Hermosa Tortura

Capitulo 10

Esmeralda Winter

Tengo 18 años y jamas pensé que a esta edad estaría con un anillo en mi dedo y yendo en camino para mi luna de miel.

Me imagine en un estudio de baile o recorriendo el mundo con un equipo de baile pero jamás me imagine que estaría recorriendo el mundo, con mi esposo.

Ahora, yo, esmeralda winter estoy casada con un magnate del mundo hotelero y todavía no puedo creerlo.

Fue un largo viaje en avión hacia bora bora o eso me dijo ian cuando abordamos su jet privado.

Cuando al fin bajamos, no llevan en una canoa hacia la isla donde están las cabañas flotando en el agua y todo parece un sueño, sus aguas cristalinas y esa gran isla donde nada es lo que pensé, o lo que vi por foto.

Nos bajamos y el hombre asiático le dice algo a ian en tailandés para irse después de haber bajado nuestras maletas dejándolas en la habitación.

- Esto no es para nada parecido a lo que vi en las fotos- murmuro.

- Esto no es bora bora- aclara ian por detrás de mi.

Me giro como un rayo para encararlo.

- ¿Que? - cuestiono.

- Está es un archipiélago situada en melanesia,  llamada nueva caledonia- lo miro sin saber que decir y impresionada.

- ¿No es la francesa?

- Exacto. 

Me giro observando la habitación la cual tiene un gran ventanal panorámico que da hacia la playa, una puerta corrediza por donde uno sale, el gran baño con jacuzzi y tina, la cama matrimonial enfundada en una tela de satén rojo, el sillón y el gran televisor junto con la pequeña nevera a un lado pero lo que más me tiene loca es la madera marrón la cual cubre los pisos, una madera dura y barnizada.

He ido a hoteles mucho más caros y lujosos que esto pero es impresionante todo, que aunque no sea tan lujoso sigue siendo hermoso y me deja deslumbrada.

- ¿Te gusta?- pregunta ian con una sonrisa.

- Es hermoso.

- Es todo para nosotros por 3 semanas- asegura.

Le doy una sonrisa ingeniosa.

- Entonces hay que disfrutarlo.

- Claro- concuerda- tengo una reservación en el restaurante del hotel en.....- se mira el reloj que no tiene y sonríe con picardía- 1 hora.

- Bien, ¿Tengo que vestir elegante?

- Estamos en la playa, solo ponte un vestido playero sin sujetador  y estarás a la altura- dice con una sonrisa socarrona y yo pongo los ojos en blanco.

- No te tomas nada en serio- alzo mi maleta para sacar la ropa y él se sienta en el sillón con las piernas extendidas hacia la mesita de noche.

Hago el ademán de entrar al baño, entonces me detengo tomando en cuenta algo que no había visto.

- ¿Por que hay una sola cama?- cuestiono temiendo de la respuesta.

- Dormiremos juntos.

- ¿Que? Estas mal, no dormiré contigo. 

Él arruga la frente desconcertado y se reincorpora en el sillón con los codos en las rodillas.

- ¿Por qué? Ya estamos casados.

- Exacto, juntos pero no revueltos- aclaro.

- No voy a alquilar otra habitación si me puedo quedar contigo- Gruñe molesto.