Capítulo 17: Sucesos Inesperados

2.6K 195 16
                                    

Narra Fabián

El olor a alcohol anticeptico invadió todas mis fosas, mi cuerpo estaba recostado sobre una cama, me mentía con los ojos cerrados pero sentía que tenía que despertar.

Cuando abrí los ojos me di cuenta que estaba en una habitación de hospital, moví mi cabeza ligeramente pero me dolía lo suficientemente fuerte para no siquiera pensar, moví mis ojos y me topé con Erick hablando con un Doctor. Cuando ellos me vieron el Doctor de acercó hacia mi y me miró fijamente.
-Vaya, por fin has despertado. -dijo este, era un hombre algo, de unos 40 y tantos talvez vez, su tez era blanca y su voz era muy varonil. Sin duda era uno de esos doctores que sólo encuentra a en las novelas ficticias.

-Que pasó? -dije algo aturdido todavía, aunque recuerdo claramente la última escena que tuve, yo cruzando un paso zebra, el sonido de un motor y un auto, y de ahí todo oscuro.

-Pues tuviste un accidente, pero gracias a Dios no ah sido nada grave, el auto sólo impactó contra tu cuerpo levemente y caiste y te golpeaste la cabeza, ya te hemos echo los exámenes necesarios pero tu cuerpo no muestra nada fuera de lo común as sólo una pequeña solución, ya te eh recetado unas pastillas para el dolor pero el joven Miller ah insistido a que vengas en unos días después para acerté más chequeos y estar más seguros.

Mire a Erick, tenía una expresión de preocupación pero de todos me sonrío, talvez quería hacerme sentir seguro, y lo logró.

-Bueno, los dejo solos, más tarde volveré a ver como sigues para que asi puedas ir a casa. -dijo el Doctor al extenderme su mano la cual estrecha sin ninguna dificultad. -Muchas gracias Doc. -dije sincero. -Erick también lo estrecho y luego este salió de la habitación.

En eso Erick se acercó a mi, me tomo de la mano y la beso para luego estrecharla fuertemente. Podía sentir si preocupación, su temor, su angustia.

Su miedo a perderme.

-Nos has dado un gran susto pequeño. paso su dado por mis mejillas e instanteanamente me ruborize. -tenía mucho miedo a que te pase algo mucho peor, o te haya ocasionado alguna lesión grave. Tenía mucho miedo...-Su voz se entrecorto y no pude ver más verlo así, así que me acomode y lo abracé rápidamente aunque eso me haya dado provocado una fuerte hincada en mi cabeza.

-Tranquilo, ya pasó y me encuentro bien. Te amo mi amor. -pocas veces son las que le digo mi amor, pero a el le gustaba que le diga así, aparte me sentía tan feliz que el era quien estaba pendiente de mi sobre todas las cosas.

Se seco un par de lágrimas que habían caído por sus mejillas, y me miro fijamente. De pronto su expresión cambio a una molesta, creo que ya se lo que me iba a decir.

-Pero se puede saber que hacías en casa de Leo? Y que son esos golpes que tienes en la cara? -Erick se notaba algo molesto, pero creo que aún le expliqué todo lo que había pasado en casa de Leo, el ya lo sabía, o la versión de Leo claro.

-Pues fui a casa de Leo hablar con el, y no terminamos en los mejores terminamos... No iba a dejar que nos siga amenzando. -Y por eso fuiste a buscar pelea? -dijo molesto. -No fui a buscar pelea Erick! Fui a defenderte, o acaso quieres seguir viviendo con la zozobra de lo que podrían hacernos esos 3? Pues no Erick! Y si es necesario iría otra vez así sea que tenga que enfrentarme a los 3 yo sol.... -de pronto los labios de Erick impactaron en los míos. Creo que era la mejor manera de hacer que me calle.

-Hablas demasiado... -me dijo con un tono de voz tan suave que la piel se me puso como gallina. Se alejó un poco pero aún podía sentir su respiracion chocar con la mía. -Lamentó haberte reclamado, sólo... Me estoy preocupando por ti, no quiero que te pase nada malo, peormente estando sólo. Si te pasará algo yo... No lo soportaría

No se que haría de mi vida sin ti.

Sus palabras me llenaron tanto que creí que me iva a poner a llorar en ese mismo momento. Por instinto sólo lo besé, pero no de una manera salvaje ni apasionada, era un beso dulce, tierno, lleno de amor, y lleno de todos los sentimientos que Erick me transmitía, así como yo le transmitía los míos.

Pero como siempre la suerte está e nuestro lado, es medio beso la puerta se abrió y nos separamos de golpe en forma de reacción, aunque ya era muy tarde ya que mi madre y mi hermana estaba viéndose cómplice mientras murmuraban cosas que de seguro no eran nada censatas.

-Lamentó interrumpir su momento romántico -dijo Jennifer tras un risita chillosa que mi mamá sólo pudo imitarla. -Queriamos saber como estaba mi lindo hermanito, pero veo que ya estas mucho mejor... Y muy bien atendido. -Volvió a reír. Erick y ellas se miraron cómplice que yo sólo pude ponerme rojo de la vergüenza. Tragame tierra.

-Esroy bien, sólo me siento un poco aturdado pero según el doctor no es nada de que preocuparse, pero creo que el doctor me dará el alta más tarde. -dije tratando de cambiar el tema aunque parece que ya no estaban tan preocupadas por mi sino por el la risa que aun aparecia en sus rostros.

-Hola, segruita -dijo el guapo chico que estaba frente a mi acercándose a mi mamá a saludarla con un beso. Por momentos olvidaba que estábamos comprometidos y que la boda está cerca, aunque no hemos hablando del tema últimamente pero ambos tenemos bastante deseos de que nos unamos como una pareja oficial ante la ley. -Fabián Garcia de Miller, Erick Miller de García, que bien sonaba -pensé olvidandome de toda la escena en la cual me encontraba perdiendome en esos hermosos pensamientos que rondaban por mi mente, ojala no suceda nada hasta ese entonces.

Luego de que volví a la realidad, Erick ya había saludado a mi madre y a Jennifer, y comenzaron una menuda charla sobre el como había terminado allí. Luego de explicarles la situación omitiendo obviamente el encuentro en casa de Leo, comenzamos a charlar sobre mi infancia, de como me había vuelto al ingresar al Instituto y como todo había cambiado con la llegada de Erick. Luego de casi una hora y media de risas y anécdotas el doctor volvió a la habitación a darme el alta.

-Bien, puedes irte, y ten más cuidado por donde caminas eh.. -dijo este con cierto tono de enfasis en sus palabras a lo cual sólo asenti. Me puse algo de ropa que mamá me trajo y salimos del hospital. Me despedí de mi mamá y mi hermana y luego ellas cogieron un taxi a la casa.

Erick y yo nos subimos en su convertible, pasamos por un helado antes de ir para el departamento. Pero antes de ponernos en marcha nuevamente, me tomo de las manos y me miro fijamente a los ojos. -Fabián, estuve pensando todo el tiempo en que estuviste inconciente y me di cuenta que no quiero perder ningún momento que pueda contigo, y aunque talvez sea algo pronto, no quiero esperar. -Saco de bolsillo el anillo que me entregó hace dos años y me lo volvió a poner, gracias a Dios no se me había caído en el accidente lo que alguien lo haya cogido, de seguro el me lo quito mientras dormía, pero en esos momentos sólo podía centrarme en lo que estaba sucediendo, en lo que estaba volviendo a pasar.

-Fabián -dijo mientras me volvía a colocar el anillo entre mis dedos. -Quiero que nos casemos.

HOLAAAAA!

Se que estuve ausente por mucho tiempo pero ya volví, y estoy pensando en hacer un maratón hasta el día domingo, como me eh ausentado mucho tiempo quiero hacerlo como recompensa para ustedes por el tiempo que me esperaron. Gracias por sus comentarios y sus buenos deseos, espero que compartan y sigan la novela. Veré si el siguente capítulo lo subiré en la noche o el día de mañana. Hasta entonces, gracias.

Los amo demasiado.

-J.

Felices por, siempre?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora