Capitulo 34

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Sus labios, Dios, era increíble la familiaridad que seguía sintiendo en ellos. Sintió como Lauren se posicionaba suavemente sobre ella, mirándola como lo hacía hace algunos años atrás. Lo podía ver, podía ver el amor en su mirada. Lauren la miraba como si aún tuviera el universo entero en sus oscuros ojos. La mano de Lauren vago por su rostro como queriendo reconocer sus facciones, comenzó por su frente, continuando con las cejas, haciendo un delicado camino por la nariz, siguiendo hacia sus labios en donde se tomó el tiempo necesario para admíralos y finalmente terminando en la línea de su mandíbula. Camila pensó que lo único que Lauren haría esa noche seria mirarla pero cuando Lauren terminó la distancia existente entre sus cuerpos, algo dentro de ella se alegró. No significaba que Camila no apreciara las acaricias y la dulce manera de mirarla pero la necesitaba. Había extrañado sentirla desde hace demasiado tiempo y lo único que quería ahora era a esa hermosa chica de verdes ojos.

Besos suaves, maldición. No importase cuanto tiempo hubiera pasado, Lauren seguía recordando las caricias con las que la pequeña perdía la cabeza. Sus labios siguieron su recorrido, dejando besos por el cuello mientras sus manos acariciaban tiernamente el costado de la menor. Camila se sorprendió por lo delicada que estaba siendo. Este momento no era nada comparado con el que habían vivido en la mañana, no tenía lujuria ni esa necesidad urgente de sentirse. Este momento estaba cargado de emociones, sentimientos que Camila no podía explicar. Lauren se separó llevando a la pequeña junto con ella para sentarse y poder retirarle el sweater. Camila levantó los brazos mientras la morena le quitaba su ropa con calma, dejándola solamente con el sujetador. La volvió a recostar acomodando con cuidado la almohada tras ella. Camila la miraba aun sin comprender, ¿Por qué se tomaba tantas molestias? Ella había aceptado que aun la amaba sin embargo no había recibido una respuesta igual por parte de Lauren. Estaba segura que Lauren no sentía lo mismo pero ¿porque preocuparse tanto? Lauren la volvió a mirar antes de besarla, podía sentir sus manos acariciando su abdomen mientras descargas eléctricas recorrían su cuerpo. Lauren siguió su camino llegando hasta el pecho de la menor. Lo miró por un segundo con sus ojos cargados de admiración, un segundo que Camila sintió su corazón latir como loco antes de que los labios de la morena besaran la piel expuesta por la prenda. La respiración de Camila se hacía más pesada conforme pasaban los minutos y un tenue gemido escapó de sus labios al sentir las caricias que la mano de Lauren le otorgaba a sus senos. No supo en que momento la prenda había sido retirada de su cuerpo, lo único que sentía era como unos suaves labios le concedían un placer indescriptible a esa parte sensible de su cuerpo. Después de varios minutos prestándole atención a sus pechos y varios gemidos liberados, los labios de Lauren siguieron su camino. Lauren chupó, lamió y succionó la piel de su abdomen estando segura de que dejaría varias marcas que le recordarían lo que ella le había hecho sentir. A estas alturas, Camila ya se retorcía bajo su cuerpo. Extrañaba saber lo que unas simples caricias lograban provocar en la pequeña. Volvió a subir dirigiendo sus labios a su odio, besando ese punto de placer mientras sus manos se encargaban de liberar los jeans. Se deshizo de la prenda de inmediato dejándola en bragas. Camila aprovecho la oportunidad para despojarse de la ropa de Lauren, después de unos segundos la única prenda que aun conservaban era su ropa interior. Lauren se volvió a recostar sobre la pequeña dejando salir un suspiro al sentir la fricción que sus centros causaban. Camila no lo soportó más y en un ágil movimiento cambio la posición de sus cuerpos, ubicándose sobre la morena. Volvió a juntar sus labios en un beso vehemente pero sin perder la tranquilidad con la que iban.

Camila no se había dado cuenta del suave movimiento que sus caderas estaban haciendo en busca de fricción hasta que sintió las manos de Lauren apretarse en sus caderas guiándola para profundizar el roce. Sus labios besaban la blanca piel de la chica de ojos verdes a su antojo, provocando que el ritmo cardíaco de Lauren vaya en aumento mientras ligeros gemidos eran callados por los labios de la pequeña. Lauren volvió a girar posesionándose entre las piernas de la pequeña. Volvió a besarla mientras sus caderas empujaban contra del centro de Camila causando que la pequeña arquee su espalda por la oleada de placer que recibía en cada fricción que sentía.

Lauren se despojó de la última prenda faltante antes de mover su mano hacia la zona de placer de Camila. La humedad en ella eliminando todo rastro de cordura en Lauren.

-No imaginas lo mucho que te he extrañado.- habló Lauren siendo incapaz de seguir conteniendo sus palabras.

-Lauren.- gimió al sentir sus dedos acariciando su punto de placer.- Te necesito.- suplico sintiendo que necesitaba más de ella.

-Espera un poco, Camz.- susurró antes de seguir acariciando su centro y dirigir sus labios al pecho de la pequeña.

-Dios, Lauren.- soltó en medio de incontrolables jadeos sintiendo como succionaba la sensible piel a su antojo. Sentía como su lengua se divertía con la suave piel de sus senos mientras la otra mano armaba un caos total en su entrepierna. –Lauren, no puedo.- sentía estaba a punto de llegar al éxtasis total.

-Solo un poco más, amor.- susurró antes de volver a besarla e introducir dos de sus dedos en ella.

La sensación de volver a estar dentro de la pequeña era simplemente increíble. La cadera de Camila marcaba un ritmo que fácilmente Lauren seguía, provocando gemidos que la morena intentaba silenciar en un delicado beso.

Lauren la miraba sudar bajo su cuerpo, era fascinante como después de tanto tiempo ella lograba encender cada diminuta célula de su ser. Todos sus sentidos estaban alerta, sintiendo con claro detalle las caricias y sonidos provenientes de la pequeña, causando que sus ganas de poseerla vayan en aumento. Aceleró el ritmo y después de varias embestidas y muchos minutos podía sentir la tensión en Camila.

-Lauren.- se mordía los labios evitando que los gemidos escaparan de su boca.

-Estoy aquí.- susurró consiente de que estaba por terminar.- Estoy contigo, mi amor.- fue lo último que dijo antes de sentir como la pequeña se relajaba bajo su cuerpo, aflojando el agarre que sus manos hacían alrededor de sus espalda, tratando que su corazón regrese a su pecho y su respiración se tranquilizara.

Lauren bajo de la pequeña y se acomodó junto a ella, mirándola mientras Camila mantenía su mirada fija en el techo. Camila soltó un profundo suspiro antes de girar su cuerpo hacia el lado contrario de Lauren y taparse con la sabana.

-Si necesitas que llame un tax...-

-No lo digas.- pidió Lauren, dejando escapar un triste suspiro. Se acercó al cuerpo de la pequeña y sin poder evitarlo pasó suavemente la yema de sus dedos por la delicada piel de su espalda. Camila cerró los ojos ante la caricia, sintiendo que una corriente eléctrica se producía por la línea que Lauren marcaba a su paso.

-Si quieres irte, yo puedo...-

-No me iré a menos que me lo pidas.- cortó con firmeza, depositando un pequeño beso en su hombro. La cercanía de sus cuerpos era mínima pero Lauren decidió cortar todo espacio que las separaba. Lauren pasó una mano alrededor de su cintura, acercándola todo lo posible hacia ella. Camila soltó un tenue gemido al sentir el cuerpo desnudo de Lauren tras su espalda. Lauren se aferró más a su cintura mientras susurraba en su oído.- Si me pides que me vaya, me iré.- había tristeza en sus palabras, deseando que Camila no lo repita. Camila cerró los ojos con fuerza sintiendo la ligera respiración de Lauren en su cuello.

Deseaba decirle lo mucho que la amaba pero recordó que ya lo hizo y no hubo respuesta alguna.

Lauren tomó una respiración profunda antes de darse por vencida. Suavemente aflojo su agarre, intentando retirar su mano de la cintura de la pequeña pero al hacerlo, la mano de Camila se lo impidió.

-No te vayas.- susurró débilmente. Sintió como Camila entrelazó sus dedos y se acercó más a su cuerpo.

-Camila yo...-

-No lo digas.- ahora era Camila la que pedía.

No estaba lista para escuchar el rechazo por parte de la morena. Si esto era lo único que podía tener de Lauren antes de regresar a la realidad, lo aceptaba.

Prefería vivir en una mentira perfecta antes de saber que sus sentimientos no eran correspondidos.

Deseaba hacerlo al menos por una última noche. 

Real & Inmortal 2 (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora