Amores Que Curan

Capitulo 4 (editado)

Mi mamá ya estaba estacionada esperando por mí, subí al auto y la saludé con un sonoro beso en la mejilla.

—¿Cómo te fue hoy? — preguntó mamá.

—Me fue bien —contesté.

—¿Solo bien?

— Bueno tal vez me fue mejor que bien— reí—hoy he conocido a tres chicos muy simpáticos y he almorzado con ellos.

—Vaya— dijo entusiasmada—me alegra mucho oír eso cariño, pero dime ¿cómo se llaman? ¿son del mismo grado? ¿cómo se conocieron?, perdón si son muchas preguntas pero estoy muy intrigada.

—Tranquila ya te cuento. En la mañana estaba buscando la dirección, para que me dieran informes y eso. Pero sabes como soy cuando me meto en algo, suelo olvidarme de todo. Entonces choque con una chica llamada Vannessa, te juro que me estaba muriendo de vergüenza, pero resulto ser muy amable y todavía después del incidente se ofreció a llevarme a dirección. Se quedo conmigo todo el tiempo que estuvimos allí y al salir comprobamos horarios, la cosa es que tenemos algunas materias juntas, y me invito a comer con ella, cuando llegue a la cafetería estaba con otros dos chicos; uno de ellos es su novio se llama Austin y el otro es Bob, los tres me cayeron muy bien la verdad.

—Me encanta verte así de contenta hija.

—Gracias mamá y bueno también quería decirte algo, sé que debí avisarte primero pero no creí que te negaras.

—¿Qué pasa?

—Invite a Vannessa a pasar la tarde en la casa, bueno técnicamente no fue una invitación. Ella dijo que quería hacer algo hoy, la cosa es que ofrecí mi casa.

—No me molesta en lo absoluto, ya sabes que tú puedes traer a casa a quien gustes.

—Si está bien, cambiando de tema ¿te costo mucho levantar a Ryan? — pregunte divertida.

—Para nada, créeme que me sorprendió hoy porque ni siquiera lo tuve que despertar, cuando lo iba a llamar ya estaba bajando las escaleras.

—Vaya que sorpresa— y en serio lo era. Ryan tenía toda la energía del mundo, pero levantarse el primer día de clases siempre ha sido todo un reto para él.

—Al parecer a los dos les ha ido muy bien hoy, tú hermano me ha llamado hace un rato para pedirme permiso de ir a comer con unos compañeros hoy, es bueno que se estén adaptando.

Sonreí— Así parece mamá.

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Un desastre.

Mi recamara era un desastre, habían pasado cuarenta minutos desde que llegué a casa y lo primero que hice fue entrar a mi cuarto y sacar todo de mi armario ¿el motivo? bueno les cuento. Esta sería la primera vez que un invitado mío vendría a mi casa y aunque pude haberme quedado con la ropa que traía decidí que era mejor dar una buena impresión o eso creo. No estoy familiarizada con lo que se hace en casa con tus amigos, pero de igual forma quería lucir bien. Tonto lo sé, pero así lo sentía. Después de elegir unos shorts de mezclilla altos y una blusa azul rey corta de tirantes, me di una ducha rápida. Al terminar maquillé mis pestañas y fue lo único que me hice en la cara.

Minutos antes de las cinco baje a la cocina por unas botanas y dos latas de refrescos.

—Que linda Mad, no era necesario que prepararas esto ¿cómo sabias que traería visitas? —Ryan tomo las gaseosas y sacudió mi cabello como si fuese un perro. Lo fulmine con la mirada y solo rio a pesar de saber lo mucho que eso me molesta.