#3: Castigos y malteadas.

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En dirección, ahí termine por culpa de un boca suelta que dijo que el caos de la guerra de casilleros fue mi culpa, odio esta escuela, pero odio más a la directora que me miraba a través de sus lentes enormes, como si todo esto fuera mi culpa cuando en realidad ella es la culpable de todo.

—¿Va a confesar McGrath? —me preguntó ¿Qué es esto, un interrogatorio? Estaba muy equivocada si creía que diría que todo fue mi culpa.

—Está bien yo sí organicé la guerra de casilleros —dije, mientras mentalmente me daba una palmada en la cara—. Pero todo esto es su culpa.

La directora me miró sorprendida.

—¿Por qué dice que es mi culpa señorita? —preguntó bastante molesta.

—Porque si usted fuera una directora común no dejaría que los estúpidos del equipo de fútbol asignaran los casilleros —espeté cruzándome de brazos con molestia.

—Esa es una tradición de años en el colegio no la inicié yo, si no anteriores directores —dijo muy estoicamente, como habla un presidente o doctor que intenta explicar algo muy complicado

¡Dios mío! Esto es tan injusto.

—¿O sea que para usted es más importante una ridícula tradición antes que el bien de los estudiantes? —pregunté y ella me miro inexpresiva— ¿Qué clase de directora es usted?

—Sabe una cosa me estoy hartando de su altanería.

—¿Y cree que los estudiantes no están hartos de su debilidad? —Le pregunté— Por dios, así como yo hice esto hoy, vendrá otro que sea peor y en verdad se revelé en contra toda esta porquería.

-¡Basta! —Gritó levántandose golpeando la mesa con fuerza— no toleraré que me hable así, esta castigada y hoy mismo al terminar las clases se encargara de acomodar todos los candados que sus compañeros movieron de casillero y se quedará con el casillero 2999.

—Con castigo o no tendré ese casillero así que no me importa —susurré y ella me miro con los ojos entrecerrados.

Bufé y salí de ahí molesta, no puedo creer que este colegio este lleno de gente tan mediocre como esta estúpida directora que me castigó por querer ayudar a otros, pero esto no queda así.

***

Eran las tres de la tarde y yo estaba saliendo de clases dispuesta a cumplir con mi horrible e injusto castigo. Me dirigí a la oficina de la imbécil directora, pero ella no estaba ahí, en su lugar estaba una mujer de edad con uniforme que tenia un pequeño broche que decía secretaria.

—Buenas tardes querida —saludó de forma sincera— ¿Qué deseas?

—Buenas tardes, la directora dijo que tenia que cambiar los candados hoy pero no tengo las llaves —contesté.

Oh ese será un problema, el alumno Christopher Lerman tiene todas las llaves —me aclaró.

—¿Qué? —Pregunté algo incrédula.

—Si, él se ofreció a recogerlas entre los alumnos para entregártelas.

—Esta bien ¿No sabe donde está él? —pregunté.

—Está esperando en frente de su casillero el número 001 —contestó con una sonrisa compasiva.

Le dije un "Gracias" con una sonrisa sincera y salí de ahí buscando el primer y mejor casillero de la escuela, al llegar al lugar, encontré a Chris amenazando el pobre chico Jake de nuevo, lo sostenía por el cuello de su camisa a cuadros, levantándolo levemente del suelo, antes de que pudieran verme me escondí en una esquina para ver que sucedía.

Mi Querido Nerd #1 (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora