Crossing Roads - Terminada

Wanted (Se busca)

Hola Hola Corazones!! Hoy es un día especial, muy, pero muy, pero muy especial. ¿Saben por qué? Porque en un día como hoy, nació una persona que se ha convertido en alguien increíblemente importante para mí, Amer1Reptiliana

Esto no es un Capitulo de Crossing Roads, es simplemente un Oneshot. ¿Por qué lo publico aquí? Porque esta historia tiene más lectores y quiero que llegue a más ojos. Quiero que todo el mundo se dé cuenta de que es el Cumpleaños de MI AMER. Ahora, no se quejen, tendrán su Percabeth y Solangelo. Si, leyeron bien los dos en un solo Oneshot.

Cantemos: CUMPLEAÑOS FELIIIIIIZ, TE DESEAMOOOOS A TIIIIIIIII, CUMPLEAÑOOOOOOS AMEEEEEER, CUUUUUUMPLEAÑOS FEEEEEELIIIIIIIIIIZ!!!!!! (Ahora aplaudan, recuerden que si no me siguen la corriente me vengaré en alguna de mis historias).

De la admiradora #1 de PJO Mafioso (o sea yo), y la escritora de PJO Policíaco (o sea también yo), llega para ustedes, y dedicado a mi alma gemela malvada (o sea Amer)... No les diré, mejor léanlo ustedes mismos...

O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O

(NRL: Escuchen la canción o no entenderán *pone cara de la babosa de Monsters Inc* Los estoy vigilando, cuidadito)

*Universo Alterno, imaginemos la época de 1950, pero sin limitaciones*

Cuando el Ford Tunderbird, convertible, de color azul chillón, se estacionó en el centro de la ciudad, todo el mundo miró hacia esa dirección. Los tripulantes del vehículo llamaban la atención tanto como su transporte. Eran dos chicos, ambos de cabello negro y revuelto, vestían de traje entero (uno de ellos en azul, el otro en negro) y sus respectivos sombreros descansaban en medio de los asientos. El primero de ellos, el conductor, poseía unos encantadores ojos verdes, y no dudó en lanzarle un guiño a un grupo de chicas que pasaban caminando por el lugar en ese momento. Mientras que el otro chico, al notar el gesto de su amigo, se limitó a rodar las oscuras obsidianas que adornaban su mirada.

-Deja de hacerte el tonto, Jackson- dijo el chico en el asiento del copiloto con su acento italiano marcando cada una de sus palabras- Tenemos trabajo que hacer aquí.

-El trabajo se vuelve pesado si no te diviertes haciéndolo, di Angelo- le contestó el ojiverde con una sonrisa iluminando toda su cara- ¿Todo listo?

-Perfectamente- corroboró, al tiempo que tomaba a sus dos bebés favoritos. Se metió una en el pantalón, sosteniéndose con su cinturón, y la otra, la ocultó en el bolsillo de su saco.- Después de ti, Perce.

Jackson sonrío nuevamente y se puso su sombrero, para luego abrir la puerta del vehículo y salir de él. Sin mirar atrás, caminó directamente hacia la entrada del gran edificio que se mostraba frente a él, con sus puertas perfectamente talladas en madera de caoba. Tan solo podía imaginarse lo mucho que todo el edificio había costado, pero aun así, eso no se comparaba en lo más mínimo con la cantidad de dinero que este reguardaba.

-Todo el dinero de la ciudad se encuentra aquí, Nico- pronunció en voz alta, pues sabía que su compañero se encontraba, ahora, de pie junto a él. Esta vez fue el turno de di Angelo de dirigirle una sonrisa, una pequeña, tétrica y casi imperceptible sonrisa de medio lado.

-No por mucho- fue la respuesta que el italiano dio, para luego ser él quien daba el paso al frente y entraba al Banco Central del Pueblo.

Era realmente sorprendente, como a pesar de la fama que estaban ganándose, nadie nunca se daba cuenta del peligro hasta que ya no podían hacer nada para evitarlo. ¿Pañuelos en la cara? Pfff... ¿Para qué? Eso solo conseguiría que menos personas reconocieran sus bellísimos rostros.