Capítulo Trece.

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Castiel

Dean presiono sus labios contra los míos, había estado esperando tanto tiempo por este beso, que realmente valió la pena de la espera.

El se aparto solo unos centímetros para respirar.

Dean...murmure, mi corazón latía rápidamente.

Abrí los ojos y la intensidad con la que los ojos verdes de Dean me miraban me puso nervioso. Necesitaba mirar hacia otro lado, pero no pude.

Han pasado diez jodidos añosdijo con voz roncaCas, no tienes idea de cuánto tiempo pasé imaginándote que te besaba y te hacía mioapoyó su frente en la mía y tomó las solapas de mi traje.

Él tenía razón habíamos pasado diez años alejados de los brazos del otro, y no quería pasar otro minuto lejos de él

Cerré los ojos—Bésame Dean.

Se acercó a mí, rozando con sus dedos las comisuras de mis labios. Tímidamente sus labios se posaron en los míos, aquel simple contacto envió ondas de deseo que me recorrieron el cuerpo. Cuando profundizamos el beso, Dean dejó salir un pequeño gemido y lo acerque aún más.

El comenzó a hablar entre besosCreo quebesodeberíamosbesoir a tu cuarto.

Reí bajo sus labios, lo tome del brazo y lo lleve a mi dormitorio. Tan pronto como la puerta se cerró detrás de nosotros. Nos volvimos a besar, mis manos se enroscaron en su cabello y sus dedos me arañaron la espalda mientras nos tomábamos el uno al otro.

La ropa término rápidamente en el suelo. Admire el cuerpo de Dean unos segundos, y mis teorías eran ciertas, aquel hombre era perfecto en todo sentido.

No podía tocar lo suficiente de la piel de Dean. Quería envolver mis piernas alrededor de él y quedarme así para siempre. El se sentó a horcajadas mientras me sentaba en la cama. Me empujó sobre mi espalda, acarició mi nariz junto a la suya, sus labios besaron lentamente mis mejillas, mis ojos y mi frente.

Le raspe la espalda con las uñas, sintiendo cada costilla y músculo a lo largo de su columna y la curva de sus omóplatos. Un escalofrío bajó por su cuerpo, temblando bajo mis dedos.

¿Dean?

Una pausa, luego sus labios rozaron mi mandíbulaSe siente bien.

Agarré su cuello y lo dirigí de nuevo a mi boca para otro beso profundo. Era demasiado y todo a la vez. Nuestros labios se movían juntos, poco a poco. A pesar de toda mi sangre corriendo al sur, no quería apresurar esto.

Se echó hacia atrásSiempre he estado enamorado de ti.

Esas palabras se fundieron en mis huesos y mi cerebro. Lo abrace a mi, con ganas de fusionar su piel con la míaSiempre he estado enamorado de ti, también.

Su sonrisa, una que nunca había visto antes, se extendió por su rostro mientras se retiraba y montaba a horcajadas. Palmee sus rodillas e hice círculos con los pulgares. Se deslizó hacia adelante y se estiró hacia atrás, acariciándome. Se lamió los labios, se apoderó de mí, luego se levanto y bajo, pausadamente. Oh, tan lentamente. Se quedó sin aliento al mismo tiempo que yo, mientras la punta de mi polla entraba en un apretado anillo de calor.

Su cabeza echada hacia atrás, sus piernas y estómago temblando. No podía mantener los ojos abiertos mientras bajaba otro centímetro y gemí.

Su pecho subía y bajaba con rapidez, brillando con una capa de sudor. Después de ajustarse de nuevo, Dean comenzó a moverse, subiendo y bajando; agarre sus caderas y le deje marcar el ritmo.

Segundas Oportunidades (Destiel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora