Capitulo 17

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-Buenos días, señorita Brooke.- saludó mientras salía de la oficina.

-Hola Reagan.- respondió totalmente desconcertada. -¿Qué le pasa a tu secretaria?- preguntó Ally llegando junto al escritorio.- ¿Lo notaste? Me sonrió.-

-No lo sé.- respondió Lauren revisando unos documentos. -Ha estado muy feliz en estos días.-

-Si es así espero que más cosas buenas le sucedan.- murmuró mirando a su amiga.- No sabía que ella podía sonreírme. Creía que eso iba en contra de su necesidad irracional de odiarme.-

-Cuando la conociste, le pediste te trajera un café y un emparedado.-

-Y eso que...-

-Luego le pediste que te comprara sushi.-

-Pero...-

-Y si eso no fuera poco querías que vaya a la tintorería en busca de tu vestido.-

-Pero...- quiso reclamar pero la mirada retadora de Lauren se lo impidió.- Vale, es muy probable que yo me haya ganado su odio pero le pedí disculpas.-

-La trataste como tu sirvienta y tu idea de una disculpa fue darle un ticket para la subestación. Eso no es una verdadera disculpa.- murmuró seria volviendo la mirada al computador.

-De acuerdo, hablaré con ella y me disculparé.- cedió, entendiendo porqué existía la tensión que había entre ambas.- ¿Por qué estás tan molesta?-

-No estoy molesta.- habló sin mirarla.

-Laur, tu capacidad de mentir es la misma que Reagan tienen para ocultar su odio hacia mí, totalmente nula.-

-Mi padre está presionándome para la firma de unos documentos, la futura conferencia con los medios para dar a conocer la nueva compañía y si eso no fuera poco, está siempre detrás de mi preguntándome cómo van los preparativos de la boda. Ya no lo soporto.- reveló.

-¿Hablas de tu vida o de tu padre?-

-En este momento... Ambos.-

-No debería sorprenderte, jamás has soportado a tu padre.- le recordó.

-Lo sé, pero él está acabando conmigo y mi vida es un desastre.- suspiró cansada, pasándose la mano por el cabello con frustración.

-Tal vez sea el hecho de que esto no era lo que esperabas hacer cuando crecieras.-

-Ally no empieces...-

-Jamás te imaginaste trabajando en una oficina, ni vistiendo de traje y mucho menos llegando a casa con un montón de documentos en espera de ser revisados.-

-Ally realmente no tengo ganas de...-

-Esta no es la vida que esperabas.- puntualizó.

-Desde cuando te diste el trabajo de convertirte en Pepe Grillo.- preguntó sin ánimos de discutir.- Vamos, te llevaré a casa.- terminó apagando el computador.

-¿No prefieres ir a cenar? Hoy es tu día libre de tu molesta maestra.-

-Bien, aunque estoy en una notable controversia. No estoy segura de quien es más molesta: tú o ella.-

-Me amas y lo sabes.- terminó saliendo de la oficina con una enorme sonrisa triunfal siendo seguida por una morena que volteo los ojos ante lo terca que podía llegar a ser su amiga.

Fueron por comida china tomándose todo el tiempo necesario para conversar y platicar animadamente, al terminar fueron por helado, pese a que la noche ya había avanzado notoriamente. Al salir se dirigieron al departamento de Ally para llevarla a casa.

-Gracias por salir conmigo Jauregui, creo que no todo lo divertido en ti ha muerto.-

-Sigo siendo divertida.- protestó mirándola de vuelta.

-Lo más divertido que haces es mirar caricaturas.-

-¿Cómo puedes decirme eso? Lo único divertido que tú haces es ir a mi oficina todas las tardes y perturbar mi hermosa tranquilidad porque no puedes vivir sin mí.- bromeó.

-La única razón por la que voy a tu oficina es para molestarte y hacer enojar más a Reagan. No te sientas especial.-

-Eres tan malvada para ser tan pequeña.- se burló provocando que su amiga golpee su hombro con suavidad.

-Te odio.- dijo Ally mirando por la ventana mientras el vehículo se detenía delante de un semáforo, a unos pocos metros del restaurant de su padre. De repente, dos elegantes mujeres salieron del lugar en medio de inconfundibles sonrisas. – Laur, ya sé porque Reagan estaba de tan buen humor hoy.- dijo moviéndose ligeramente hacia delante. Lauren imitó su acción mirando a través de los asientos delanteros. Sintió su corazón caer cuando vio a una sonriente Camila siendo ayudada por su secretaria para colocarse el abrigo. Reagan pasó un brazo por la cintura de la pequeña para caminar hacia un taxi al cual subieron juntas.

-¿Están saliendo?- preguntó Ally con asombro al notar las miradas y sonrisas que se daban. Al no recibir una respuesta miró a su amiga. -¿Estas bien?- preguntó al notar tristeza en su mirada.

-Lo estaré pronto.- dijo forzando una tenue sonrisa antes de volver a su lugar. *La vida no es un cuento de hadas* se recordó, sintiendo como el vehículo volvía a ponerse en movimiento.

Real & Inmortal 2 (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora