36 "Noche de copas".

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Tras darme cuenta de que me aguardaba un largo y triste despecho, decidí hacer lo mismo que hacían  los personajes de las novelas en estos casos: Ahogar mis penas en un bar. A pesar de que no tuviera muchas ganas de beber. El mismo día que había perdido a mis amigos y a quien hasta ahora me doy cuenta que estoy enamorada. En la noche entre a un bar al cual me dejaron entrar sin pedirme identificaciones.

Me senté en uno de los taburetes de madera del lugar justo frente a la barra principal, el cual apenas tenía diez personas además de mí, distribuidas por todo el lugar, algunos en parejas y otros muy solitarios, como yo.

—Pero miren quien está aquí —Hablo una voz detrás de la barra del bar la cual conocía, me giré sobre mis posaderas en el taburete y me encontré con los ojos azules de Jayden.

—Hola Jay —dije apartando la mirada de su rostro para ver mis dedos.

—Déjame adivinar —habló Jayden— Las cosas con Jake no van bien.

Suspire con tristeza.

—Peor de lo que crees —contesté— Y no solo con él, con todos.

Jayden me miró con compasión, no se porque pero para mi él tenía este superpoder de parecer muy calmado y entender a las personas con solo mirarlas, como ahora, él estaba analizando mi rostro para ver que decía mi estado de ánimo.

—No se si quieres hablar de ello con alguien pero... —hizo una pausa y se agachó para tomar un par de copas y rebosarlas de vino— Yo trabajo hoy aquí y al parecer no viene mucha gente así que tengo tiempo. 

Le sonreí triste y tomé una de las copas de vino que me estaba ofreciendo y sorbí un poco, sintiendo el sabor agridulce pasando por mi garganta mientras mis ojos empezaban a aguarse de nuevo, lo miré y el me sonrió  y dijo:

—Entonces cuéntame ¿Cómo te sientes?.

Esta vez no iba a cometer el mismo error que con Scarlett yo necesitaba desahogarme y quien mejor que Jayden pra hacerlo, la diferencia es que esta vez aceptaría que lo que me esta pasando es en gran parte mi culpa.

—Bueno todo comenzó como tú bien recuerdas cuando fuimos a visitar a Jake en el hospital el viernes.

—Sofía —me interrumpió— No quiero que recuerdes todo eso que te puso triste, quiero que me cuentes como te sientes, dime si quieres llorar o gritar y yo te ayudaré.

Sus palabras eran muy sinceras y me daban muchas más ganas de llorar, un recuerdo vino a mi mente cuando hace unos días la situación era distinta, él estaba contándome sobre sus penas de amor.

—Soy la peor persona del mundo —hablé con lágrimas cayendo de mis ojos— Jake estaba enamorado de mi y yo arruiné todo culpando a otros de mis errores, no se como pude ser tan estúpida y no me di cuenta antes de lo bonito que era tener a Jake a mi lado, pero bueno por ahí dicen que nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde.

—Que ironía —dijo Jayden— Hace días yo decía los mismo, no me di cuenta de que estaba enamorado de Azul sino hasta que ella se enamoro de Logan.

Lo miré y entendí que ambos estábamos rotos y se nos fue el amor por no ser lo suficientemente valientes para entregarnos del todo a nuestros amores.

—Pero Sofía, eres muy joven —volvió a hablar Jayden colocando sus manos sobre mis hombros— No puedes estar aquí lamentándote como si la vida se acabara solo por un error, así es la vida Sofi tienes que cometer errores para darte cuenta de lo que has hecho mal.

—Es que no solo perdí a Jake sino también a Scarlett y a Logan, deje atrás a las dos personas que siempre me han apoyado en mis locuras desde que me vine de Los Ángeles. Y todo por dejar que el idiota de Mason me besara.

—No hables como si todo se hubiera acabado, levántate de aquí y pídeles perdón, en el caso de que ellos no te perdonen por lo menos te quitas un peso de encima y yo estoy aquí soy tu amigo y puedo ayudarte a seguir con tus locuras.

Sonreímos, pero esta vez de verdad sin nostalgia ni tristeza. Me acerqué a él y lo abracé por un largo rato entre lágrimas y felicidad de tenerlo conmigo en este momento.

Jayden tenía razón debía seguir adelante y no iba a recuperar a Jake aquí sentada bebiendo vino y lamentándome, así que me sequé las lágrimas y me despegué de Jayden

—Tienes razón —Lo miré sonriente— Voy a pedirle perdón a todos.

Jayden asintió sonriente y me volvió a abrazar.

—Ahora rubia, no creas que porque estás relativamente feliz me vas a dejar solo tomando vino.

—Claro que no, me encantaría ayudarte a terminar esa botella.

Ahora Jayden fue el que puso cara triste y yo fruncía en ceño.

—¿Qué te pasa Jay?.

Él me sonrió como si no quisiera preocuparme, sin embargo mi mirada se puso severa. Yo estoy triste pero eso no va a quitar que siga siendo terca y dominante.

—Está bien —Jay dio un largo suspiró— Creo que me voy a mudar de la ciudad.

***

Después de beberme casi una botella entera de vino con Jayden, él me contó que su padre tenía otra hija con su ex esposa en Vancouver y se iba a vivir con ellas en aquella ciudad. También hablamos sobre mi plan para pedirle perdón a Jake sin que este se negara a hablarme.

Caminé algo borracha en el pasillo que me dirigía hacia el departamento de mi tío Troy, entre torpes intentos de dar con la cerradura logre abrir la puerta preparándome para el inminente regaño de mi tío. Cuando estuve adentro me fije que el sillón principal estaba de espaldas a mi lo que significaba que alguien estaba sentado allí.

intente controlar mis tropiezos y el sillón se giro cuando carraspee, fue muy impresionante ver a la persona que estaba sentada allí, nada mas y nada menos que la mujer que me dio la vida, mi madre a la cual tenia tanto tiempo sin ver, ella corrió a abrazarme.

—Gracias al cielo que ya llegaste —dijo ella entre besos y abrazos.— ¿Donde demonios estabas?

Iba a responder pero mi tío Troy se apareció desde la cocina con una taza de te entres sus dedos, para proporcionarme su ayuda.

—Tranquila mujer, ella me había pedido permiso para salir con unos amigos.

Mi mama me miro para confirmar la fiabilidad de las palabras de mi tío y yo asentí para darle la razón y luego preguntar.

—Pero mama ¿Que haces aquí?.

Mi mama desplegó una sonrisa de oreja a oreja en su rostro y me indico que tomara asiento, yo hice caso y acto seguido mi tío Troy puso su mano en mi hombro.

—¡Vine a buscarte! —Hablo mi mama— para que nos regresemos a Los Ángeles.

Mi Querido Nerd #1 (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora