Elís

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Cuando Franck y Puck llegaron, toda la mesa estaba lleno a de aceitunas y cortezas tiradas.
Andrés tenía a Elís contra el banco e intentaba meterla una corteza en la boca.
— ¡No!— gritaba Elís.
— ¿Se puede saber que estáis haciendo? Habéis dejado todo perdido.
A regañadientes Andrés soltó a Elís.
Cogió dos aceitunas y se las metió en la nariz.

SeptiembreWhere stories live. Discover now