Crossing Roads - Terminada

How to be a Spy

Luego de lo sucedido en la biblioteca Annabeth se sentía un poco confundida, no tenía idea de por qué había insistido en ayudar a Percy, ni por qué se había sentido extrañamente feliz por hacerlo, y ciertamente no quería llenarse la cabeza de pensamientos estúpidos, así que decidió ir a visitar a Piper a la cafetería.

-Ann, cariño- dijo su amiga al verla, habían unas cuantas personas en el lugar pero en su mayoría habían muchas mesas vacías- ¿Qué haces aquí? Pensé que irías a la biblioteca.

-Y lo hice, no vas a creer a quien encontré ahí- Piper la miró intrigada, instándola a hablar- Jackson.

-¿Y qué estaba haciendo él ahí?- dijo la cheroqui rodando los ojos- ¿Se perdió o qué?

-Estudiaba Geografía mundial, terminé ayudándolo a hacer un resumen- intentó quitarle importancia con un movimiento de mano, pero no funcionó.

-¿Qué hiciste que?- se sobresaltó su amiga.

-Pero solo después de hacerlo jurar que se disculparían con Calypso- eso pareció calmar un poco a su amiga.

-Hablando del escuadrón de idiotas, hoy vino un chico muy guapo que recién se mudó a la ciudad- dijo Piper- Tienes que conocerlo es un encanto, su nombre es Will Solace.

-¿Y qué tiene que ver con el escuadrón de Idiotas?- preguntó la rubia.

-Oh... Resulta que vive frente a la casa de Jackson, incluso Grace se sentó a conversar con él un rato...

-Lastima, terminarán por convertirlo en un imbécil más.

-No seas injusta- dijo la morena- No todos ellos son idiotas, el chico asiático y el dark aún son rescatables. Al menos no coquetean con todas las chicas que encuentran en su camino.

Justo en ese momento Hazel Levezque entró al establecimiento, seguida por el chico dark en cuestión.

-Hablando del rey de Roma- murmuró Annabeth.

El chico apartó una silla para que Hazel se sentara y luego se sentó junto a ella. Tomó su mano para darle un gentil beso en los nudillos. A Annabeth y Piper casi se les cae la mandíbula al suelo.

-¿Sabes qué?- dijo su amiga- Olvida lo que dije, no hay nada rescatable en ese grupo.

-Ve a pedir su orden y luego riégale el café encima- dijo la rubia- Eso le enseñará a no jugar con una de nuestras amigas.

-¿Y que si no está jugando con ella? Tal vez le guste en serio- ese era un problema muy grave de su amiga, siempre intentaba encontrar relaciones amorosas en todos lados, como esa manía que tenía de Shippear a Thalia con el maestro de Esgrima, ella le decía Thaluke. Annabeth le mostró su mejor cara de desdén- Iré a pedir su orden y depende de lo que vea, decidiremos si debemos tomar acciones en el asunto o no.

-Bien, yo me sentaré por allá- dijo la rubia señalando una mesa desde la cual podría observar a la perfección. ¿Por qué se metía si no era su asunto? Fácil, porque aunque apenas conocía a Hazel, la chica le había caído bien desde el principio y no iba a permitir que un grupo de idiotas descerebrados le rompieran el corazón. La chica era simplemente demasiado dulce como para merecerse eso.

Se quedó observando como Piper tomaba su orden, Hazel sonreía como si fuera el mejor día de su vida, luego él habló y la sonrisa se escapó de su rostro, para ser reemplazado por una mirada decepcionada, triste y luego de reproche. La chica cruzó sus brazos y se quedó mirándolo, como haciendo un berrinche, entonces el habló de nuevo y la morena volvió a sonreír.

Annabeth encontró ese comportamiento un tanto extraño, nunca había visto al chico dark con alguna chica (únicamente con Reyna pero esa era otra historia). La rubia sintió algo estrellarse contra su brazo y de pronto se vio rodeada: a su izquierda, más cerca de lo que ella desearía, estaba Percy Jackson, con unos lentes de sol y extendiendo una revista frente a él, probablemente para evitar ser visto; junto a él Leo Valdez, también con Lentes oscuros y el cuello de su chaqueta levantado. A la derecha de la chica, estaban Jason Grace y el chico asiático, ellos vestidos como normalmente, sin embargo igual intentaban esconderse detrás de un periódico.