Un donante

68 9 1
                                    

No  estoy segura de lo que siento pero  se que esto es algo que nunca e sentido por más nadie; es un sentimiento extraño, nuevo que me confunde y hace que sólo quiera colgarme de su cuello y tener de nuevo el rose de sus labios en los míos. 
Quiero confiar en él, quizá tenga fallas como todos, pero él  hace que me sienta más segura de lo pueda esperar y menos temor.

No lo besé ni él lo hizo él sólo dejó  en la parte superior de mi mano un beso y luego me  regaló una grande sonrisa; una dulce y dedicada sonrisa la cual cumplió con el objetivo que estoy segura era la que el quería: brindarme confianza.

Después de que dejará en mi mano un beso suyo y un largo silencio mirando nuestros ojos nos pusimos en pie y caminamos en dirección a las grandes paredes que conformaban el hospital.
Mientras llegabamos a la habitación de mi madre Alex me pidió que le contará que era lo que en realidad pasaba, me dijo que Laura le había contado sin muchos detalles  lo que sucedia.

- cuanto! - exclamó alex, tan sorprendido como yo la primera vez.

- No se que voy hacer.

- La conseguiremos. Los dos, unidos juntaremos ese dinero. -  lo mire tan sorprendida. - No te dejaré sola con esto.

- De verdad te lo agradezco...

- No  hay nada que agradecer. Te demostrare lo mucho que te ... - trago saliva. Le costaba, de verdad le costaba - me importas demasiado.

Yo nunca había estado en una situación como esta entonces no se exactamente si realmente dice la verdad pero suena tan sincero que quizá en mi ingenuidad lo más probable es que me creo

Quería hablar, quería decir todo lo que sentía pero no es tan sencillo  como parece, no se hacerlo. Una llamado del doctor casi me rescato de ese nudo en la garganta que haría que salieran  las lágrimas en instante.

- Si, aquí estoy - me paré casi de inmediato y él igual.

- Joven, puede venir conmigo. - dijo  el doctor y siguió su camino

- me vas a esperar? - le mire casi suplicando que me dijera que sí.

- por supuesto. 

Seguí al doctor y entramos al pequeño cuarto al cuál entre aquel día que recuerdo constantemente.

- Como está señorita Adele?

- Si de mi salud se trata, estoy bien peri en realidad me estoy volviendo loca. 

- Entiendo su desesperación señorita. - y siguió diciendo - Bueno, el motivo por el cual la llame señorita es para darle una muy buena noticia pero también una no muy buena.

Lo miraba fijamente como si mirar a otro lado haría que no entendiera lo que me iba a decir.

- hemos encontrado a un donante. -

por fin después de tantos días sentía tanta alegría, emoción, agradecimiento. No se  como explicar la emoción y tranquila que sentí en ese momento

-... Y la mala ?

- señorita, ya como sabe usted para esto debemos asegurarnos que la señora Penny con mucha suerte sea compatible y su cuerpo responda efectivamente al trasplante...

- ujum - literal mi uña del deo índices ya no  existía para ese momento.

- y como usted sabe este tratamiento especial como es el de la señora Penny tiene un costo ya evaluado, el cual debe usted costar ya que la entidad no lo cubre.

- entiendo.

- entonces para iniciar el proceso debe usted  siquiera, cubrir la mitad de dicho tratamiento. Entiende usted lo que le digo?

- Si, si. Claro que lo entiendo. Entonces debe ser lo más pronto posible.

- así es.

- muchas gracias.

Le agradecí y salí de allí con un gran dulce amargo.







Cuánto Me Amas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora