Cuánto Me Amas?

capitulo *1

alarma

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....

saco la mano de la cama y la pongo en la pequeña mesa de noche para tomar mi celular.

- otro ratito mas. - apago la alarma

de verdad estaba tan cansada como para apagar la alarma? O es que soy muy perezosa?. En fin, lo que fuera. El caso es que:

zzzz

zzzz

de golpe despierto y tomo mi celular en mano, el cual deje al lado de mi almohada

- ohh mierda!! - exclame viendo la hora y saltando como un resorte de cama. ya había pasado media hora. - maldición!! que...no... en que momento!??.-

Y hay estaba de nuevo yo, Corriendo como loca de un lado a otro buscando mi toalla para meterme a bañar y
mal-diciendo cada 2 segundos; soy una profesional en eso.

Salí del pequeño apartamento que compre hace 1 meses con el sudor de mi frente.
Corriendo y a la vez terminado de poner mi zapato izquierdo en mi pie salgo de mi pequeño recinto.
En momentos como ese, era la mujer mas cristiana Porque rogaba a Dios que mi patrón estuviera de buen  genio hoy y me perdonará este pequeñito retazo...si, pequeñito, porque con el sueño tan pesado que tengo, era para que llegarán  las 10 de la noche y yo aún ahí durmiendo. 

Tenia la adrenalina al mil, así que en menos de nada había corrido casi cuatro cuadras para así poder llegar al bus que me llevará hasta el restaurante.

El retraso, la angustia o lo que fuera, no me iba a impedir  apreciar y deleitar de la presiona mañana que hacía.
Era un día soleado; algo extraño en Londres, pero hoy era uno de esos, en los que el sol brilla con fuerza, con libertad, dejando ver su belleza, llevándose todos los halagos de las personas que disfrutan de él.

Un cambio de ciudad,  pueblo o lo que sea, no es fácil para nadie. Pero a mi madre y a mi, no nos quedó otra opción. 
Mi madre penny y yo  vivimos hace 8 meses en la ciudad de Londres, en un pequeño pero muy acogedor barrio.
Pero, pero la vida aquí no ha sido nada fácil... es difícil llevar a una vida tranquila cuando estas huyendo de las manos desalmada de tu propio padre, si, de mi padre.

El caso es que,  junto a mi madre trato de llevar una vida tranquila sin  apuros.
Mi madre a sido una mujer luchadora, con muchas agallas que a echo hasta lo imposible  por salir adelante y ayudarme hacer alguien ante la sociedad, alguien, que los de estrato alto respeten y admiren. Que yo logre lo que ella nunca pudo, ya fuese  por la falta de dinero o de oportunidades.

Es algo que aprecio y valoro de mi madre... pero todo eso a echo que me quiera dominar, aún siendo yo ya una adulta, una adulta de 20 años.

En estos ocho meses que vivo aquí, no he podido encontrar amigos...Y no es que sea antisocial... es solo que eres tan tímida que puedes llegar a vomitar en frente de alguien con solo esa persona estar esperando tu saludo como respuesta.

Y novio, pues, si no sirvo para tener tener amigos, ahora mucho menos para llenar de caricias a un hombre. NEVER,NEVER... me moría de vergüenza. 

- aquí por favor!!! - grite, literalmente grite al chófer saliendo de mi nube.
Se había pasado una cuadra -
- maldición, lo que faltaba- susurre -
-Gracias! - dije al chófer y baje del bus- a correr ahora -dije para mi.

-padre santo que don Peter este de genio, que este de genio, que este de genio, te lo pido y juro no volver a apagar la alarmar.

- Buenas tardes.- ya estaba dentro del restaurante
*si me despiden, fue un placer trabajar para usted.*

- S.rt Adkins, se le pegaron las cobijas hoy - cara muy seria. me temblaban las piernas, mi frente estilaba Sudor.

- señor Peter, se lo puedo explicar.

- no me diga... ya se! - caminaba hacia mi - había mucho tráfico. Si, el tráfico en esta ciudad es un caos total.!!- me miró a los ojos.

- si, si señor es un verdadero desastre todo eso de los tacos y bueno.

- si, lo comprendo. Pero a la próxima madruga más, usted sabe lo que le espera cada vez que se monta en un bus.

- si,si

- bueno S.rt adele. No pierda más tiempo, a cambiarse, hay mucho trabajo hoy.

- si señor.
*Ayy Dios tú eres bueno*

Leyeron eso?!!
A eso le llama:
Ser una gordita con suerte.

Me metí al baño a ponerme mi uniforme. Una ves uniformada me dirijo al salón, ¡y bueno ! a empezar otro duro día. 

Y esa soy yo, Adele Adkins. Así inicia mi día

*****♥****
Sirley