Capitulo 21

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-Agradecemos el generoso donativo que acaba de hacer a esta organización.- volvió a hablar la señora Robbie terminando el momento entre ambas chicas.

-Así es.- intervino Camila.- No sabía que usted estuviera interesada en el arte y mucho menos que realizara cuantiosos donativos a organizaciones que desconoce.-

-La empresa Jauregui realiza donativos anuales a organizaciones con fines educativos, sin embargo el arte se está convirtiendo en una prioridad para mí.- respondió Lauren con firmeza.

-Señora Robbie, ¿podría hablar con usted?- interrumpió uno de los mayores representantes de la organización.

-Por supuesto.- respondió la mujer con una sonrisa.- Con permiso, chicas.- terminó caminando junto con el hombre.

-¿Desde cuándo el arte es una prioridad para ti?- preguntó Camila con el ceño fruncido.

-Desde que intento aprender a tocar el piano.- respondió Lauren con simpleza mientras caminaba hacia el pequeño bar seguida de una morena confundida.

-No te creo.- habló antes de pedirle un Cosmopolitan al barman. Miró un momento a la chica de ojos verdes.- Al parecer tu resfriado desapareció.- dijo con un tono tranquilizador. No la había visto hace dos días y le alegraba saber que se encontraba mejor. Lauren sonrió de lado, causando que Camila deje de mirarla.- ¿Cómo sabrías que estaría aquí? ¿Acaso estas siguiéndome?-

-Vaya egocentrismo el suyo, señorita Cabello.- murmuró recibiendo su cóctel. - No todo gira en torno a usted.-

-Basta de formalidades, Jauregui.- pidió irritada.

-Mira, no mentía cuando dije que la empresa de mi padre realiza donativos anuales a entidades educativas. Intento ayudar a una buena causa y creo que el arte lo vale.-

-Bien.- cedió antes de dar un pequeño sorbo a su bebida.

-Sin embargo, no niego que conocía tú serias la encargada de recaudar esos fondos.- una sonrisa traviesa formándose en su rostro.

-¿Cómo lo supiste?- preguntó mirándola.

-Instagram y las redes sociales son de gran ayuda. No vivo en una cueva.- sonrió antes de ponerse de pie.

-¿A dónde vas?- preguntó al ver sus intenciones de marcharse.

-A disfrutar de mi velada. Es y no tengo que preocuparme por mi trabajo, eso merece ser celebrado.- respondió tomando su cóctel antes de encaminarse de nuevo hacia el lugar de donde había sido retirada.

Durante toda la noche Camila se dedicó a hablar con varios personajes importantes, entre ellos personas que elogiaban su trabajo tanto el profesional como el caritativo y aunque intentó concentrarse en la conversación su mirada no se desprendía de una atrayente mujer de ojos verdes con un fascinante y elegante vestido de noche.

Estaba perdiendo la cabeza por ella.

-Es tu décimo quinto cóctel, ¿No crees que ya es suficiente?- murmuró Camila acercándose a la barra junto a Lauren.

-¿Acaso estas vigilándome?- preguntó con una sonrisa arrogante.- Y no, no es suficiente. Te lo dije, quiero celebrar el no estar bajo el estresante control de mi padre.-

-Este no es el mejor lugar para celebrar.- puntualizó.

-Claro que sí, solo debes relajarte. Vamos te invito un shot de vodka...- dijo llamando al barman.- ¿o prefieres tequila?-

-No puedo beber eso, pero gracias por la oferta.-

-¿Por qué no?- preguntó pero no esperó respuesta antes de continuar.- Esta bien.- dijo recibiendo su shot de vodka antes de tomarlo en un solo bocado.- Diviértete Cabello, la noche es joven.- terminó recibiendo otro shot de vodka antes de alejarse de la barra dejando a una pequeña totalmente preocupada.

Una hora más tarde todo el alcohol ingerido por la morena empezaba a causar efecto.

-Un cóctel de...-

-Es suficiente, Lauren.- cortó con firmeza.- Es hora de ir a casa.-

-No quiero irme, aquellos chicos son muy divertidos.- dijo arrastrando ligeramente las palabras mientras señalaba con la mirada a sus acompañantes.

-Los hombres con los que platicas no son de confianza.- aseguró conociendo a los invitados.- Y no creo tengan las mejores intenciones contigo.-

-Pues vamos a averiguarlo.- terminó agarrando su bebida mientras se ponía de pie, pero un ligero tambaleo le obligó a permanecer inmóvil hasta que todo deje de dar vueltas.

-Te llevaré a tu hotel.- dijo Camila con firmeza, sujetándola del brazo.

-No iré a ningún lado.- refutó Lauren soltándose del agarre.

-Esto no está en discusión. No te dejaré aquí.-

-Estamos en New York. Puedo hacer lo que se me venga en gana.- sus palabras cada vez más lentas.

-¿Estas segura?- preguntó Camila elevando una ceja con una mirada desafiante.

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-Lauren, necesito que me digas en que hotel te estas hospedando.- pedía Camila tratando de mantener la atención de la morena.

-Yo... no lo recuerdo bien.- dijo mientras hacia un intento por mantener los ojos abiertos. –oh, espera ya sé.- se trababa con las palabras.- tiene 5 estrellas.-

-Lolo, varios hoteles en New York tienen 5 estrellas.- soltó sin pensarlo.

-Lolo.- repitió.- eso me trae muchos recuerdos...- sus palabras muertas en su intento por salir.

-No te duermas.- suplicó pero ya era tarde.- Joder.- soltó mirando hacia la ventana pensando que hacer.

-¿A dónde la llevo, señorita?- volvió a preguntar el taxista por segunda vez.

-Siga conduciendo, le avisaré cuando lleguemos.- comentó mirando a la joven sentada junto a ella que estaba probablemente en el tercer sueño. *Que haré contigo, Jauregui* pensó mirando con intensidad los rosados labios de su acompañante.

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-Puede recostarla aquí, por favor.- pidió retirando las mantas antes de que depositara a la morena sobre la cama.

-Aquí vamos.- dijo el joven acostándola con suavidad.

-Gracias, en serio estoy muy agradecida.- habló mientras acompañaba al hombre hacia la salida.- Esto es para usted.- entregó un billete en agradecimiento.

-No se preocupe.- se negó el taxista.- Era imposible que usted lograra subir a su amiga en el estado en el que esta.-

-Lo sé y es por eso que intento agradecer su ayuda.- volvió a ofrecer el dinero. –tómelo, ha perdido tiempo por mi culpa y seguramente también dinero. Por favor.-

-Gracias.- aceptó el joven.- que tenga una buena noche.- terminó saliendo del departamento. Camila cerró la puerta y se dirigió al segundo piso, precisamente a la recamara que ahora utilizaba Lauren. Se acercó y con suavidad retiró los tacones que llegaba, estaba insegura de si retirar o no el vestido de gala pero al pensar que eso no sería bueno para sí misma, decidió dejarla así antes de colocar una manta y arroparla teniendo cuidado de no despertarla. Salió de la habitación apagando las luces del lugar y cerrando ligeramente la puerta.

El sueño no llegó esa noche para ella, había olvídalo lo que se sentía tener miles de pensamientos rondando por su cabeza de manera incansable. Había olvidado lo que era sufrir de insomnio por una joven de ojos verdes durmiendo en la recamara de en frente.


Real & Inmortal 2 (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora