El beso que compartieron duró unos pocos instantes. Fue un simple roce pero al separarse se dieron cuenta que era un error hacerlo. Y algo dentro de ambos gritaba "más".
Volvieron a chocar pero esta vez con más violencia y pasión. Derek bajó sus fuertes manos a la pequeña cintura del menor para sostenerlo. Mientras Stiles colocó suavemente sus manos a cada lado de la mandíbula del lobo. Sentía la necesidad de tocarlo, para corroborar que fuese real. Porque el beso y la intimidad que estaban compartiendo no se sentía de este mundo.
Con torpeza, Stiles se dejó ser abriéndole paso en su boca para que lo guiase en lo desconocido. La mejor decisión de su vida, si le preguntan. Siguieron disfrutándose todo lo que pudieron hasta que se quedaron sin una gota de aire. Y se separaron para recuperarlo.
El pálido ahora vestía un tierno tinte rosa en los pómulos y mejillas, que hacía una exótica pero hermosa combinación con sus nuevos ojos. Lo miraba de una forma directa e intensa, que a Derek lo estaba enloqueciendo. Hizo un esfuerzo para salir de la nebulosa en la que estaban y recuperar sus sentidos. Inhaló profundamente para dejar que el perfume de Stiles penetrase en él, embriagandolo. Olía especialmente adictivo pues ahora sus dos esencias estaban mezcladas en una sintonía increíble. Esa era la utopía de todo lobo, encontrar a esa persona especial y poder marcarla y así poder nombrarla como...
- Mío - se le escapó de los labios inconscientemente a Derek. No fue hasta que se escuchó decirlo que se percató de haberlo hecho. En parte no se arrepentía porque era parte de él y sus instintos lobunos.
Pero por otro lado era Stiles. El adolescente al cual siempre había hecho de lado para no tener que protegerlo por ser humano.
El mismo adolescente que ahora lo miraba con los ojos prendidos fuego, con la piel ardiendo, respirando aún agitado por el beso y sonrojado. Que le dedicaba una mirada comprensiva, porque mierda si lo entendía. No parecía asustado, molesto, dudoso siquiera sorprendido por lo que había pasado y por lo que Derek había dicho. Se lo estaba tomando con una calma enorme y eso lo estaba desconcertando.
- Derek... - dijo mezclado en un suspiro. Estaba sumergido en un trance de calor y excitación sin precedentes. Pronto el calor comenzó a bajar, pestañeó varias veces seguidas hasta que el brillo sobrenatural de sus ojos se apagó. En ese momento calló en la realidad, de lo que había pasado segundos antes. Se volvió rojo como un tomate, todo el rostro, las orejas, gran parte del cuello y pecho. A la par se echó atrás, hasta el otro extremo del sillón. Como si de haber visto a un fantasma se tratase.
- Y-yo no sé que acaba de pasar - dijo tartamudeando y haciendo un enorme esfuerzo para no dejar de respirar o evitar un ataque cardíaco. Porque había besado a Derek-amargo-hombrelobo-Hale. Y mentiría descaradamente si dijera que no lo había disfrutado. Se había dejado llevar por sus instintos, que siquiera sabía si eran propios de él o del jodido zorro que tenía ahora dentro suyo.
Derek no le había quitado esa intimidante mirada de encima en ningún momento. Sus ojos eran un verde cristalino. Seguía atontado por el contacto con Stiles, y luchando contra su lobo que lo quería obligar a tirarse sobre éste. Sacudió su cabeza a los costados, para desvanecer la neblina que adormecía sus sentidos. Y volvió a mirar al menor que ahora y desde el otro lado del sillón, no le devolvía la mirada avergonzado.
El lobo no se arrepentía en lo más mínimo de lo que había hecho. Y estaba seguro de que Stiles tampoco. Así que abusó de sus agudos sentidos para corroborarlo. Se acercó un poco al menor, no tanto como para volver a invadirlo pero si para olerlo. El otro ahora lo miraba atónito.
Apestaba a vergüenza, ciertamente. Pero debajo estaba el fuerte perfume de la excitación, y nada de arrepentimiento para su deleite personal. Sabía que no estaba respetando la privacidad del menor, pero ya que de una intimidad tan fuerte se trataba, no podía dejarla pasar.
- Si lo sabés, lo sabes muy bien Stiles - dijo con su tono más seductor el mayor mientras avanzaba lentamente por el sillón. Como un depredador hacia una presa, despacio pero seguro. Stiles tragó saliva sonoramente. Derek emitió una risa corta y profunda, sonriendo de costado. - Es tu nuevo lado animal, que atrae al mío. - Continuó ya a unos pocos centímetros del menor, que se había hecho una bolita contra el respaldo. El lobo, ahora con una rodilla sobre el sillón, apoyó suavemente una mano en su muslo y la otra en su cadera. Stiles respondió al tacto con un gimoteo pero dejándose sabiendo que no se podía resistir al Alfa. Por su fuerza, y porque en el fondo no quería hacerlo. - Dejate ser, no podemos y ni tenemos que controlarlo - concluyó y de un tirón colocó a Stiles debajo suyo, acostándolo totalmente en el sillón.
Stiles no podía creer lo que su vida se había tornado en unos pocos días. Había pasado de estar poseído por un monstruo a ser un jodido Kitsune y ahora ésto: el Alfa Hale encima suyo. Literalmente encima. Todo sensual, varonil, oliendo pecaminosamente bien y proponiéndole ese tipo de cosas. Algo dentro suyo estaba dando vueltas y vueltas, generando calor que amenazaba volver a salir a superficie si de descuidaba.
Y mierda, sí que se quería descuidar. Ahora despacito volvía a mirar a Derek a los ojos, que le devolvió una mirada hambrienta, nublada de lujuria. Se estaba acercando peligrosamente a sus labios nuevamente. Pero segundos antes lo hacerlo, se detuvo.
- Tu papá - dijo con los ojos muy abiertos para ser él. - Está estacionando afuera - continuó mientras se paraba al lado del sillón y le tendía una mano. El menor estaba totalmente perdido, pero le dió su mano sin pensarlo y acto seguido, de un tirón, estaba parado junto al lobo. Demasiado pegados. - No creas que esto va a quedar así - terminó el Alfa mirándolo muy de cerca, susurrando. Como si de una amenaza se tratara, o de una promesa.
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My self
FanfictionLa manada está haciendo hasta los últimos esfuerzos para liberar a Stiles del Nogitsune. Se están quedando sin ideas de cómo hacerlo y deberán probar algo que podría servir definitivamente. Pero el Void no está dispuesto a irse sin dar pelea, y...