Un tiempo Sam, te dejé de lado un tiempo pero ya sabes que no soy la escritora más confiable y me vas a comprender conforme te cuente, para empezar sobre la elección de materias.
¡Es la locura! La elección de materias es una locura, no sé cómo le hacen para llevarla con éxito, este año por primera vez me tocó hacerla. Cuando llegué a mi casa con la lista se me ocurrió botarla en un sillón y mi madre la vio de inmediato, que pesadilla, ella quería que tomara créditos y créditos.
¿Para qué demonios quería eso? Pero bueno, al final acabé peleada con mi madre y castigada pero con capacidad de decidir por mí. Esa tarde comencé: tenía que encargarme de ver los créditos, que no se sobrepusieran las materias, los maestros... lancé las hojas al aire de fastidio, por fortuna nos organizamos las chicas y yo para tener el mismo horario y todo quedó resuelto. O más o menos, tomé algunas clases más para complacer a mi padre que volvió a castigarme después de enterarse, jejej.
Eso paso y ya en clases como que la rutina comenzó a envolverme, vi al chico que me presentó la escuela y ahora tomamos una clase juntos, en la escuela todo bien. Con los maestros de momento no tengo problemas y me juré que voy a ser una niña bien portada pero quien sabe, todos son agradables así que no será difícil.
Y durante los días comencé a notar una chica que se llama... todavía se me olvida su nombre es que casi no lo dicen, pero ella está sola y veo que le dicen cosas y sentí feo, porque yo recordaba lo pesada que me sentía de tener que enfrentar a esas chicas de mi escuela yo sola... era raro porque nadie le daba importancia. Ni siquiera mis nuevas amigas les importa ella, quería hablarle pero me daba un poco de miedo que se alejaran de mí.
Me costaba trabajo seguir adelante supongo, pero también recordaba a Angelita, si ella no hubiera hecho lo que hizo yo tal vez hubiera sufrido mucho más hasta que me fuera o quien sabe que más. Alguien había hecho algo por mí ¿Cómo podía andar cerca de esa chica y dejarla así? Me costó unos días para tomar la resolución y comencé a hablarle.
Me preguntó si así me veía, con miedo y duda cada vez que me hablaban. Ella como que no me contestaba mucho, tal vez pensaba que de pronto le iba a gritar o no sé porque las chicas de aquí de la escuela son perversas, cuando hacen este tipo de cosas no es como que le peguen sino que la agreden como si fuera un juego pero con crueldad, supongo que por eso los profesores no regañan.
Ni yo puedo decir que lo hagan con malas intenciones, como que parece que son inconscientes del daño que hacen o fingen serlo, no lo sé porque es sutil. Solo me les quedo viendo feo cuando veo que se le acercaban y parece que cada vez lo intentan menos en mi presencia. Como decía, al principio solo intercambiábamos unas palabras pero ahora hablamos más. Hoy por primera vez la invité a comer con nosotras, fue algo arriesgado porque no le informé a las demás pero me salió bien porque nos sentamos sin momentos incomodos.
Entre otras cosas dejé de llamar chico de la cafetería al... chico de la cafetería, jeje. Su nombre es Javier, me lo encontré en una tienda de música y coincidimos en varios grupos, luego de eso nos fuimos a comer una hamburguesa y creo que va ser un gran amigo. Quiero un amigo hombre, ellos tienen otra forma de pensar por ser... chicos. Suena muy simplón pero es la verdad, a veces ven cosas que una chica no.
Ya no tengo a Leo, puedo consultarle pero no será igual, supongo que Javier puede ser ese amigo que me hace falta o el guía escolar, quiero hablar de él... que también es muy simpático, al que no soporto es a un chico que tiene los ojos enormes y verdes, siempre se quiere hacer el simpático en la clase pero a mi termina por fastidiarme. Hay uno de esos en cada clase, de eso no hay duda.
Como decía, creo que Javier puede ser ese amigo, además es mayor, seguro que aparte de tener su visión de hombre tengo la de alguien más maduro. Pronto estudiará la universidad, dice que es difícil hacer el examen de admisión y está algo estresado por eso. Le dije que para despreocuparse no hay nada como la naturaleza y me comentó sobre ese parque a dos horas de Madrid que es famoso por sus árboles así que me pareció buena idea ir, no conozco mucho de Madrid o sus alrededores.
Les comenté a mis amigas si querían ir pero dijeron que era una cita ¿Te imaginas? En cuanto bromearon sobre eso yo estaba asustada ¿En serio era una cita? No, que miedo, yo no quería eso para nada. Pasé los tres días anteriores repasando la conversación mentalmente una y otra vez porque en mi cabeza todo había sido muy de amigos pero a lo mejor se me pasaba algo. No quería otra escenita Salvador.
¡Ay Sam! Me preocupé de manera estúpida, porque nos quedamos de ver en la estación de tren (le dije a mis padres que iba con unas amigas para ahorrarme explicaciones) lo vi llegar con sus amigos y amigas. Casi me deshidrataba de tanto sudar para nada, estuvo divertido porque hasta hicimos carne asada.
La zona de Madrid es boscosa pero no húmeda, sus amigos eran muy divertidos y locos y sus amigas también, pero me mantuve atenta por si las dudas porque si comenzaba con cosas raras de querer tocarme iba darle un golpe y salir corriendo, sé que no es la respuesta más racional pero aun no estoy preparada para esto.
A veces se me olvidaba que estaba en alerta pero pues ya, no pasó nada, no ha sido una de las más dramáticas intervenciones para narrarte en el diario pero soy una persona normal Sam, y estas cosas pasan. Nos vemos.
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Querido Sam
RandomQuerido diario, puj. Todos deben comenzar con querido diario, mejor yo no ¿Qué tal si te pongo un nombre? Sam, te llamaras Sam... Me dijeron que escribiera un diario, que me ayudaría para ordenar mis ideas. Y decidí probar... Prometí hablar de lo q...