Crossing Roads - Terminada

Epílogo

(NRL: En caso de que lo hayan pasado por alto, el capítulo final sucede en Otoño, 10 puntos extra si notaron ese detalle. Ahora sí, lean)

En una fría mañana de invierno...

Las sabanas se mueven, acompañando los balanceos de la joven pareja que intenta entrar en calor, para minimizar los efectos que la nieve provoca en su organismo. Hay sonidos de succión, suaves quejidos juguetones y risas divertidas, por parte de ambos.

—Shhh... — susurra Piper después de que Jason riera especialmente fuerte— Tus amigos son como perros. Si huelen que estamos juntos vendrán a interrumpir.

—Pero cerramos la puerta con llave— dice el rubio, al tiempo que sus manos acarician las piernas desnudas de su novia, quien tiene puesto tan solo una pijama con un short corto y una blusa ligera— Y no les vamos a abrir.

— ¿Estás subestimando la capacidad de Leo para ser irritante y obligarnos a abrir? — se burla Piper, al tiempo que sus uñas arañan seductoramente la espalda desnuda de Jason, creando sensaciones en el chico que eran bastante difíciles de controlar— Como sea, será asunto tuyo si nos interrumpen y tenemos que dejar de jugar.

—Bien, tu ganas— acepta el rubio con una sonrisa en sus labios. Luego, con un movimiento rápido, toma Piper de la cintura y se gira, completamente, colocándola a ella, por encima de su regazo, haciendo que sus entrepiernas queden realmente muy juntas— Silencio, entonces.

Piper sonríe, solo para luego apoderarse de sus labios y saborearlos como aquel manjar perfecto que siempre deseo probar.

Explorar sus cuerpos, habia sido la mejor idea que se les habia ocurrido para poder entretenerse un rato y acabar con aquel frío congelante que les había regalado la nieve ese día. Si bien era cierto, ninguno de los dos se sentia preparado para realmente terminar haciendo el amor por primera vez, jugar un poco nunca estaba de más, mientras ambos estuvieran de acuerdo y disfrutándolo. ¿Qué podía esta mal? No estaba dañando a nadie.

Piper mordió el labio inferior de Jason, provocando un pequeño gruñido en él, y una dureza palpitante incrementar dentro de su pantalón de chándal. El calor aumentaba en la habitación a cada segundo, mientras las manos de ambos, se distribuían de un lugar a otro, tocando zonas ajenas a sus propios conocimientos.

Jason volvió a cambiar la posición de sus cuerpos, quedando él por encima de su novia, y las piernas de ella, enroscadas al rededor de su cintura. Sus pechos estaban completamente pegados, y el rubio podía sentir esos dos puntos preciados, tibios y sobresaliente, rosar la piel desnuda de su propio torso.

— Recuérdame... ¿Por qué tardamos tanto tiempo en empezar a salir juntos?— preguntó Piper, con su respiración entrecortada, debido a la excitación del momento.

— Creo recordar que "alguien" no quería aceptar mi amor y me recriminaba ser un mujeriego— contestó Jason, con diversión, para luego comenzar a besar el cuello de la chica.

— ¡Cierto! — exclamó ella, riendo a causa de las cosquillas— Eras un mujeriego de primera. Traías a una chica diferente todos los días al Sweet Love.

— Sí, pero eso era porque yo quería comer galletas de coco todos los días— Jason se detiene abruptamente y la mira con el ceño fruncido— ¡Y no podía encontrar a una chica que no se aburriera de ir siempre al mismo lugar! No porque quisiera salir con todas ellas.

Piper lo mira completamente anonadada. Si el hubiera dicho eso hace meses, ella habría pensado que mentía, pero ahora lo conocía bien. Demasiado bien, y sabía que estaba siendo sincero. Hizo lo único que cabe hacer cuando una chica esta equivocada y ha metido la pata hasta el fondo, pero no quiere disculparse. Lo besó, y se prometió que lo recompensaría de forma sutil pero placentera, por aquel malentendido que bastante caro les había salido a ambos.