Todos reían, menos Elís que se limpiaba las babas de Andrés contra el hombro de Jesús, aunque con una sonrisilla.
A Andrés se le vino a la mente la idea de que podría haberla besado en aquel momento sin ninguna preocupación, sus labios habían estado a punto de tocarse.
A punto.
A punto.
A punto.
Tan apunto que había notado su aliento en la comisura de la boca. "Olía a menta" pensó "no a hierbabhena".
Ansiaba enfrascarse en ese olor de nuevo.
Lo ansiaba.
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Septiembre
RomanceElisabeth, Elís, era una chica normal. Tenía sus amigas, sus amigos y sus chicos. Pero había uno, un chico inalcanzable, incluso de altura, que la volvía loca. Andrés era diferente al resto, porque no vivia en madrid, como los demas. Si no que a él...