Capitulo 30

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-Retírense.- cedió Michael sin despegar la mirada de su hija. Los hombres cogieron sus carpetas y papeles lo más pronto posible pasa salir de la oficina. Una vez que se quedaron solos, volvió a hablar, intentando mantener la calma.- Retira tus palabras, Lauren.-

-No lo haré.- respondió segura.

-Lauren, estas terminando con mi paciencia.- amenazó.

-Realmente no me interesa. Solo vine aquí por respuestas.-

-¿De qué hablas?- preguntó con su severo tono de voz.

-¿Por qué discutiste con Nana? y ¿Por qué destruiste la carta que Camila me envió?- esa pregunta tomó por total sorpresa a su padre. Él no sabía que Lauren se enteraría de eso, mucho menos de la existencia de la carta. Su rostro lo delató de inmediato. -¿Acaso no debía saberlo?- preguntó sagaz.

-No era relevante.-

-Explícate y elije mejor tus palabras porque estoy a punto de destrozar tu oficina si piensas que ellas no son relevantes para mi.- sus manos las apretaba en un fuerte puño, controlándose para no llevar a cabo sus pensamientos.

-Lauren, tus amenazas...-

-Dime que carajos sucedió.- exigió con firmeza en su tono de voz. –Dime ¿qué sucedió con Nana?-

Los recuerdos de Michael rápidamente se empezaron a formar, como si volviera a vivir la historia.

*Flash Black de Michael (hace una semana)*

Había olvidado un importante documento en casa, lo necesitaba de urgencia así que no tuvo más remedio que ir por él. Hugo lo llevó de inmediato tardando unos quince minutos aproximadamente, al llegar, observo la casa completamente vacía. Era extraño estar a estas horas en casa y ver la inmensa soledad que la envolvía. Alejó esos pensamientos de su cabeza y se dirigió al despacho. Al entrar, escuchó el timbre sonar, no se inmutó, sabía que alguien atendería. ¿En dónde había olvidado esas hojas? Se preguntaba revisando cada carpeta de su escritorio. Nada. Revisó en cada gaveta de su escritorio, de nuevo un intento fallido. Había perdido los documentos originales pero rogaba porque las copias de esos documentos pudieran salvarle la vida. Salió de la habitación con el fin de volver a la oficina, pero unas voces en la sala interrumpieron su caminar, se detuvo escuchando la conversación.

-¿A qué hora sale tu vuelo?- preguntó Nana con la voz apagada.

-En cuatro horas.- respondió alguien que no alcanzaba a mirar y cuya voz desconocía. –Quería verte y despedirme de ti antes de irme.- su voz también sonaba triste.

-Desearía que no te fueras al igual que ella.- la voz de Nana se quebró.

-Intenté quedarme, por ti y por si ella regresa.- respondió sincera.- pero mis padres dicen que no puedo desaprovechar una oportunidad como esta.-

-Ellos tienen razón y por mucho que desee te quedaras, tienes una beca en Juilliard. No puedes abandonar tus sueños, ni por mí ni por Lauren.- ¿Juilliard? ¿Acaso era la noviecita de su hija? Se preguntó Michael aun sin poder mirar el rostro de la joven. Por más que intentaba, la chica estaba de espaldas a él y si se acercaba más, su madre podría descubrirlo.

-Pero no quiero dejarte sola.- refutó la joven.- has ido al médico varias veces y tengo miedo de que tu corazón pueda fallar y no pueda estar para cuidarte.-

-Taylor me ha recetado medicamento para que eso no suceda. Has cuidado muy bien de mí durante todo este tiempo y prometo seguir cuidándome cuando tú te hayas ido.-

Real & Inmortal 2 (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora