.Arruinando las cosas.

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Elsa

— ¡¿En qué demonios estabas pensando, Hans?! ¡Pueden expulsarte idiota! — le grité mientras mojaba una toalla para limpiar las heridas. Si lo llevaba a la enfermería iban a querer explicaciones y eso era algo que no quería que él enfrentara.

— ¿Te calmo si te digo que no empecé yo? — preguntó sonando inocente.

— No — respondí cortante. Me acerqué a él y pasé cuidadosamente la toalla en el moretón de su pómulo. El me miró con cariño.

— Gracias — Me sonrió tímidamente. Amaba esa sonrisa. Colocó sus manos en mi cadera y me acercó a él.

— No agradezcas — le Sonreí de vuelta — Solo... No lo hagas de nuevo. ¿Si?

— Prometido — aseguró. Me pegó aún más a él, me hizo soltar la toalla. Tomé su rostro en mis manos y lo besé.

Sus labios eran sincronizados con los míos y su lengua acariciaba la mía de forma fogosa. El ambiente se hizo más caluroso de un rato a otro. Tomó mis piernas e hizo que me sentara a horcajadas suyas. Tocaba y masajeaba mis piernas en círculos. Enrede mis dedos en su cabello y presioné más mis labios a los suyos.

Pero justo cuando él iniciaba a besar mi cuello la puerta se abrió, pero me dio igual, de todas formas estábamos en los vestidores de los futbolistas y los únicos que entraban aquí eran del equipo.

— ¡Agh!, ¿Podrían conseguirse un motel? — se quejaron Jack e Hiccup deteniéndose en la entrada.

Los miré sobre mi hombro, sonriendo divertida — ¿Les quitamos el lugar nenas?

— No, yo soy más decente — replicó Jack sonriendo divertido y con aire de victoria.

Me reí a carcajadas — ¿Jack Frost siendo decente? Eso es algo que quisiera ver — le tiré una toalla en la cara.

Me baje de las piernas de Hans, caminé hacía la toalla tirada en el suelo y la recogí.

— ¿Que hacen aquí? — preguntó Hans poniéndose de pie despreocupado.

— Solo venimos por unas cosas — respondió Hiccup encogiéndose de hombros y adentrándose con Jack a los pasillos para encontrar sus respectivos casilleros.

Me giré hacia Hans y él me sonreía lascivo. Poso sus manos en mi cadera y me subió al lavabo, se colocó entre mis piernas y atacó mis labios. Lo recibí, pasé mis brazos alrededor de su cuello. Nuevamente él besó mi cuello, la punta de su lengua daba en los exactos lugares que me hacían jadear.

— ¡Consigan un motel, Carajo! — protestó Hiccup al abrir la puerta para salir.

— Lárgate — no pude evitarlo, pero eso salió de mi garganta como un gemido gracias a la ávida lengua de Hans en mi cuello.

— Evita esos sonidos frente a mí, Arendelle — espetó Jack sonando asqueado.

— ¡Largo! — gritamos Hans y yo al unísono. En cortos segundos Jack salió y nosotros continuamos nuestro pequeño numerito amoroso.

Terminé la tercera hora de clase, me había demorado un piquito con Hans, ya que el no quería alejarse de mí, pero logre que lo hiciera. Las tareas cada vez se hacían más insoportables y los exámenes no ayudaban en nada.

Caminé hacia mi casillero para sacar y dejar algunas cosas. Pero en el pasillo, Jack estaba besuqueando a Tooth... ¿Y me critica a mí?

Decidí molestarlo. Pasé a su lado y le pegue en el trasero sin dejar de caminar.

Oops, Baby I Love You  [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora