Nash Grier 2

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Narra Nash

Tomé con fuerzas el gran oso que estaba en mis manos. Isabella no me perdonaría fácil esta vez.

Despuás de escuchar su voz rota hace una hora tomé el oso que le compré para la cena -antes de dejarla plantada- y corrí hacia mi auto con la intención de llegar a su casa. No sé si sus papás ya están ahí, son las dos de la madrugada, pero suelen llegar muy tarde cuando salen solos. Confuje quince minutos hasta poder llegar a su casa. Me bajé del auto y corrí hasta llegar a la puerta. Toqué varias veces y minutos después su mamá me abrió.

-Nash, hijo. ¿Que haces aquí? Creí que habías cenado con Isabella hace unas horas.- dijo con voz suave.

-Se suponía... Se suponía que iba a cenar con ella, pero surgió un problema y no pude venir... ¡Necesito hablar con ella! ¡Ya la extraño!- sin querer, se me quebró la voz.

-Ay, cariño. Pasa, esta en su habitacion.

Sonreí triste y entre en la casa. Subí las escaleras y sin tocar, abrí suavemente la puerta. Isabella estaba acostada dando la espalda a la puerta. Por sus respiraciones tranquilas me pude dar cuenta de que estaba dormida. Me adentré en la habitación y caminé sigiloso hasta su cama, dejé el oso gigante en una esquina y me acosté detrás de ella. La abracé por la espalda y coloqué mi cabeza en su cuello. Olía delicioso, como siempre. Su rostro estaba tan relajado y sin maquillaje podía notar el lunar bajo su ojo que ella tanto odiaba, mientras que a mi se me hacia super sexy. Toqué su pequeña cintura con mis manos y pude ver como comenzaba a moverse. Se giró en la cama quedando de frente a mí. Seguía dormida, nunca se levanta con el tacto, pero si con el más mínimo ruido. Admiré su perfecto rostro, sus labios carnosos que amaba besar. Sus largas pestañas que parecían crecer cada día. Sus cejas que yo mismo depilaba con unas pinzas pequeñas que ella me daba cuando le daba pereza depilarse ella misma. Sus párpados que escondían el azul potente de sus ojos. Toda ella era perfecta.

Me acerqué un poco a su rostro y planteé mis labios en su frente.

-No sé qué sería de mi si nunca te hubiera conocido- susurré lo más despacio que pude.- Te amo más que a nada en el mundo. Incluso más que a mi foto con Drake hace 3 meses.

Me acerqué de nuevo a su rostro pero con la intención de besar sus labios. Toqué suavemente sus labios con los míos hasta que sin poder resistirme la besé, haciendo sin querer que ella despertará.

-¿Qué mierda...?- aún sin dejar de abrazarla por la cintura alejé un poco mi rostro para poder ver sus expresiones faciales.- ¿Cómo entraste? Te dije que no vinieras- dijo con voz suave, pero ronca.

-Tu madre me dejó pasar. Lo siento mucho mi amor. Sé que no creíste lo de Taylor, por eso vengo a decírtelo todo.- se restregó los ojos y bostezó lo que la hizo ver muy tierna y a mi sonreír.

-No tienes que explicar nada, me quedó claro. Y no sonrías, no dije ni una broma.- dijo enojada y eso me encanta, pero me contuve de besarle.

-Lo siento. Te lo explicaré sí o sí. Cuando te dije que salí con los chicos, no mentí, en serio salí a jugar fútbol con ellos. Después fuimos a comer y ahí llegó Taylor, ni idea de quien la invitó. Cuando volvimos a las canchas de fútbol, Taylor quiso jugar así que no le dijimos que no, cuando corrió hacia el balón se tropezó y cayó... - me interrumpió.

-Además de zorra, tonta.

-Bueno... La llevamos al doctor y le tuvieron que hacer radiografías y no se que más, para entonces yo estaba harto de tantas vueltas así que volví a mi casa, en el camino te compré un oso, por cierto. Después volví a mi casa y me duché entonces me quedé viendo televisión. Te juró que es la última vez que olvido algo tan importante, mi amor.

Nash, no te perdonaré otra, y menos si es por esa zorra- dijo mientras se acurrucaba más contra mi pecho.

-Me encanta cuando te pones celosa- reí leve- tus mejillas se ponen rojas, al igual que tu nariz.

Le dí un beso en su pequeña nariz y ella se sonrojó aun más. Me acerqué a besarle suavemente de nuevo. Me respondió de una manera tan lenta que me decía que seguía medio dormida. Era hora de que volviera a casa.

-Te dejaré que duermas, mañana vas al gimnasio temprano, igual yo. Tenemos que descansar.- traté de levantarme de la cama pero sus brazos alrededor de mi torso me detuvieron.

-Quédate, mañana te llevo a tu casa antes del gimnasio para poder ir juntos, ¿Si, bebé?- besó mis mejillas y fue imposible negarme.

-Está bien. Pero mañana conduces tú.- besé sus labios un poco y ella sonrió. Aun sin levantarme de la cama me quité los zapatos y el pantalón, un poco difícil, pero lo logré.

-Buenas noches, guapo. Sueña conmigo.- me dio la espalda y se acurrucó contra mi pecho.

-Buenas noches, cielo. Siempre sueño contigo, no es novedad.

*********

Hola Baby's

He aqui la segunda parte de este gran OS escrito por la guapa de BizzzzleHazzzza. 

Linda gracias otra vez por dejarme adaptarlo.

Bueno baby's espero que les haya gustado, sin quieren leer el original busquenlo en su perfil.

Voten y comenten, es gratis.

Bye guapetonas.


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