Elís

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Cuando se levantó por la mañana, se quedó un buen rato mirando un zapato y finalmente, después de ponerse su bata rosa con gatitos, se miró en el espejo y ovserbo su cara y sus ojos castaños legañosos.
- Que asco das.
Y así, abandonó su reflejo y bajó hasta la cocina para desayunar. Arrastrando los pies, medio dormida, no se dió cuenta de las voces que se escuchaba en el interior de la habitación. Entro e ignorando la visita, que calló al verla, comenzó a prepararse su colacao con galletas. Fue entonces cuando estaba a punto de meterse un pastelito humedo en la boca, cuando se dio cuenta de la presencia de Andrés y Santiago. Media madalena se le calló en el interior del vaso y el chapoteo la hizo reaccionar.
Salio corriendo, presa de la verguenza.

SeptiembreWhere stories live. Discover now