Sam 11

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Hola Sam, con la experiencia escolar anterior es para que quisiera arrancarme las ropas pero no es así, creo que la actitud optimista y con mi sentido de los buenos comienzos estaba entusiasmada, el uniforme era sencillo: azul marino con blusa y calcetas blancas.

La escuela era muy colorida y espaciosa, me gustó bastante. Me dio algo de pena que mis papás me fueran a dejar el primer día, me sentía como niña de kínder aunque en mi defensa todavía puedo decir que no conozco por eso los tres debemos perdernos para llegar. Algo que he notado de Madrid es que no se escucha tanto de robos como donde vivía así que me dan mayor libertad para salir.

Como te decía, llegamos a la escuela, lo que yo quería que ocurriera es que mis padres no hicieran dramas sobre portarme bien en la escuela pero no serían padres si no. Mi papá comenzó a decirme que no me preocupara y esas cosas, afortunadamente fue esta vez mi madre quien entró en razón y le pidió que solo nos despidiéramos.

Caminé por los pasillos en busca de mi salón con el mapa que me dieron y mi horario en la otra, también el sistema de las clases es distinto. Mientras que donde estudiaban ellos diseñaban el horario parece que aquí tú tienes que hacerlo pero como entré tan a destiempo por eso ya está programado.

Yo veía a todos moverse de un lado a otro con facilidad mientras yo miraba los números en las puertas para ver cómo era la numeración hasta que me tropecé con un maestro que me dijo como ir a orientación, ahí ya estaba una maestra con otro estudiante que al parecer me iba a mostrar los alrededores después de clases.

El chico se despidió y sonaron el timbre, la orientadora me llevó al salón con un poco de platica, aquí a todo el mundo le gusta hacer platica, en el súper, en la calle... quizá me veo muy extranjera o así son ellos. Me desconcierta al mismo tiempo de divertirme. Llegamos al salón y fue una sensación completamente distinta.

Hasta ese momento estaba tranquila pero mientras decían mi nombre y todos tenían sus ojos puestos en mí, me sentí tensa porque era una atención inesperada. Incluso cuando me dijeron donde sentarme vi como sus cabezas se movían en mi dirección. Comenzó la clase y yo de seguro tenía cara de palo porque no le entendía nada al profesor ¿Qué este habla chino o qué? Solo vi como anotó en el pizarrón la fecha de examen final.

Salió disparado de ahí en cuanto sonó el timbre, hasta parecía que necesitaba escapar o algo así mientras yo miré la libreta en blanco ¡no pude anotar nada! ¿Así iban a ser todas las clases? En eso estaba cuando la compañera que estaba a mi lado me hizo platica. Yo contesté y de pronto ya tenía varios preguntando cosas.

Estaba impactada por toda la apertura, por todo lo que te dije que pensaba se ha ido disolviendo y les parece increíble todas las cosas que yo veo raras. Eso me hizo reflexionar que es muy cruel que nos lastimemos con personas cercanas, tan cercano, de mi propio país con gente como mis amigas hacer daño y desconocidos que aunque si tenemos cosas en común somos diferentes pero ellos tengan esa apertura.

Porque lo curioso es que ocurre lo mismo con ellos, entre compañeros se hacen cosas pesadas, las veo por ahí cuando cambiamos de clases. En fin, te juro que en cuanto a los compañeros fue fácil conseguir un grupo con el cual juntarme. Estaba Adriana, una chica que habla demasiado, todo el tiempo pero es muy simpática, Vanessa, es muy relajada y despreocupada y le encanta el color rosa, lo tiene todo en ese tono, mochila, lápices etc. Y Naima que aunque es más seria que el resto es encantadora.

La escuela es enorme, me gusta bastante, cuando el chico se presentó para mostrarme el lugar también me pareció muy agradable, es una pena que la escuela vaya a terminar. Todos están como locos estudiando porque pronto comenzaran sus exámenes finales, me inquieta un poco pues es la primera vez que hago uno de esos exámenes y no me gustaría salir mal.

Por alguna razón cuando veo las boletas me gusta ver los numero iguales, jajaj por ejemplo, si sacó nueve que sean solo nueves. Así le hice cuando hice sabotaje: casi puro ocho. Ahora que lo pienso creo que por eso me descubrieron, no soy tan lista. Pues te dejo, de seguro piensas que nada más perdí el tiempo contigo pero después de días más intensos necesitaba esto: hablar solo así, gracias por escucharme.

Querido SamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora