Tras Las Sombras

Capítulo 4

Retrocedi sin poder evitarlo. Di un tropezón y me golpee contra la puerta. Impactada levantante la mirada y mire a Jhon con mis ojos bien abiertos y sin poder evitarlo limpie las lágrimas que salían por mis ojos.

Tenía mi boca entreabierta y mis ojos miraban a todos lados evitando esos ojos que quemaban contra mi cuerpo.

Ellos parecieron reaccionar y Jhon salto sobre mí, de manera literal.

Su boca se movía y lucia tan asquerosa, él me daba asco.

Levante mi mano e hice el ademán de que se callara pero todo se salía de control y no podía fingir que nada pasaba.

Cuando Jhon intento tomarme, golpe su mano y después su mejilla.

-Te dije que te odiaba, y no me arrepiento de eso- Escupi con odio.

-Cla... Clary, Clarisse- Dijo él tartamudeando -Dejame explicarte...

Lo detuve.

-¿Ibas a decir que no es lo que parecía, Jhon?

-No- Bajo la mirada y mordi mi labio.

-Soy una estúpida. Cuando un hombre es mujeriego, es mujeriego y lo será hasta la muerte, puse mis esperanzas en ti y en nuestros hijos creyendo que era algo pasajero, pero ella jamás será algo pasajero, yo soy algo pasajero, siempre sere algo pasajero para ti y ese es el problema. Lo que me duele más es que yo ya lo sabía.

Jhon trato de acercarse y retrocedi. Mire a Amanda por primera vez en todo este tiempo.

-Espero y no te rompa el corazón como me lo ha rompido a mí- Él nego como si lo que acabo de decir fuera un error -Ese dolor no se lo deseo ni a la peor de las zorras.

Di media vuelta y salí de su oficina dejandolos solos, no quería seguir molestandolos, en este momento yo solo estaba estorbando.

Llegue hasta el ascensor, presione el botón y cuando las puertas se abrieron sentí una ráfaga de aire entrar a mis pulmones, no aire contaminado por besos y caricias falsas.

Cuando las puertas se cerraron fue un alivio. Me deje caer y pegue mi espalda contra una de las paredes metálicas.

No podía más. Llegue hasta el borde, estoy en apunto de caer, la única mano que me sostenía en esta vida era la de Jhon, y otras manos han tomado su lugar, unas pequeñas y débiles manos, las de mis hijos, ellos me arañan el rostro, me gritan que me quede y tenía que hacerlo, tenía que ser fuerte.
El dolor en mi pecho me gritaba, me gritaba que dejara todo de lado y que me undiera en el dolor, pero no podía poner mis emociones primero que las de mis hijos. Ya no solo era yo. Ya no solo era mi dolor el que importaba aquí, no, no podía dejarme caer. Tenía que seguir por ellos.

Pero eso no me detenía, tenía que llorar.

¿Qué era lo más doloroso?, que yo tenía mi confianza en él, yo confiaba en él.

Recorde ese doloroso momento, en el que mis ojos vieron lo que no querían ver, el momento en el que la venda se cayo de mis ojos, y recorde, recorde el momento en que esos labios que tanto amaba estaban sobre la boca de otra, el momento en que esas manos fuertes y firmes que antes me acariciaban estaban sobre otro cuerpo, y recorde, recorde que él ya no me amaba y eso me mantuvo fuerte, ¿Por qué como podía seguir amando a alguien que no sentía el mínimo afecto hacía mí?, yo no podía seguir amandolo, tenía que renunciar a esos sentimientos, tirarlos a la basura y enterrarlos junto con el cubo.

Pero esas manos y labios seguían en mi mente. Cuerpos pegados y un aura ardiente envolviendolos. Esas manos que recorrían su cintura y esos labios que se estrechaban contra la boca de mi esposo. Mí esposo.

No, no podía seguir pensando en el gran engaño de Jhon, no podía perderme, no me dejaría perder por mis hijos.

Limpie mis lágrimas y tome fuertes y largas respiraciones y después me puse de pie para esperar, como una persona normal, a que las puertas del ascensor se abrieran.

Suspire y con mis manos temblorosas saque mi teléfono de mí pantalón. Envie un mensaje por el grupo que los chicos y yo habiamos creado hace tiempo pidiendoles vernos, pero no sabía si era tan fuerte para decirles que mi esposo me había sido infiel.
Me daba verguenza decirlo, pero había sido la estúpida a la que le veían la cara todos estos años.

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Aún hay mucho más, en verdad, cosas que no se imaginan.

L@s quiero.