Barados y sorpresas

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Eran las 3 de la mañana. Ron iba muy concentrado mirando a la carretera mientras Hermione dormía a su lado y Harry junto a Ginny atrás.

A lo lejos el pelirrojo diviso una estación de servicio muggle, y se decidió a parar para beber algo de café y despertar a Harry para intercambiar lugares..

Manejar para él se había vuelto normal, luego de 1 año de estar casado con Hermione, y muchos más de estar de novios.

Estacionó donde se recargaba la gasolina. Miro a Hermione. No estaban bien, últimamente peleaban mucho, Hermione estaba muy irritable y nerviosa por todo.

Luego de hacer sus necesidades, paso a comprar bebidas energéticas muggles.

Luego de un rato de cambiar de lugar, Harry manejaba ya despierto y Ginny a su lado miraba el oscuro paisaje. Hermione y Ron iban atrás, uno muy distanciado del otro.

Un ruido en el motor hizo que el auto lentamente se detuviera.

-¿Que sucedió?- dijo Hermione algo preocupada.

-No lo se- dijo Harry- iré a ver...- tomó su varita y bajo del auto. Ron lo siguió.

-Sabía que no era buena idea viajar a Londres en auto...- dijo Hermione nerviosa bajándose del auto, seguida de Ginny.

Harry y Ron abrieron el capo, del que salió mucho humo.

-Mierda...- dijo Ron- se quemó el motor- resopló y se agarró de la cabeza frustrado.

Hermione agarró su abrigo y se lo puso.

-Yo les dije que...- empezó a decir

-¡HERMIONE, POR MERLÍN! ¡YA NO SOMOS NIÑOS DEJA DE QUERER TENER SIEMPRE RAZÓN! ¡SE QUE DIJISTE QUE NO DEBÍAMOS VENIR PERO DEJA DE PRESUMIR!- gritó Ron a Hermione, haciendo que ella se asuste.

Lo miró algo dolida y se alejó caminando, no sin antes conjurar un lumos.

-Eres un idiota, Ronald- le dijo su hermana- ¡ahora ve a disculparte!

Ron estaba rojo de la ira. Golpeó el auto con los puños. Intento calmar su respiración.

-Ron, en serio te pasas- dijo Harry, caminando por donde se fue Hermione.

No tuvo que recorrer mucho ya que diviso luz en un árbol no muy alejado del auto. Se acercó, y pudo ver a su amiga recargada en el árbol y con la cabeza en las rodillas.

Cuando estaba por llamarla, fue tomado del brazo. Se volteo y vio a Ron que puso un dedo en sus labios, dándole a entender que no haga ruido. Harry asintió y se fue con Ginny.

El pelirrojo suspiro y se acercó a su novia.

-Herms...- dijo con un tono más calmado- Hermione...

-Ron, ¿que problema tienes conmigo?- dijo con la voz cortada- se que soy irritante, que vivo echándote todo en cara... Yo tengo mis razones para estar así, pero tú no tienes derecho a gritarme siempre y a...

-¡¿Te parece que tienes derecho a vivir enojada?! ¡Entonces yo tengo tanto o más derecho que cualquier persona aquí, por que no hay nada que sepas hacer más que estar molesta!

-¡Tu no estás cargando con un bebé en tu vientre desde hace un mes! ¡¿Sabes?!

Ron se quedó boquiabierto mirando a Hermione, que de pronto había dejado de gritar y se había volteado a ver la luna, mientras se acariciaba el vientre.

-Herms... Estas...- dijo tartamudeando el, ahora emocionado, pelirrojo.

Ella lo miro y asintió. Ron se tiró a su lado y la abrazó fuertemente. La beso en los labios como nunca la había besado.

-Voy... ¡Vamos a ser padres! Por que... ¿Por que no me dijiste antes? Te hubiese tenido más paciencia amor...- Ron sentía que estaba empezando a llorar. Ella río y beso sus labios.

-Lo siento... Quería darte la sorpresa en Londres...

-Hermione Weasley, te amo. Los amo- dijo acariciando el vientre de su esposa y besándola.



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