente alborotado y los labios hinchados. Eso me enfurecía más porque no fui yo quien causó que estuviera así.
En cuanto me confesó lo que le pasaba, estaba llena de ira y de deseo, así que simplemente me dejé llevar por esos dos y tuve el mejor sexo de mí vida. Y solo es eso; sexo. No puedo enamorarme. Ella no merece el dolor que le provocaré en unos días. Quería apartar de mi cabeza el deseo de querer dormir abrazada a ella. Solo es sexo.
Me levanté de la cama y fui directo a la ducha. En cuanto terminé y salí de la habitación, observé el living impecable. Todo estaba ordenado y limpio. No había rastros de ninguna fiesta anoche. Noté que salía un aroma delicioso de la cocina y me acerqué. Allí estaba Camila con un delantal que le marcaba la cintura, preparando panqueques.
–Buenos días –dijo sonriente –Ya tus panqueques están listos. ¿Quieres café o jugo de naranja natural?
–Buenos días –dije sorprendida. –Café, por favor.
Me senté en la silla del mesón y la vi colocar el plato con el panqueque delante de mí. Olía delicioso y estaba muerta de hambre. Corté un pedazo y me lo llevé a la boca. ¡Dios!, estaba bueno. No estaba acostumbrada a esto. Luego de dejar la casa de mis padres, por lo general, mis desayunos eran una taza de café, pizza de la fiesta de ayer o una fruta. Ya había perdido la costumbre de comer comida hecha en casa.
Camila se sirvió y se sentó delante de mí colocando dos tazas de café para las dos.
–¿Cómo dormiste? –me preguntó mientras cortaba un pedazo de su delicioso panqueque.
–Muy bien –contesté y le sonreí –Tú ¿cómo dormiste?
–Pues dormí de maravilla. Alguien me ayudó a liberar mucha tención anoche.
–¿Sí? –Pregunté como si no supiera nada –Entonces ¿hizo un buen trabajo?
–El mejor, hasta ahora–Noté su mirada intensa y su sonrisa –Por eso le estoy pagando con un delicioso desayuno.
–Y de verdad está delicioso.
Terminamos de comer y la ayudé a levantar la mesa y a lavar los trastes.
–Tengo que salir –me dijo colocando su bolso y el celular sobre el mesón –Debó reunirme con algunos periodistas y arreglar algunas cosas, ¿estarás bien si te dejo sola por unas horas?
–No hay problema. –Contesté y no me di cuenta que la estaba mirando más de lo que me esperaba –Aprovecharé el tiempo para adelantar el manuscrito.
Mentí. De hecho, iba a escribir, pero no el manuscrito, sino las cartas de despedida que pienso dejarles a todos mis conocidos.
–Perfecto –Camila se acercó a mí. Pensé que me iba a dar un beso en la mejilla. Pero fue directo a mis labios –Nos vemos.
–¿Qué coño haces?– pregunté sorprendida y pude notar su cuerpo tensarse.
–Lo siento, yo...me dejé llevar. –Camila estaba nerviosa.
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Pasión y letras (Camren)
FanfictionCamila Cabello es una editora que quiere surgir en el mundo de la edición literaria. Ha trabajado duro por varios años y, al fin, está viendo los resultados. Su jefe le asignó un escritor de prestigio considerado nobel. Sin embargo, nunca imaginó qu...