Este es el momento donde ustedes se preguntan, ¿a qué viene toda era historia?
Cuando escribo en Tumblr, suelo hacerlo para mí. Para desahogar. Para respirar un poco. Y con el paso de las cosas, con el paso con el que crece mi blog, he notado como todos estamos así. Un poco arruinados, un poco hechos mierda. Decidí dejar de escribir para mí, y comenzar a escribir para todos. Si yo sé como duele una ruptura de corazón, debía contarlo.
Si bien, esto no es un manual. Ni un instructivo, es una forma desinteresada de ayudar a quien lo necesite. Yo sentía que estaba sola. Que no hay nada que cura un corazón roto.
Bueno, ambas cosas eran realidad.
Así como, darse cuenta que terminar con alguien o terminar algo no sirve para hacerse más fuerte ni nada.
Esas son mentiras y engaños de Hollywood.
Romperse el corazón sólo sirve para darse cuenta que la única persona que tiene derecho a romperte el corazón, eres tú mismo.
Y es que es uno mismo quien se rompe y quien decide recomponerse. Yo me rompí después de Luis. Yo misma lo hice. Él nunca tuvo culpa de nada. Él se fue por que quería hacerlo, por que así era más feliz. Y yo debía de verlo así. Pero me enfrasqué en sufrir. En llorar. Que me olvidé de sanar. Ahora claro, sé que si él esta mejor, yo también puedo. Y sólo yo puedo recomponerme.
Eso hago. Aún lo intento. Aún estoy en eso. Tener a mis amigos como soporte ha sido básicamente todo para mí. Y cuando me acuerdo de Luis o Minerva, sólo me río y espero que les esté yendo bien a ambos. Así como a todos los que me hicieron pasar malos ratos.
Sólo la vida sabe por que hace las cosas.
Han pasado dos años y medio desde aquello.
Y después de tanto jurar y perjurar que no tendría novio, pues caí. Pero lo hice sólo hasta que me sentí más segura y tranquila.
Que no compare. Que no juzgue. Que sea feliz. Por que todos merecemos serlo.
Todo cae eventualmente en su sitio. Todo por su propio peso cae. Yo caí, me acostumbré al suelo. Me rompí yo misma. Y cuando me cansé de sentirme vacía, me levanté y busqué volver a llenarme de cosas nuevas.
No sé si esta historia servirá a alguien en algún momento. Si alguien que la lea regrese aquí cuando le suceda algo igual. Sólo espero que quien sea que se sienta identificado, sepa que no fue el único por pasar algo igual.
Y que recuerde que la respuesta a todo, a veces, mejor dicho, casi siempre, eres tú mismo.
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