Cuando Franck y Puck llegaron, toda la mesa estaba lleno a de aceitunas y cortezas tiradas.
Andrés tenía a Elís contra el banco e intentaba meterla una corteza en la boca.
— ¡No!— gritaba Elís.
— ¿Se puede saber que estáis haciendo? Habéis dejado todo perdido.
A regañadientes Andrés soltó a Elís.
Cogió dos aceitunas y se las metió en la nariz.
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Septiembre
RomanceElisabeth, Elís, era una chica normal. Tenía sus amigas, sus amigos y sus chicos. Pero había uno, un chico inalcanzable, incluso de altura, que la volvía loca. Andrés era diferente al resto, porque no vivia en madrid, como los demas. Si no que a él...