Apresure el paso hasta él y una sensación desagradable se instalo en mi estomago al ver a las dos chicas que estaban a su lado. No me consideraba una persona celosa pero por alguna extraña razón verlas ahí, sonriendo con coquetería a Ashton, causaba en mi unas increíbles ganas de alejarlas. Quería borrar esas estúpidas sonrisas en su rostro y sin darme cuenta comencé a caminar más rápido, de alguna manera deseaba restregarles en la cara que el pelinegro había venido solo por mi.
Así que aún sabiendo que no estaba actuando racionalmente y que tal vez después me arrepentiría de esto, pase sobre ellas y con toda la adrenalina y coraje que estaba sintiendo en ese momento, me alce de puntas tomando a Ashton por la nuca y estampe mis labios contra los suyos. Pude percibir la sorpresa en él pero no tardo en devolverme el gesto. Disfrute de la suave piel de sus labios, reconociendo su aliento y probando el sabor de su respiración en un beso dulce sin prisas dando la oportunidad de recorrer cada milímetro de su boca. Perdiéndome en las caricias de sus manos en mi espalda y hundiendo las mías en la profundidad su cabello. De a poco antes de darle un corto beso, despegue mis labios de los suyos y con una sonrisa plantada en mi rostro abrí los ojos para mirar los suyos y me perdí en la intensidad de su mirada, en el brillo que irradiaban.
—Vaya eso fue—reí—¡wow!
—Yo no sé porque—y si creo que este es el momento en que maldigo mis impulsos, bajo la mirada porque la vergüenza que siento en este momento es tanta que no puedo ni verlo—lo siento— susurro.
—Oye no, tranquila, mírame—muerdo mi labio al tiempo que niego con la cabeza. No creo ser capaz, pero en ese momento me toma de la barbilla obligando a mis ojos encontrar los suyos—No quiero que te disculpes por esto, nunca.
—No se porque lo hice yo solo sentí que...
—No importa porque allá sido pero en serio que agradezco el motivo—tomó mi mejillas entre sus manos—Madison poder sentir tus labios es lo que más se asemeja a la perfección y no se tú pero yo jamás podría sentirme mal por eso.
Podía escuchar el golpeteo de mi corazón contra mi pecho y el calor inundar mis mejillas. Ashton tenía la facilidad para revolucionar mi interior.
—Es genial que vinieras —cambie descaradamente de tema haciéndolo reír y juro por Dios que escuchar su risa es condenadamente sexy.
—Oh por supuesto que es genial que haya venido—dice sonriendo pícaro y enarcando las cejas.
Por primera vez desde el beso recuerdo que estoy en el estacionamiento de la escuela y soy testigo de las miradas curiosas de algunos compañeros de clase. Besar a Ashton definitivamente logro mi objetivo pues ya no hay rastro de ellas y aunque actúe sin pensar, de alguna manera me agrada haberlas alejado.
—Pensé que tardaría más en volver a verte—le digo ahora tomando un poco de distancia y sintiendo frío por la lejanía, nada es más cálido que sus brazos.
—No podía dejar de pensar en ti, algo que ya se me ha vuelto costumbre últimamente—asegura—Así que decidí venir a esta hora, no estaba muy seguro, ya sabes no quería incomodarte. Y como no habías contestado mi mensaje creía que no sería buena idea. De hecho estaba planteando no hacerlo cuando llego tu respuesta y pues lo demás ya lo sabes.
—Quería contestarte ayer pero no sabia que si te soy sincera, sin embargo, Vannessa me animo a hacerlo.
—Pues gracias a Vannessa—solté una pequeña carcajada—¿Crees tener tiempo para dar una vuelta al parque?— preguntó.
Acepte porque mamá no iba poder pasar por mi y Ryan me había avisado que tardaría. Así que le mande un mensaje diciéndole que unos amigos podían hacerlo por él, aunque, eso no sea completamente cierto ya que es seguro que Ashton no es un amigo para mi.
Tardamos poco tiempo en llegar y me sorprendí de lo bonito que era. Nunca había venido pero no dudaba en regresar. Ashton compro helados para los dos, vainilla para mí y chocolate para él. Caminamos un poco mientras conversamos y bromeamos, después de un rato decidimos tomar asiento en una banca y lo agradecí, la verdad era que ya estaba un poco cansada pues el sol estaba algo fuerte.
Conocer más acerca de su vida me emocionaba y aunque sabia que teníamos muchas cosas que contarnos saber que se abría más a mi me gustaba, Ashton era como yo en ese aspecto, reservado. Y a cierto grado eso estaba bien, pero sabia que en algún momento tendríamos que hablar sobre aquellas cosas que nos hacían daño y me daba miedo pensar que él no lo haría.
No quería ser la única que se involucrara completamente en lo que sea que estaba surgiendo entre los dos. Porque si algo es cierto es que me daba miedo salir lastimada, no quería sufrir, a pesar de ser consiente que en una relación eso es algo inevitable, pero con él era distinto, quería arriesgarme.
Ryan también era algo que me preocupaba, porque aunque Ashton asegurara que mi hermano lo entendería en el fondo sabia que no. Y lamentaba aquello pues no solía molestarme con él y odiaba cuando eso sucedía, pero cuando se trataba de aquel chico de ojos azules creía que todo valía la pena pese a que eso significará enfrentarme a él, porque en el fondo sabia que no hacíamos nada malo, algo que se siente tan bien en mil años podría ser malo y esperaba que Ryan entendiera eso.
—¿Estas bien?—asentí—de un momento a otro te sentí lejana.
—Lo lamento—acomode un mechón tras mi oreja —solo estaba pensando.
—Se puede saber en qué—me miro con curiosidad.
—Claro, pensaba en el futuro.
Frunció el ceño—¿De casualidad me encontraba en tus pensamientos?—sonreí enternecida, sabia que mi respuesta tenía gran significado para él.
—Si—ver el alivio en sus ojos hizo a mi corazón derretirse—lo estas.
—Se siente bien saberlo—tomó mi mano—porque tú también estas comenzando a formar parte del mio.
—Tengo miedo de lo que pueda llegar a suceder, pero ahora creo que vale la pena arriesgarse.
—Claro que lo vale Maddie. Nunca había estado más seguro de algo. Yo se que todo esto es nuevo para nosotros, es algo que tenemos muy claro pero no me importaría aprender contigo. Ahora más que nunca quiero seguir y enfrentar todo lo que se venga a tu lado. Quiero disfrutar de más momentos como este. Añoro poder tomar tu mano libremente para poder presumir que estas conmigo, Dios Maddie desearía poder besar tus labios por siempre y disfrutar tus caricias porque te aseguro que nada se sintió tan bien antes como tus manos en mi pelo— jamás me habían dicho algo tan lindo y que se sintiera tan bien, estaba sonrojada como nunca y me agradaba— esperó que entiendas de una buena vez que te quiero a ti, no había querido nunca tener nada como a ti.
—No pensé que lo que estoy sintiendo justo ahora fuera algo que me pasará a mí pero de verdad que no lo cambiaría por nada porque—no pude terminar pues los labios de Ashton me lo impidieron y nuevamente pude disfrutar de ellos, de él.
Luego de un rato decidimos que era hora de marcharnos y como siempre adore los momentos a su lado. Sabía que los dos teníamos miedo, sabía que de alguna forma había sido difícil aceptar lo que sentíamos el uno al otro. Los dos teníamos un pasado que nos impedía varias cosas y aunque Ashton no me había contado todo estaba segura de que en algún momento lo haría y eso estaba bien para mi, no pensaba presionarlo y él tampoco a mí.
No había platicado sobre mi papá con él, con nadie en realidad, era un tema difícil para mí y no quería hacerlo hasta estar cien por ciento segura, aunque, sospechaba que sabia algo sobre el tema, porque Ryan debió haberle platicado, sin embargo, todavía no me sentía dispuesta a ser yo quien lo hablará.
Pero se que eso no demoraría demasiado, Ashton me hacía sentir segura siempre.
ESTÁS LEYENDO
Amores Que Curan
Teen FictionTras la muerte de su padre, la vida de Madison da un giro inesperado y se enfrenta a un montón de situaciones desconocidas, en donde el cambio parece ser su mayor temor. Pero el destino le enseña que no todo lo nuevo es malo y que para sanar también...