My self

Capítulo 9: el descanso

Derek estaba por salir de la casa de los Stilinski cuando el Sheriff lo detuvo. Estaba sacando cervezas de la heladera y le ofreció una.
- A modo de celebración - dijo.
Derek no lo pensó mucho y se permitió darse ese gusto.
- Voy a subir a ver cómo esta, ahora vuelvo -
El Alfa volvió a asentir, se sentó en uno de los bancos altos y observó todo a su alrededor entre cada sorbo de la bebida alcohólica.
Recordaba haber estado varias veces antes en la casa, pero ahora se veía diferente. No sabía exactamente cómo, pero diferente al cabo.
El padre de Stiles bajo suspirando aliviado, y con una suave sonrisa.
- Estaba agotado sin duda, espero que pueda recuperar todas sus fuerzas. -
Dijo mientras se sentaba frente a Derek y empezaba a tomar su cerveza.
- Es más fuerte de lo que parece su hijo, y sobrevivió cuando todo estaba en su contra - terminó la bebida y la apoyo en la mesa, continuó - el proceso de sanación puede ser largo, en realidad ni Deaton tiene experiencia en este campo. Sólo podemos esperar lo mejor -
El Sheriff asintió contento. Tenía otras dudas en mente, pero no respecto a su hijo. Y no quería desaprovechar la ocasión.
- Derek, quizás me esté entrometiendo, pero... Hay algo diferente en vos, desde esa noche. -
- ... - el morocho no respondió. ¿Se notaba para con los demás? Pensaba que la diferencia era sólo para con él.
- Sea lo que sea muchacho - apoyó una mano en su hombro como gesto paternal - me alegro mucho por vos, de te ve muy bien - Y retiró la mano sin dejar de mirarlo ni sonreír.
Derek suspiró. En su mente pasaba muchas cosas al mismo tiempo. Era una batalla en su interior que no quería librar.
- Señor, Sheriff... Usted sabe lo que le pasó a mi familia. - Derek hizo una pausa y el otro asintió - Y fue por culpa mía indirectamente, digan lo que digan, lo fué para mí y siempre va a ser así. Y toda esa sed de venganza, ese rencor, la culpa y por sobre todo: la angustia que todo eso me traía ... Son cosas que cargué todos estos años, ya eran parte de mi personalidad. De quién soy. - Hizo otra pausa. El Sheriff tenía una mirada llena de compresión para con él. Sintió estar haciendo lo correcto así que decidió continuar.
- Cuando vine por el Nogitsune, hicimos un trato. Para que me dejase llevarlo con los demás sin resistirse y causarle daños físicos a Stiles, yo tuve que entregarle ese dolor, esa angustia-
Ahora miraba a sus manos apoyadas sobre la barra, no quería ver a los ojos al padre de Stiles en ese momento.
- De eso se alimentaba el Void, de todas las emociones negativas. Y se llevó esas de mí. Temo que eso que le otorgué y convirtió en su poder halla sido la razón por la que pudo separarse del cuerpo de Stiles. -
Y se detuvo ahí, no tenía mucho más para agregar. Ahora si levantó la mirada. El Sheriff lo observaba con una mirada difícil de deducir. Estuvieron en silencio un rato hasta que el Sheriff habló finalmente.
- Osea que, que estés diferente ahora se debe a eso. A que ya no tenés esa carga emocional. - Derek asintió - Entiendo... Pero ahora esto te hace sentir culpable. - Volvió a asentir - Derek, a mi parecer hiciste lo correcto. Por más de que te beneficiara, en ese momento el Nogitsune no te dio muchas opciones. Y elegiste la que ayudaría a que mi hijo no saliera lastimado. Y eso es para mí lo que importa. Lo que pasó en la casa de Scott, ninguno lo pudo prever. Pero ahora mi hijo es libre de esa maldición, y se está recuperando. Y a mi parecer, te merecías esto. Te veo bien, Derek, te veo como un hombre nuevo que ahora puede seguir con su vida dejando de mirar atrás. -
El Alfa de quedó atónito. Le costaba creer cómo lo había tomado. Y más increíble: que estuviera sinceramente feliz por él. Eran muchas sensaciones nuevas, y después de tantos años, sintió sus ojos humedecerse. No lloró, pero se sentía tan agradecido que lo quería expresar.
- Señor.. Yo no tengo palabras suficientes de gratitud. Me está quitando un enorme peso de culpa de encima. -
- No hay nada que decir, si querés devolverme el gesto, pasa la noche acá con nosotros. Por si Stiles se despierta y necesita ayuda. -
Derek siquiera lo pensó.
- Si, sin duda Sheriff, puede ir a dormir tranquilo que yo me voy a hacer cargo -
El padre de Stiles asintió, y sonriendo se levantó del banco y luego de darle un par de palmadas en el hombro al hombre-lobo, se marchó a su pieza.
Dejando atrás a un Derek nuevo.

...

Se había quedado en la cocina ordenando y preparado algo de comida, en el caso de que Stiles se levantara con hambre. En algún momento lo haría.
Habían pasado dos horas desde la charla con el Sheriff, pero aún sentía esa sensación cálida en el pecho que le habían dejado las palabras del mayor.
Subió para chequear a Stiles. Silenciosamente entró en la pieza de este. Que estaba despatarrado en su cama, roncando sonoramente.
Se sentó en la silla que había dejado al lado de la cama y se quedó ahí observándolo.
Stiles también se había diferente, no como su casa, diferente a su forma. Podía no sólo ser por su nueva perspectiva, sino también por los últimos sucesos. El pálido había demostrado no ser un adolescente cualquiera. Había llevado el asunto del Nogitsune muy seriamente, mejor que cualquier adulto. Supuso Derek.
También se veía distinto físicamente, más allá de lo venido a menos que lo había dejado el zorro, Derek deparó en los detalles que nunca había visto.
Ni en él ni nadie.
Tenía pestañas femeninas y largas. Que acompañaban muy bien sus pómulos y labios también femeninos a su parecer. También mostraba una mandíbula varonil que, más allá del contraste, hacía juego con lo otro. Su nariz era graciosa, respingona, inspiraba ternura porque parecía la nariz de un niño.
Es atractivo a su extraña forma. Pensó Derek antes de quedarse dormido.