Hacer lo correcto

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Al verla despertar con esos ojos agotados recordé su triste pasado e inmediatamente los míos comenzaron a arder, tuve que desviar mi cara para que ella no se percatara, y al hacer eso, me topo con Tiramisú entrando rápidamente por la puerta. Ahora sé lo que significa ese gato bobo para ella y nunca me dio más gusto saber que el también la quiere incondicionalmente a ella. Todo esto me hace entender un poco a Hermes, yo tampoco quiero destrozar a la chica....

-Buen día Kim -Saludo y solo recibo pestañeos de su parte -Hoy aprovecharemos el día al máximo. Te enseñaré a nadar, pero no en el mar, sino en la piscina del hotel. Después sobreexplotaremos el botón de servicio a la habitación, iremos a un lugar tranquilo, tendremos una conversación y finalmente volveremos a casa.





La gigantesca piscina resultó perfecto para enseñar a Kim a nadar, afortunadamente éramos los únicos en ella.

-Entonces, para poder flotar, es necesario que agites tus extremidades hacia todos lados -Le explico haciendo un ejemplo.

Kim ejecuta la acción sin problemas, ha aprendido bastante rápido y nos favorece tener el área despejada para hacerlo realmente bien. Aun así, no me quito de la cabeza lo que tendré que decirle después ¿Cómo lo hago? ¿Por dónde empiezo? Tal vez lo mejor sería soltar la noticia de una sola vez, y sin...

-¡Kaito! ¡Ya puedo ir de un extremo a otro! -Kim exclama animada, bueno, dentro de sus parámetros de expresión.

-¡Asombroso! ¡Te dije que no era imposible aprender! Dame esos cinco muchacha -Hago el gesto con la palma de mi mano y ella choca la suya contra la mía una vez que termina su pequeño trayecto -Bueno, será mejor que volvamos a la habitación y comamos algo. Tiramisú debe estar verde esperando nuestro regreso.






Suelto un suspiro de satisfacción, la comida ha estado deliciosa, es increíble el apetito que despierta estar mucho rato en el agua. Los tres nos encontramos desparramados en el balcón disfrutando de una relajante brisa. Pero nuevamente las palabras de Hermes resuenan en mi cabeza recordándome que debo hablar el asunto con Kim.

-Ya que nos hemos llenado la tripa sigamos con nuestro itinerario ¿Qué sigue? ¡Oh sí! Kim, te llevaré a un lugar que seguro te encantará.

Salimos del hotel en dirección contraria a la playa. Si mal no recuerdo, el mapa de la locación mostraba una gran área verde llena de hermosa naturaleza. Según yo, el lugar más "tranquilo" para hablar con Kim. Dejé que Tiramisú nos acompañase, así ella se sentirá menos sola y puede que el gato la consuele como lo hace siempre.

Una gran extensión de césped, arboles y vegetación contemplamos ante nosotros. Personas y niños disfrutan del acogedor lugar. Inmediatamente caminamos animados admirando la maravilla que tenemos entre nosotros. Nunca había visitado éste lugar, por lo que parezco un niño pequeño admirando una juguetería.

-Chicos, descansemos aquí -Les indico sentándome en el césped frente a una pequeña laguna.

Kim se sienta a mi lado y Tiramisú se acomoda entre sus piernas.

Ya está. Es ahora o no podré decirle nunca. Llevo todo el día buscando las palabras adecuadas. Sé que llorará y se pondrá muy mal, pero no puedo hacer nada y mi apoyo no creo que sirva de mucho. Pero, supongo que así debe ser, decir las cosas como son, aunque duelan, mientras no quieras causar mas daño a la persona, lo mejor es decir la verdad.

-Kim. Debo decirte algo -Me giro y la miro directamente a los ojos -La verdad es que es difícil para mi decirte esto -Hago una pausa -La cosa es que...

-Kaito, yo también quiero decirte algo -Lo ha dicho con un tono tan seguro que me es imposible interrumpirla -Gracias por ser tan bueno conmigo, me he divertido mucho. Y eres como otro hermano mayor para mi.

Inmediatamente un naranjo atardecer ilumina el cielo, el viento hace su trabajo y agita los suaves dientes de león que salen volando en dirección a la laguna. Y por muy raro que parezca, sobre ella, pequeñas luces de color amarillo se encienden. Luciérnagas que terminan de dar un toque totalmente mágico al lugar. Todo es extremadamente pacífico y ha dado el pie para que mis pensamientos den un vuelco a lo que tenía planeado.

Sobra decir, que esa tarde, no fui capaz de contarle la verdad a Kim.


Y así pasaron los días, habíamos vuelto a casa y a nuestra rutina. Aunque desde esa vez, nuestra relación cambió bastante, bueno, seguimos siendo los mismos despistados de siempre. Pero nos volvimos más unidos, aquellas palabras me tocaron en lo mas sensible del pecho. Ella me consideraba un hermano mayor y al mismo tiempo yo sentía que tenía una hermana pequeña a la que tenía que proteger. Con el tiempo comencé a llamarla "Kimmy" de cariño, lo que parece gustarle. Un día me dijo que el destino nos había unido "Nuestros nombres comienzan con K" Y no me percaté de eso hasta ese entonces. Incluso mi relación con Tiramisú era más amena, terminó por darse cuenta de que yo también quería lo mejor para ella. Por eso decidí no contarle nada sobre la charla que tuve con Hermes. Lo pensé muchas veces, pero llegué a una conclusión. Todo el tiempo tuve razón, no me corresponde y nunca me corresponderá. Su padre cometió un error, de esos que no son a propósito. Entiendo que los padres a veces, para proteger a sus hijos cometan faltas graves, que se deben solucionar como adultos y no desviar las cosas. No. No seguiré el juego de Hermes. Yo no seré quien le cuente la verdad a Kim.

-¡Kaito te estoy hablando! -Me grita una voz chillona. Giro mi cabeza de la ventana. Aoko a apoyado bruscamente sus manos sobre mi pupitre.

-¿Qué es lo que sucede ahora? -Pregunto sin ganas.

-Llevas rato mirando por la ventana ¡Pareces un lunático!

-Mira quien habla, la chica mas aterrizada del salón -El tono sarcástico que he usado hace enfurecer a Aoko, al punto de que casi da miedo.

-¡Bakaito! -Me grita agitando los brazos.

Suelto un suspiro cabreado y dirijo mi mirada hacia la puerta del salón esperando, como de costumbre, que Kim entre por ella.

-¡Es cierto! ¡Lo había olvidado! Aoko, el viernes es el cumpleaños de Kim ¡Ayúdame a organizarle una fiesta sorpresa!  

Tiramisú, Kaito Kid y una hija de HermesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora