Capitulo 11 (EDITADO)

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NARRA ASHTON

Había salido temprano de la universidad, por lo que decidí ir a visitar a Josh. Estos días no fueron los mejores, nada me salía bien, me sentía enojado todo el tiempo y explotaba con mucha facilidad. El motivo, Madison. Tenía que despejarme, hacer cualquier cosa para distraerme, para no pensar en ella y mi hermano era la mejor opción por eso le pedí a Marie que me lo prestara unas horas y terminamos jugando en la playa. Todo estaba bien, Josh lograba mantener mi mente alejada de todo aquello que trataba olvidar pero no contaba que justo a unos cuantos metros estuviera era ella.

Madison.

La suerte definitivamente no estaba de mi lado, habiendo tantos malditos días justo hoy teníamos que coincidir ¿qué hacia ella en la playa un martes? Es como si la vida se burlará de mi poniéndomela justo a lado. Estaba tan enojado, verla tan feliz me recordaba lo poco que le importaba, pero aún así no deje de verla un instante y como podría hacerlo. Ella estaba solo en traje de baño, un jodido traje de baño que dejaba a la vista de todos su cuerpo, su precioso cuerpo. Pude notar la cantidad de hombres que la miraban y como no hacerlo si es preciosa, pero eso solo me hacia sentir impotente porque yo solo era uno más que la miraba. Después de un buen rato cuando Madison se dio cuenta de que estaba ahí mirándola, voltee lo más rápido que pude tratando de disimular pero fue inútil lo sé.

Tampoco imagine que ella se acercaría a mí, mucho menos creía posible lo que vino después.

No podía creerlo. En el momento que escuche decir a Maddie que le gustaba todo en mi interior pareció descontrolarse, mi corazón se acelero de una manera sorprendente y la sensación que tenía en mi estomago me resulto más que agradable. Seguía sin creerlo, cómo es que alguien como Madison se había fijado en alguien como yo. Era gracioso que ella pensará igual a mi pero tenía un montón de razones por las cuales Maddie me gustaba. Lo que no entendía era que fue lo que vio en mí, somos totalmente diferentes pero ahora que estoy enterado de sus sentimientos, no hay vuelta atrás lo he decidido la quiero junto a mi.

Se que Ryan no se lo tomara bien, pero no puedo evitarlo. Nadie me había atraído tanto, nadie se había colado en mis pensamientos de la forma en que ella lo ha hecho, porque no puedo dejar de pensar en Madison, lo he intentado, joder claro que lo intente aunque no tuve éxito ni una sola vez. El sábado después de salir de aquella fiesta me había propuesto sacarla definitivamente de mi cabeza y de mi vida, pero de alguna u otra forma terminaba pensando en ella, en como caía su cabello por sus hombros, en los pequeños hoyuelos que se formaban en cada lado de sus mejillas al sonreír, en su mirada, el color de sus ojos, su risa, sus ademanes al hablar, Dios su voz, su manera de caminar, todo de ella me encanta.

—Madison es muy bonita— salí de mi ensoñación al escuchar a mi hermano. Después de que ella se fuera a avisarle a sus amigos que estaría con nosotros, seguí ayudando a Josh con el castillo de arena que estábamos construyendo.

—Lo es— concorde.

—Y ¿crees qué tenga novio?— definitivamente no esperaba esa pregunta.

—No, no tiene— aún pensé.

—Eso es bueno entonces— deje de hacer la torre de arena para mirarlo, no entendía a que se debía tanto interés.

—¿Por qué?

—Porque te gusta.

— ¿QUÉ?— abrí los sin poder ocultar la impresión, como rayos se había dado cuenta—¿ por qué dices eso?

—Porque la miras como mi papá mira a mamá, él dice que la mira así porque le gusta y si tu miras así a Maddie entonces te gusta— no pude evitar carcajear, cada vez me sorprende más.

—Pues si, me gusta—admití.

Volví a reír al ver la sonrisa pícara de Josh.

— Listo— me gire hacia Maddie, ahora vestía un short de mezclilla una blusa blanca de tirantes y lo agradecí, tenerla en traje de baño me inquietaba de gran manera, le sonreí. Enseguida sus mejillas se tiñeron de rojo y ese gesto me derritió, se veía hermosa.

—¿Nos ayudas?— le preguntó Josh.

—Claro— se sentó a mi lado y comenzó a poner los caracoles que Josh le pasaba. Verla jugar con mi hermano de manera tan natural, para nada forzada hacía que me gustará aún más. Luego de terminar el castillo y tomar varias fotos a Josh con él y algunas los tres juntos, fuimos a comprar un helado para cada quién y tiempo después decidimos que era hora de irnos. Así que le pedí a Maddie que me acompañara a dejar a Josh en casa de su abuela, pues había acordado con Marie que ahí lo llevaría. Al llegar nos despedimos de él y le prometí que lo vería pronto.

—Tu hermano es muy dulce—Íbamos de camino a su casa. El transcurso sería largo pues estaba retirada de la casa de la mamá de Marie y lo agradecía pues tenía más tiempo para estar con ella.

—Si, le agradaste—la mire de reojo y vi una pequeña sonrisa.

—Y el a mi.

—Si, lo note —no sabia que más decirle, no habíamos tocado el tema de nosotros y no estaba seguro de si estaba bien que yo lo sacará, no quería incomodarla. Pero no quería que todo se quedará así, tenía que hacer algo—¿Tienes planes para mañana?

El semáforo estaba en rojo así que aproveche para verla y note lo nerviosa que estaba, no sabía si eso era bueno o malo, pero al ver una pequeña sonrisa en sus labios, me tranquilice.

—Eh no, para nada—estaba jugando con sus manos, no me miraba pero sus mejillas estaban sonrojadas, el semáforo cambio y tuve que dejar de mirarla para seguir conduciendo.

—Bueno eh, no sé¿Te gustaría salir conmigo?— genial, no pude oírme más tonto, sentí su mirada pero no quise voltear. No contestaba, tal vez me apresure demasiado.

—Si— ahora si la mire.

Habíamos llegado a su casa, su mirada estaba fija en sus manos, donde retorcía los dedos una y otra vez, acomode un mechón rebelde que no me permitía verla bien en su oído y pude escuchar su respiración acelerarse. Sonreí al darme cuenta que no era el único afectado.

—¿Paso por ti a la escuela?— alce su barbilla y la gire para poder mirarla a los ojos, era tan bonita.

—Yo hmm si.

—¿Te parece si me pasas tu número para ponernos de acuerdo?—asintió antes de dictarme sus dígitos—bien entonces nos vemos mañana.

—Si, nos vemos— me dio un beso en la mejilla y salió enseguida. Sentía un cosquilleo justo donde sus labios tocaron mi piel, la suavidad de sus labios me dejo noqueado. En ese momento desee tener más de ellos y lo tendría, claro que lo tendría.



Amores Que CuranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora