22 de septiembre

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Mi humor varía siempre todos los días, supongo que es por que me considero una persona totalmente impredecible, a veces ni yo misma logro reconocerme.

Hoy prácticamente mi humor era neutro por así decirlo, ni triste ni feliz, simplemente neutro. Como todos los día hice la misma monótona rutina, desayunar, cambiarme, peinarme, cepillarme los dientes, tomar el mismo autobús de siempre, ir a la escuela, hacer tarea, dormir y lo mismo al día siguiente.

Aunque claro ya no los veía igual de grises como antes, esos mismos días aburridos y monótonos los iluminaba Michael, y claro mis dos mejores amigas, Cassie y Kate, ellas eran las únicas que sabían todos mis secretos, y claro, lo que sentía por Michael.

Llegué a la escuela, y esperé el timbre de la primera clase, entré a clase, pero como no tenía humor de nada, realmente no puse atención durante esas tres horas.

Llegó la hora de recreo, salí y como todos los días me senté en una mesa, después de unos minutos se acercaron Cassie y Kate, y comenzamos a platicar como siempre.

Después de unos minutos recordé que había olvidado una tarea que de verdad era importante, entonces decidí caminar para subir las escaleras, ya que mi salón se encontraba en el segundo piso.

Entré, tomé mi libreta, mi libro y una pluma, cerré la puerta y caminé, en el camino iba algo distraída, pensado en todo lo que había pasado en la semana, y en mi cobardía por no ser capaz de hablarle a Mike.

En eso algo hizo que saliera de mis pensamientos, había chocado con alguien, quien habría sido esa otra persona distraída como para chocar conmigo, en eso escuché una cálida voz que decía un "oye no te ví, lo siento", en eso logré despertar, era él, Mike, no sabía que decir, mi mente decía " o por dios, o por dios, o por dioooosss", pero por fuera trataba de parecer lo más calmada posible.

- No te preocupes, yo también iba distraída - No podía creérmelo, estaba hablando con él, con mi Mikey.

- Dejame ayudarte - Por el choque se me había caído mis cosas, Mike se agachó para ayudarme, a lo que yo me agaché también, comenzé a tomar mis cosas, mientras Mike trataba de ayudarme, en eso nuestras manos se rozaron al querer tomar una libreta al mismo tiempo, realmente fue algo muy rápido, pero en ese momento miré todo a cámara lenta, él, sus ojos esmeralda hermosos y brillantes que me cegaban, nuestras manos, que a pesar de ser un simple y rápido roce hizo que mi corazón se acelerara como si hubiera corrido un maratón.

A pesar de cómo me encontraba por dentro logré disimular y mantenerme calmada, terminé de recoger mis cosas, le agradecí a Mike y seguí mi camino, a lo que él siguió el suyo también.

Toda agitada y sin creerme lo que acababa de pasar seguí caminando y bajé las escaleras, de verdad no me creía lo que había pasado hace apenas unos minutos.

Caminé directo a la mesa en la que se encontraban Cassie y Kate para contarles lo que acababa de pasar, era una de las pocas veces que miraba esos hermosos ojos de cerca y de verdad que me encantaba, él, sus ojos, su cabello, todo de él, hacían que me perdiera del mundo y caminara sobre las nubes, de verdad me estaba volviendo loca.

Invisible GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora