Tras Las Sombras

Capítulo 21

Narra Clarisse

-Puede pasar- Me dijo el doctor y tome mi chaqueta para ponerme de pie.

Abrí la puerta lentamente y cuando entre pude ver a mi padre tendido en la cama de hospital, me gire y pude ver al doctor que me miraba en medio del pasillo. Sentí animos de entrar y ver a mi padre, así que lo hice y  cerre la puerta para estar atrapada en estas cuatro paredes junto a él.

Sabía que no podría dañarme, no esta vez, la bestia estaba débil, lo suficiente para no atacarme.

Michael estaba conecta a cientos de aparatos y había una mascarilla permitiéndole respirar. Sería tan fácil acercarme y quitarla.

Sus ojos se abrieron.

-Clarisse- Murmuró.

Su mano se levanto un poco y se agitó en el aire. Me acerque a él y tome su mano. Estaba fría, todo él era frío. Parecía una roca en medio del frío invierno que azotaba el lugar, él se estaba aferrando a la vida.

-¿Qué es lo que ha pasado?- Pregunte.

Los ojos de mi padre se llenaron de lágrimas y su rostro se contrajo por el dolor.

-Estás en peligro.

-¿Qué?, ¿De qué hablas?, estas loco.

-Los hombres malos que te quieren llevar van por tus hijos, por mis nietos- Respondió el aludido.

Deje de respirar y todo se empezo a tornar borroso.

Mis hijos. Mis bebés. Mis niños. Mi vida.

-¿Por qué?- Solloce -¿Por qué quieren hacerme daño? A mis hijos.

-Si te dañan a ti es como matarme a mí- Una lágrima resbalo por su mejilla -Ellos quieren matarme. Yo hice muchas cosas malas.

Lo mire con odio.

-Te odio- Le dije con rabia -Odio que me involucraras en todo esto.

-Trate de mantener a todos a los que amo a salvo. Contigo no lo hice bien.

Me aleje haciendo que mi mano abandonara la suya.

-¿Estarás bien?- Pregunte.

-Estoy bien- Contestó.

-Mich.

Una sonrisa se formo en su rostro lleno de dolor.

-Tu madre me decía así- Dejo de sonreír -¿Me perdonarias?

Lo observe unos instantes y pude escuchar los latidos de mi corazón.

-Después de todo eres mi padre- Le dije.

-Esa no es una respuesta.

-Claro que lo es- aprete mis labios -Significa que sin importar el daño que me hagas y hagas yo siempre te perdonare. No importa que hayas hecho, eres mi padre y te amo.

-Clarisse yo...

-Tengo que irme, Michael, tal vez después traiga a tus nietos- Force una sonrisa y salí de la habitación.

Cuando estuve fuera deje que mi espalda chocara contra la puerta y me deslice hasta terminar sentada en el frío piso del hospital.

Había perdonado a mi padre. No lo dude ni un segundo al verlo tan débil. De alguna manera el haber recuperado unos cuentos recuerdos sobre él me hacían confiar cada día más en él. Sabía que no era un buen hombre, que era un asesino y un ladrón pero estaba segura de algo, y era que Michael jamás me haría daño.