Crossing Roads - Terminada

Too close, not enough

Cinco minutos. Solo ese pequeño periodo de tiempo fue necesario para que las emociones de Nico cambiaran dramáticamente. Hace cinco minutos estaba furioso con Will por tomar la canción de Bianca, ahora, estando en el suelo, bajo él, su corazón latía a mil kilómetros por hora, más la ira no era ni por lo más mínimo la razón.

Estaban más cerca de lo que nunca habían estado, sus cuerpos se rosaban en muchas zonas, quizá demasiadas. Sus ojos estaban unidos, aun cuando existían varios centímetros de distancia. Era como si estuvieran conectados de algún modo. Como si existieran unos pequeños hilitos que los mantuvieran fijos donde estaban. 

Y súbitamente todo el dolor que Nico tenía dentro de sí se había acabado por completo. A pesar de la seriedad que podía notar en los ojos de Will, este aún se encontraba sonriendo, y cuando él sonreía el mundo entero cambiaba de color. Lo que en un momento era negro, como la oscuridad y la muerte, se tornaba amarillo como el sol, como la luz que era capaz de llevarlo hacia una nueva vida, una nueva oportunidad. Estando tan cerca de él, Nico se sentía incluso capaz de volar, de hacer lo imposible.

De pronto vio lo que Will planeaba hacer, no hacían falta palabras, podía verlo en sus ojos. Lo besaría, y Nico sabía que con eso nunca podría ser una buena idea. Tal vez lo haría feliz por un momento. Pero dentro de si, Di Angelo tenía más oscuridad de la que cualquiera podría soportar. Y no podía permitírselo. Tenía miedo, pero no por sí mismo, sino por Will, porque sabía que tarde o temprano, terminaría por extinguir la felicidad de él, por destruirlo.

Tenía que detenerlo, sabía que lo mejor sería alejarlo, separarlo de él, tanto física como emocionalmente, pero no podía. En este momento su cuerpo no le pertenecía, no podía controlarlo. Will se acercó, aun más. Sus labios estaban a punto de rozarse, ya no había vuelta atrás. Y Nico se lo permitiría, justo ahora el rubio podría hacer lo que quisiera con él, porque no lo detendría.

-¡Nico! ¿Ya te sientes mejor? ¿Sigues vivo? Oh...-Percy entró a la habitación, llamando su atención inmediatamente. Fue entonces cuando recordó dónde y cómo estaba. En el suelo, bajo Will, en toalla. Recuperó el dominio de su cuerpo y empujó a Solace para levantarse, pero este a su vez hizo un intento de quitarse de encima, lo cual causó que terminaran más enredados que antes. En resumen, terminaron dando vueltas en el suelo intentando separarse el uno del otro.

-Creo que podemos volver después- habló nuevamente Percy, y Nico notó que tenía a Annabeth junto a él, estaban tomados de la mano- Parece que están ocupados.

Di Angelo dio un ultimo movimiento brusco, que casi hace que la toalla se cayera, pero que al fin consiguió separarlo de Solace. 

-Juro que no es lo que parece- dijo Will, mientras Nico se cubría la cara con ambas manos. No podía creer que estuviera pasando de nuevo. Primero con Hazel, ahora con Will. ¿Por qué tenían que ser sus amigos tan malpensados? ¿O por qué tenía que terminar él siempre en situaciones tan vergonzosas? El rubio aun balbuceaba intentando explicar lo que había pasado.

-¿Que quieres, Perce?- lo interrumpió Nico, aun con las manos sobre el rostro.

-Necesito papel, lápiz y una tijera- contestó el ojiverde.

-Ya sabes donde están- dijo Di Angelo mientras se levantaba y tomaba la ropa que reposaba sobre la cama- Y tu, pon ese sobre donde lo encontraste, Solace.

O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O

Percy intentaba no reír, y estaba llevándole mucho más esfuerzo del que cualquiera se imaginaría. No tenía ni idea de cómo habían terminado Nico y Will en esa situación, pero era sumamente gracioso verlos retorciéndose en el suelo intentando separarse. Ambos estaban tan sonrojados como un par de tomates gigantes y maduros.