Hermosa Tortura

Capitulo 14

Ian blanck.

Firmo los papeles y me paso una mano por el cabello.

- Si se realiza la remodelación que nos pidió tendríamos que parar la otra- Dice mi agente de bienes raíces.

- ¿Cuanto le falta a la del hotel de manhattan?

- Quedaría satisfecho si le dijera que falta muy poco.

- Entonces termina esa y después ponte a trabajar en el proyecto de los hamptons. Es muy importante, Greg 

- Si señor.

Mi agente sale dejándome solo y yo camino hacia el bar donde me sirvo un trago y me apoyo en la ventana viendo hacia la cuidad.

Desde aquí se puede ver las luces de Los ángeles, esta anocheciendo  y aun no voy a casa preocupado por el proyecto que estoy planeando en lo hamptons es más que importante porque no tiene que ver con mi empresa, no tienes que ver conmigo. Tiene que ver con esmeralda. Con mi matrimonio.

Quiero que todo sea perfecto con ese proyecto, de hecho quiero que todo este bien entre esmeralda y yo. Puedo hacer funcionar una cadena hotelera pero ¿no puedo hacer funcionar mi matrimonio? Vaya mierda.

Si puedo hacer funcionar mis negocios, puedo hacer funcionar mi matrimonio que en este momento se esta desmoronando. Esmeralda es importante para mi y si no puedo recuperar mi matrimonio en un mes entonces fracase, me rendiré y dejare que ella siga con su vida porque no puedo seguir haciéndole daño a la persona que amo, si no la puedo hacer feliz entonces no merezco tenerla.

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Llego a casa a eso de las 8 de la noche y todo se encuentra en silencio, la mayoría de luces apagadas. Todos duermen.

Pongo mi abrigo en el respaldo de una silla y entro a la cocina, abro la nevera, tomo un vaso de agua y me giro Encontrándome con un plato cubierto por una tapa de plata, abro la tapa y me encuentro con unas papas al horno y carne, al reverso de la tapa de tapa hay una nota.

Sé que llegaste tarde por tu trabajo así que pensé que tendría hambre, en la nevera hay jugo de naranja. Lo hice yo.

Disfrútalo.

                                     Esmeralda.

Tomo el plato y me siento en un taburete suspirando mientras como todo lo que ella me sirvió.

Estoy seguro de que cualquier hombre se sentiría afortunado en tenerla, maldición yo me siento afortunado al tenerla a mi lado y no estoy dispuesto a dejarla ir, solo pensar en otro hombre tocándola y haciéndola sonreír me hierve la sangre, otro hombre encima de ella..... No. Eso nunca.

Subo las escaleras con sumo cuidad cuando termino mi cena y me voy deshaciendo de la corbata azul de mi traje mientras subo las escaleras, abro la puerta mientras me acostumbro a la oscuridad y lo único que se escucha es la suave respiración de esmeralda dormida. La miro mientras me quito la camisa blanca de botones grises y la tiro en la cesta de ropa sucia cuando la saco de mi cuerpo, me giro hacia la ventada en la penumbra de la habitación y me paso una mano por mi cabello sintiéndome melancólico, tonto e incluso arrepentido por mi comportamiento de hace una semanas.