Oops, Baby I Love You [EDITANDO]

.Mi heroe.

Elsa

Mi alarma sonó justo a las cinco y media de la mañana ese día. Me levanté adormilada y caminé hacia mi ropero para ponerme unos leggins negros, un brasier deportivo y mis tenis. Tome mi iPod y audífono y salí de mi casa trotando para recorrer distancia hasta al gimnasio y seguir ejercitándome ahí.

El viento golpeaba en mi rostro con el frío de la mañana, se sentía realmente bien.

Siempre salía a correr desde que tenía quince años, tenía miedo a volver a ser la chica que era antes. Antes solía sentirme humillada por la forma en que me veía, me sentía rechazada por todo el mundo, excepto Jack, claro. El cambio que tome para mí, no fue para ser aceptada, fue para aceptarme yo misma. Aun necesitaba mis lentes, pero solo los usaba para leer.

En cuanto llegué al gimnasio. Habían otras chicas haciendo ejercicio, entre ellas, pude reconocer a Tooth. Ella tenía un cuerpo bastante tonificado, casi igual al mío, y mi metro setenta ganaba a su metro sesenta y cinco, pero aun así ella me alardeaba su todo lo que ella era y los chicos con los que salía; toda su vida se creyó mucho mejor de yo. Para ser exactos, desde jardín de niños.

— Arendelle — saludó poniendo una toalla alrededor de su cuello.

— Fairy — salude con un asentimiento de cabeza pasando de largo a su lado directo a las bicicletas.

Me monte en una y me puse mis audífonos para pasar los quince minutos.

Ella era amiga de Jack, ¿Cómo? No sé, pero solo por él nosotras no peleábamos como antes.

La cuarta canción sonaba a mis oídos, cuando sentí a alguien tocar mi hombro derecho con do toquecitos. Me quite un audífono y voltee a ver a Tooth.

— ¿Se te ofrece algo? — pregunte algo jadeante.

— El cumpleaños de Jack se acerca... Quería saber si...

— ¿Si hare algo? — La interrumpe — Hace semanas lo planeo, Tooth.

— Oh, qué bien... Es que yo esperaba...

— ¿Hacerle una fiesta sorpresa? Así me contaron — la interrumpe de nuevo — Muy tarde, ya invite a todos.

— ¿Cuál es tu problema? Jack también es mi amigo, y si insisto más, puede que también sea mi pareja. No quiero tener problemas contigo, Elsa, eres su mejor amiga ¿Puedes dejar ese odio hacia mí? — pidió pareciendo sincera.

Sabía muy bien que Tooth gustaba de Jack, pero también sabía que Jack no tenía intereses amorosos, es por eso que iba a fiestas. Sí, mi amigo era todo un don Juan, pero no lo juzgaría por eso. Tooth en cambio, solo quiere estar con él por su popularidad... Okay, desde ese momento me di cuenta como Jack se sentía con respecto a Hans.

Rodé mis ojos y me detuve en la bicicleta — No te odio, Tooth, solo digamos que tu existencia no me hace muy feliz que digamos — ella me fulminó con la mirada — Mira, solo porque es por Jack... te dejare ayudarnos.

— Muy bien, Avísame cuando inicien los preparativos — se dio la vuelta dejando que su coleta casi me golpeara en la cara.

"Es por Jack, es por Jack" me repetí en mi mente por un rato. Volví a mis ejercicios.

***

Llegué a mi casa justo a las siete y media, tenía el tiempo suficiente para arreglarme. Entre a mi habitación y solté mi coleta dejando mi cabello suelto. Miré por mi ventana y noté algo. El holgazán no se había levantado. Sonreí con diversión, abrí mi ventada y salí sosteniéndome del pequeño muro, el estar bien parada, salté a su techo lo más silenciosa que pude. Su ventana se encontraba abierta, así no tuve problema para entrar.

Me acerqué lentamente al pie de su cama y subí a ella... y luego, me tiré sobre él dejando mis pierdas a los costados de su cadera y mis manos a los lados de su rostro.

— ¡Despierta! — grite mientras me tiraba.

— ¡¿Pero qué mierda?! ¿Elsa? — pregunto con voz ronca levantándose centímetros de su cama asustado y un poco enfadado mientras yo me reía como si no hubiese un mañana.

— Buenos días idiota — salude sentándome sobre él. Sé dejo caer a su cama de nuevo.

Jack

Estaba plácidamente dormido, relajado y tranquilo. Pero Elsa escogió exactamente ese momento para despertarme de esa manera tan especial. Maldición.

— ¿Por qué me despertaste así? — pregunté tirándola a un lado de la cama.

— Porque eres mi transporte y se hace tarde — dijo levantándose de la cama.

— De cualquier como tú siempre te tardas más que yo — me queje sentándome; ella imitó mi acto — Saca tu trasero de mi habitación y ve a vestirte.

— Eres un jodido mandón, te veo abajo — se levantó de mi cama y se dirijo hacia la ventana para volver a su habitación.

Me tire en mi cama de nuevo. A veces la detesto.

***

Entramos a la escuela como siempre, juntos. Todo parecía realmente normal... hasta que escuchamos una corriente de personas gritando "Pelea, pelea, pelea".

— ¡Vamos a ver! — exclamó Elsa tomándome de la mano y tiro de mi hasta donde se escuchaba ese ruido.

Al llegar sonreí como nunca al ver la escena de Eugene golpeando a Hans como nunca, Hiccup al otro lado estaba igual de sonriente, Elsa en cambio miraba horrorizada la escena. Ella me volteó a ver como para que hiciera algo, pero yo solo le sonreí entusiasmado.

— ¡No te quedes ahí parado! ¡Ayuda! — me gritó.

— ¿Por qué? Él se lo merece, sea lo que sea que le haya hecho a Eugene — ella me fulminó con la mirada. Rodé los ojos — Bien, lo haré.

Le hice una señal a Hiccup para que me ayudara a separar a esos idiotas antes de que se mataran, porque la pelea se convirtió en una justa, ambos repartiéndose golpes limpios. Haddock separo a Hans y yo a Eugene, los dos se miraban con furia. Elsa se acercó a Hans realmente preocupada.

— ¿Por qué empezó la pelea? — le pregunté a Eugene llevándolo lejos de ese lugar, donde mágicamente los profesores no estaban.

— Solo me enojo, estaba comportándose como un jodido imbécil, como siempre, y bueno... lo golpee, el de defendió y henos aquí — se encogió de hombros.

— ¿Hablas en serio? — Él asintió —Eugene Fitzherbert, Eres mi jodido héroe.

— Gracias. Aunque Elsa no va a pensar lo mismo, está loca por Hans.

Rodé los ojos — Ni que lo digas. "Estar loca" es poco, esta de mente. Pero, prometí ya no criticar su relación con el idiota.

— Tú y tus promesas. Espero no te arrepientas de esa promesa. Tarde o temprano, Hans llegara a un límite que no debió cruzar, te cansara más y lo dejaras peor de lo que yo lo he dejado... yo que tu reconsiderara esa promesa.

Tenía razón, algún día me cansaría a un grado que iba a querer matar a Hans, pero hasta ese día, debía mantener mi promesa.

"Es por Elsa, es por Elsa"