Capítulo Doce.

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Castiel


Fue tan perfecto el día que realmente no quería que acabe. No quería dejar esta burbuja donde Dean, Claire y yo éramos felices; pero todo lo bueno siempre termina, y la burbuja revienta.

El viaje de vuelta fue silencioso, pero no incomodo. Al llegar al hotel, Dean tenía la mirada perdida en sus pensamientos, supongo que él tampoco quería salir de la burbuja y volver a la horrible realidad.

—Fue agradable—dijo Dean en voz baja—por primera vez en mucho tiempo finalmente siento que...—arruga su rostro buscando la palabra correcta.

—Perteneces—concluyó en voz suave.

Su cabeza se mueve en un asentimiento—Si, eso.

Me sonríe y sabía que era sincero esta vez. Le devolví la sonrisa. Suspire mientras contaba mentalmente hasta tres y baje del auto.

Dean tomó a Claire en sus brazos; quien estaba dormida en el asiento trasero, caminamos hasta la puerta de la habitación, pero de alguna manera ya se encontraba abierta. Dean y yo compartimos una mirada de confusión.

Entre silenciosamente, y al ver aquella sonrisa burlona lo reconocí al instante.

Me volví hacia Dean—Llévate a Claire—le susurre.

Dean miró al sujeto y luego a mi—¿Quien es?

—Mi hermano—conteste con pesadez—solo lleva a Claire a este lugar—anote la dirección de la casa de Jody en un papel.

—¿Seguro que quieres que me vaya?—su mirada era de preocupación.

Mire a Gabriel quien parecía disfrutar la situación.

—Si—afirme, Dean asintió y se marchó.

Gabriel carraspeo—¿Es tu novio? —preguntó con una sonrisa.

—¿Que quieres?—demande— ¿Cómo supiste que estoy aquí?

—Ellen me dio todos los detalles—entrecerró los ojos—¿No vas a abrazarme hermanito?

Mi hermano y yo solíamos llevarnos bien, hasta la muerte de nuestra madre, el cambio, sus actitudes no eran las de antes, en resumen se convirtió en un completo idiota.

—¿Que quieres?—repetí.

—¿Dónde está Claire?

Lo fulmine con la mirada—¿Para que quieres verla?

Gabriel camino por el lugar, examinando los objetos—Tengo problemas de dinero, hice malas apuestas y digamos que debo bastante dinero a gente no muy agradable.

Suspire—¿Que tiene que ver Claire con todo esto?

—Ella es la clave para que no termine siendo hombre muerto.

Lo mire sin entender una palabra. Él resopló con fastidio.

—Si esa gente sabe que tengo una hija, me darán algo más de tiempo para conseguir su maldito dinero y saldar mis deudas.

Camine hacia el—No vas a llevarte a Claire—alze la voz.

Gabriel esbozo una pequeña sonrisa de suficiencia—Si mal no lo recuerdo yo soy el padre de ella—hizo una pausa— no tú Castiel.

Lo mire con desprecio y mis manos se hicieron un puño instantáneamente.

—¿Donde estabas cuando ella dijo su primer palabra? O cuando dio sus primeros pasos—respire pausadamente para calmarme—¿Donde estuviste todo este tiempo? Yo fui el padre de Claire todos estos años y por eso no voy a dejar que la apartes de mi lado.

Segundas Oportunidades (Destiel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora