No había quien la bajara del caballo, si, había superado su miedo.
No paraba de recordar lo bien que se lo había pasado con Andrés y solo pudieron convencerla cuando la dijeron que ivan a jugar a un juego. Puck no tardo ni cinco minutos en llevar al prado, desensillar apotrillo y volver.
- No tengo que correr ¿verdad?
-No, no hace falta -la dijo Jesús.
Por indicaciones de este, todos se sentaron en circulo.
-Tú- dijo señalando a Nathan- ¿Prueba o verdad?
-Mhhh... ¿verdad?
-Dinos a donde fuisteis Puck y tú cuando pasó lo de la moto.
-Espera. No sabía que era ese juego, deberías habernos avisado antes de empezar- interrumpió Puck.
-Ya pero no deberíamos dejar la partida una vez iniciado el juego- señaló Elís interesada en la respuesta- asi que responde.
-He...
Elís observó como Puck y Nathan intercamviaban una mirada que solo ellos entendian.
-He... persiguiendo corzos.
-¿Seguro?
-Totalmente.
-Vale doy por finalizado el juego- dijo Jesús.
-No es justo, solo querías saber eso.Bamos a seguir jugando.
-Vale,vale. Pues Nathan te toca preguntar.
-Na paso me voy a dormir le cedo mi turno a Puck.
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Septiembre
RomanceElisabeth, Elís, era una chica normal. Tenía sus amigas, sus amigos y sus chicos. Pero había uno, un chico inalcanzable, incluso de altura, que la volvía loca. Andrés era diferente al resto, porque no vivia en madrid, como los demas. Si no que a él...