One-Shots Potterheads

no podre decirte te amo

Capítulo Dramione.

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-¡DIOS TE ODIO!- gritó Hermione a su novio y le cerro la puerta en la cara.

-Mione, perdoname, no quise decirte eso... De verdad, lo siento, fue una broma - el rubio se arrodillo frente a la puerta- Bebe, te amo... Lo siento.
La castaña, del otro lado, se tiro a su cama y se puso a llorar. Lo necesitaba.

"Sangre sucia..." "Sangre sucia..." se repetía en su mente y la torturaba. Cuando Hermione se quedo dormida Draco pudo entrar a la habitación. Verla así, tan vulnerable, llorando y con sus ojos rojos.

Se acerco a la cama y le acaricio el cabello.

-Princesa....- acaricio suavemente su mejilla y Hermione abrió los ojos.
Se tapó la cara y le dio la espalda.-Herms, lo siento, lo siento, enserio, soy un tonto, un imbécil.

-Y...

-¿Y un asqueroso Grindilow podrido?

-Y...

-Un horrible bebe tutty frutty, ¿Feliz?

Ella sonrió y se acerco a su novio para besarlo.

-Te amo, Draco

-Yo a ti, disculpame- Hermione olvido todo rencor y se subió sobre Draco para besarlo.

Todo fue subiendo de nivel. Ella ya estaba en ropa interior y el también.
Las ágiles manos del rubio recorrían cada parte del cuerpo de Hermione. Ella gemía y gritaba. Draco mordía el cuello de Hermione dejándole pequeñas marcas pero a ella le encantaba. Poco a poco se fueron despojando de la ropa que les quedaba. Cuando draco desabrochó el sostén de Hermione, está se tapó rápidamente y el rió.

-¿Porque te tapas?

-Tu... Me refiero... Nunca me has visto... Ya sabes.- la cara roja de Hermione le daba un toque más dulce de lo que ya estaba. Semidesnuda, sonrojada y tapándose los pechos.

-Debes saber- dijo el tomando las manos de la castaña- que ya era hora- las quitó suavemente.

-Te amo, Draco, te amo y confío en ti, quiero que me hagas mujer- susurro ella abrazándose al cuello de su novio.

-¿Que dijiste?- dijo el riendo.

-Que quiero que me hagas mujer

-Sus deseos son órdenes, Madame- la tomo de la cintura y la puso debajo de él. Se despojaron de todo lo que quedaba. Draco besaba cada parte de Hermione, no dejaba nada intacto. Suavemente le corrió el cabello del rostro y la beso en la frente.

Se introdujo en ella y la hizo gemir fuertemente

Cuando Hermione despertó no vio a nadie a su lado más que a una carta de pergamino blanco. La tomo y la abrió delicadamente.

Hermione, amor mío:
Jamás me e sentido tan feliz en la vida. Te amo, te amo más que a mi mismo. Por eso hago esto. Soy un mortífago. No te lo dije porque sabía que no podrías amar a alguien tan horrible como yo. Por favor perdoname, pero esto no funcionara. Destruí vidas, familias, corazones. Y no quiero que el tuyo sea el siguiente. Ya no merezco vivir, no merezco continuar. Y tampoco podré hacerlo mintiéndome a mi mismo diciéndome que tu podrás amar a un monstruo como yo, mintiendote a ti haciéndote creer que soy bueno. Siempre recuerdame pero no sufras por mí. Aquí me despido de ti, amor mío, que seas feliz. Con amor, Draco Lucius Malfoy Black.

Enormes lágrimas caían del rostro de Hermione. Con las manos temblorosas se agarró la cabeza sollozando. Draco estará por hacer una estupidez. Ella lo amaba sin importar que.

Lo más rápido que pudo se vistió con lo más sencillo que pudo y tomó su varita. Al intentar abrir la puerta estaba cerrada, todo estaba cerrado. Gritando, estrello una silla en la puerta y la partió. La pateaba, la golpeaba. No sabía qué hacer, estaba desesperada.

-BOMBARDA MAXIMA!!- grito explotando todo a su alrededor. Corrió hacia afuera lo más rápido que pudo. Un zumbido se escuchaba en sus orejas y estaba mareada pero no le importaba. No sabía a dónde ir, no sabía que hacer. Luego recordó.

Flashback

-Sabes Draco, me encantaría morir en paz, en una playa. Se que es raro pero... creo que sería el mejor lugar para decir adiós, no lo crees?
-Si, a mi me gustaría morir aquí.- dijo señalando el hermoso árbol donde estaban, donde se podía ver el atardecer- es hermoso, relajante y... Me fascina.

Fin del flashback

Sin pensarlo dos veces se apareció cerca de ese árbol. Se tropezó, pero aún así se levantó y corrió hasta el árbol. Allí estaba el. Sentado bajo el árbol. Mirando al atardecer y sosteniendo una navaja.

-¡¡SUELTA ESO!!- gritó Hermione corriendo hacia su amado. Él la miró. Ella gritó.

-Te amo, Mione...- dijo el, dándole pasó a su último suspiró.

-¡¡DRACO!!!- se derrumbó a su lado y lo movió, no respondía, no respiraba, no vivía.- ¿¡Que hiciste!? ¿¡Que hiciste!? Te amo...- lloraba la castaña a su lado, abrazándolo a su amado, besando su frente, acariciando sus mejillas.

No lo aceptaba. No aceptaba que ya no podría decirle: Te amo.