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Mi mente estaba en blanco

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Mi mente estaba en blanco.
No se me ocurría nada, la profesora estaba explicando algo sobre nuestro lenguaje empleado en textos personales y yo desvariaba.

¿Qué hacer cuando no sabes qué hacer?

Bajé mi lápiz y bufé. No podía concentrarme, me tocaste el brazo e hiciste una cara de lo más graciosa, reí por lo bajo y miré mi libreta, el espacio de la última nota faltaba, miré en tu dirección sin percatarme que tú ya lo hacías, sonreíste y pude ver tus ojos, había algo raro en ellos, no era burla ni descontento, parecía algo con lo que te sentías cómodo, algo que te hacía sentir bien, y por consiguiente, a mí también.

-¿Tengo pintada la cara?- preguntaste con un tono burlón. Mis mejillas se tiñeron de rosa al darme cuenta de mi error, te había mirado sin preambulos, soltaste una carcajada y la profesora te llamó la atención, agradecí que Frank no estuviera, conociendo su opinión sobre mí habría hecho lo siguiente:

*Entrecerrar los ojos.

*Mirarme mal.

*Poner los ojos en blanco.

*Y continuar con la clase.

El timbre nos salvó de una sanción y ambos salimos, me dejaste pasar por la puerta primero y el momento se arruinó cuando Tracy rió.

-¿también serás caballeroso conmigo?

Mi sonrisa se borró al instante, sonreiste como si fuese una broma que sólo ustedes compartían, mi corazón se aferró a lo menos doloroso pero más destructivo: la suposición.

-Por supuesto.

Tomaste su mano y la guiaste fuera del aula, hiciste una reverencia sin soltarla y depositaste un beso con elegancia.

Miré a otro lado y me encontré con Frank observando todo, tenía el ceño fruncido por la confusión y los labios entreabiertos, como si supiera que lo miraba dirigió su mirada hacia mí.
Su expresión cambió drásticamente, parecía triste y lastimado. Carly tenía su brazo alrededor de mis hombros, estaba extrañamente feliz, incluso parecía fingido.

Lentamente se acercó a nosotros, tú seguías coqueteando con Tracy.

-Hola.- saludó soltando un largo suspiro. Carly sonrió de mala gana y se despidió. Moví la cabeza sin saber qué hacer.

-¿Podemos hablar?- te diste cuenta de con quien hablaba y te metiste en nuestra "conversación".

-No creo que pueda, ella tiene que hacer algo muy importante.

Trataste de caminar conmigo pero negué.

-Tengo tiempo- apretaste la mandíbula y asentiste.

-Entonces nos vemos luego.- Tomaste la mano de Tracy sabiendo lo que hacías.

Miré como caminaban como una pareja, ella chocaba a propósito contra ti, sentí un picor en los ojos, una mano me hizo voltear el rostro, los ojos azules de Frank me dieron la bienvenida a mi aburrida vida, él era atractivo, él era un poeta frustrado, y al parecer, él era uno más de los que cuentan con un corazón roto.

-¿Sí?- él puso los ojos en blanco y me miró con impaciencia.

-¿Ya piensas hacer algo?- Sabía a qué se refería, ¿Qué le interesaba a él?

-¿Y eso a ti qué?- alzó las cejas sorprendido.

-Eres pateticamente irritante. El chico está colgado por ella, pero le molesta que otro muestre interés en ti.

-él está enamorado me mí. - miré alrededor y vi a Carly a medio bocado, ella me había escuchado, apartó la mirada rápidamente.

-Él está enamorado de ella.- señaló mi cuaderno y levantó su lapicero.

Miré al suelo, él tenía razón, tenía que arreglar mi desastre.

-¿Qué quieres que haga?- sonrió con malicia, oh no, esa mirada no me gustaba nada.

-Juega con sus sentimientos justo como él hace contigo.

-No sé de qué hablas.

Comencé a caminar pero me siguió, parecía aburrido y yo parecía su diversión.

-Sabes de qué hablo, él sabe lo que sientes, está jugando contigo.

Me detuve y él hizo lo mismo.

-¿Qué ganas con todo eso? ¿Qué tiene de interesante mi vida que no tenga la tuya?- me crucé de brazos esperando su respuesta. Miró a un lado y se acercó a mí oído, estaba invadiendo mi espacio personal, pensé en golpearlo. Ya estaba lo suficientemente molesta con él, sería totalmente justificable.

-Yo no soy quien deja notas de amor a quien no lo merece. Haz lo que te digo, sólo mira como reacciona.- iba a preguntar de qué hablaba pero mis ojos lo vieron primero, estabas con Tracy, justo frente a nosotros, desde tu perspectiva parecía como si Hewgur me estuviera abrazando, vi como tu mano soltó lentamente la de ella, Franck depósito un beso en mi mejilla y se despidió.

Carly caminó hasta mí con una expresión confundida.

-¿Qué fue todo eso?

-Nada-le contesté, pero no se lo creyó, sin embargo no preguntó de nuevo.

Si los celos eran mutuos sólo quedaba algo por hacer.

Planeé mi próximo nota.

"Si estamos jugando al gato y al ratón, ¿Quién de los dos es el gato? Piensa bien la respuesta, estoy segura  de que estás equivocado".

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