Capítulo Seis.

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Dean.

Me desperté en la mañana con la cara de Cas apretada en mi pecho. De alguna manera en la noche había girado, así que nos encontrábamos cara a cara. Mi mentón estaba encima de su cabeza y mi brazo alrededor de su espalda. Sosteniéndolo cerca. Sabía que debía moverme. Sabía que mis piernas no deben estar envueltas alrededor de él; que sus brazos no debían estar cerca de mi y que no debería sentirme como si estuviera exactamente donde se suponía que debía estar por primera vez en mi vida.

Cas se movió un poco, así que supe que estaba despertando.

—Hola—dijo.

—Hola.

—¿Cómo ocurrió esto?

Deduje que se refería a nuestra posición actual— No lo se.

Ninguno de los dos se movió. Quería quedarme así el resto de mi vida; con Cas aferrado a mi. El me miro y sus ojos azules se clavaron en los mios, lanzando miradas de ida y vuelta, sus labios entreabiertos y su cuerpo silenciosamente acercándose al mio aun más, como si me incitara a hacer algo, a decir algo. Pero no lo hice como el cobarde que era. Luego Cas se echó hacia atrás sin antes sonreír. Sentí como si mi corazón fuese a explotar. Esto no podía suceder. Me aparté de él.

Un sonido nos sobresaltó a ambos. Cas se dio la vuelta para poder levantarse. El salio de mi cama y yo estiré mis brazos, sintiendo como pedacito de felicidad se había roto y caído al suelo.

El sonido provenía del celular de Cas, el cual tenía entre sus manos.

—Es un mensaje de Kevin, está preguntando donde estoy. Voy a decirle que pase la noche aquí, para que se quede tranquilo.

—Espera Cas, no hagas eso—lo detuve—no puedes decirle a nadie que pasaste la noche conmigo.

El me miro con incredulidad—Pero es Kevin, el no se lo dirá a nadie.

—No me importa, solo no lo hagas—resople.

Comenzó a tomar sus cosas del suelo—¿Porque no puedes de dejar de pensar por un segundo en lo que piense la gente de ti?

—Cas, tú conoces las razones del porque me importan.

—Sí—dijo con firmeza—y me parecen estúpidas.

—A mi no me parecen estúpidas—replique—¿que pasaría si mi padre y mis amigos descubrieran que dormimos en la misma cama?

—Por si mal no lo recuerdo, fuiste tu—me señalo—el que quiso que durmiera contigo.

Solté un suspiro de frustración—Lo se, pero no por eso se tienen que enterar los demás.

Cas buscaba mis ojos—¿Y si lo hicieran?—habló en voz baja.

Guarde silencio por unos segundos, de repente ya no quería seguir hablando, nos íbamos a lastimar.

—Arruinaría mi vida—respondí.

Cas ya no me miraba, pero sabía que aquello le dolió. El no se merecía esto, yo no lo merezco, él era demasiado bueno como para ser verdad.

—Cas...creo que seria mejor, si los dos nos alejamos por un tiempo.

Volvió a posar sus ojos en los míos, lucían apagados y tristes. Me quería golpear a mi mismo en estos momentos.

—¿Eso es lo que quieres, que me aleje de ti?—su voz sonaba rota.

No quería alejar a Cas, el era la única persona a la que necesitaba cerca mio. Pero todos estos sentimientos eran nuevos para mi y no sabía cómo manejarlos.

Segundas Oportunidades (Destiel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora