XVII

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Digamos que me hice socia del club de mujeres que aman a las mujeres. Bueno, ya era miembro pero todavía no me habían dado el carnet. Pero pasa que un día conoces a una Bárbara y te caen todas las fichas juntas, y entendés que esa maestra de plástica que admirabas te tenía enamorada, y que la China Suarez no solo te parece linda, porque te la chaparías 6 horas seguidas sin respirar. A algunas les duelen todas esas fichas cayéndoles en la cabeza, porque NOOO COMO ME VA A GUSTAR UNA MUJER, pero a otras nos completa.
En el formulario marqué las siguientes razones de mi ingreso al club:
- Tetas
- Amor
- Conexión
- Pasión
- Más tetas (sí, perdón, habían 2 cuadraditos y marqué los 2)
- Besos hermosos, suaves, semi eróticos

Nunca me gustaron los besos que me daban los hombres: Besos rudos, apurados, babosos, raspudos, clava-dientes, atolondrados, mordedores. Besos en los que no había una pasión mutua ni cerca. Para mi sólo existía la desesperación del señor bruto de turno por demostrarme lo fuerte que podía ser, lo bien que iba a hacer que yo la pase.
Buen momento para recordar los requisitos de buenos besos:

1) Se besa con la boca, pero también con las manos, con el cuerpo todo.
2) Se besa con pasión, pero chequeando que la otra persona esté en la misma sintonía que vos.
3) No debe besarse con los ojos abiertos mirando para otro lado ¿qué más hay para ver?
4) El beso es para pasarla bien, sino no nos besemos.
5) Sin piel no hay beso. Y si te diste cuenta que no hay piel, rajá. No vale la pena. No es culpa de nadie. Es lo que es.
6) La revolución del amor tiene una sola consigna: BESO O MUERTE


Por eso cambié de River a Boca. Pero ahora parece que tengo que soportar los abucheos de la tribuna de mi equipo anterior, dícese Mariano.
Resulta que se enteró de mi reciente "cambio de sexualidad", como él lo llamó. Yo prefiero llamarlo "Me dí cuenta". Me contó un pajarito gil e inoportuno que dijo que lo hacía –escuchate esta- POR MODA. Con Mariano estuvimos casi un año, mi relación más larga con alguien, y yo me creía enamorada, pero era pura obsesión. Quizás ganas de no estar sola, quizás conveniencia, quizás aburrimiento, no sé. Pero ahora lo veo todo tan claro: Mariano nunca me movió un pelo, nunca un estrujón en la panza, nunca un escalofrío cuando me decía cosas lindas, nada. Y si hubiera sabido que era capaz de decir TAL pelotudez nunca le hubiera podido dar un beso, tocarlo, decirle te amo. ¿Entendés que le dije te amo a un chabón que piensa que mi sexualidad la determina la moda? Te vomito.

Y entre besos me enamoré, y qué mejor oportunidad que esta para contarle a mi mamá:

-Má, estas ocupada?
-Como para qué?
-Te tengo que contar algo – aca ya me había arrepentido de estar por contarle
-A ver, escucho.
Estoy embarazada, soy drogadicta, me cogí a la abuela, estoy saliendo con una chica.
-Estoy saliendo con una chica

Traga saliva, respira hondo, ojos llorosos. Ver llorar a mi mamá es Hiroshima II en mi cerebro, así que tuve que llorar también.
Como por un minuto solo nos miramos sin soltar palabra alguna, así que me reí porque me ganó la incomodidad. Por suerte sonrió también.

-Bueno.. no sé, no me lo esperaba.
-No, yo tampoco
-Pero sos lesbiana?
-Y no sé, estoy saliendo con una chica
-Pero te gusta?
-Sí, sino no estaría saliendo con ella
-Y Mariano?
La muy conchuda de mi mamá ama a mi ex novio
-Que tiene Mariano? No lo veo hace mil, no es mi novio, no lo quiero ver tampoco
-Pero te gustaba, o no?
-Y... ahora que me descubrí en esta otra faceta me doy cuenta que no estaba enamorada
-Entonces sos lesbiana?
-Sí

Miró a la nada y asintió con la cabeza reflexivamente.
-Bueno, lo tengo que pensar – me dijo.
De un segundo al otro mi humor panquequeó groso.
-No, vos no tenés nada que pensar
-Noo, bueno, diluirlo
-Cuando te dije que estaba con Mariano no tuviste que pensar nada, o si?
-No es lo mismo
Me resguarde de la mierda que mi mamá había dicho en mi cuarto, pero no sin antes pegar EL portazo.
Y ese es el maldito problema mamá, que "no es lo mismo", que lo que yo decida hacer en mi cama te cambie. Y agradezco que no seas una neo nazi que cree que estoy enferma, pero entre "no es lo mismo" y la homofobia la línea es muy fina. Al final todxs caen en el juego de las convenciones sociales. Nos miran mal, nos tratan de enfermxs, nos echan de casa, de restaurants, del trabajo, nos pegan. Sigan pensando que "no es lo mismo", pero yo elijo con quien comparto mi almohada, yo beso una boca pintada porque quiero y al que no le guste que se calle la boca, porque nosotrxs decidimos ser nosotrxs. Gritame torta, gritale puto: en tu boca es un insulto, en mi vida es libertad.

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⏰ Last updated: Mar 04, 2017 ⏰

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Bárbara Martínez y yoWhere stories live. Discover now